Cuando llegó el tiempo anunciado por los Profetas y quiso Dios escoger una Madre para su Hijo no fue a buscarla entre las reinas del Oriente ni entre las poetisas de Grecia ni entre las aristócratas de Roma. Fue a buscar una virgencita humilde en un pueblo sin historia.
Toda hermosa por dentro y por fuera. Llena de gracia, Regalo de Dios a los hombres.
María belleza espiritual por dentro, agradaba a Dios y amaba a Dios de corazón ,de alma, de conciencia, de manos y de pies
Amada y amadísima de Dios.
El Verbo se hizo carne en aquel momento mismo en que María pronunció su humilde palabra, Hágase en mi... Hágase, palabra humilde, pero inmensa y potente
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Ella, Pura y Limpia de arriba abajo.
Gracias, Señor Jesús, porque, siendo Dios, quisiste tener una madre en la tierra para hacerte hombre como nosotros. Tú llenaste del Espíritu a la santísima Virgen María para que cumpliera su especial vocación.
Así la hiciste modelo de todas las madres redimidas por ti.
Nosotros también al igual que María podemos dejarnos impresionar por Dios y responder:
"Aquí esta la esclava "
Dios no nos necesita..........nosotros si le necesitamos a El.
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