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sábado, 31 de octubre de 2020

VISITA A LA CATEDRAL DE BURGOS II

 

GIROLA




Capilla de la Anunciación 19

La Capilla de San Antonio o de la Anunciación es una de las dos capillas radiales de la girola de finales del siglo XIII, y que sustituye a otra anterior más pequeña datada en torno a 1230.






 Es de planta irregular y se cubre con bóveda nervada sexpartita.





 En el lado norte queda un espacio triangular que la une a la capilla de la Natividad y se cubre con bovedilla de terceletes.




 La capilla está documentada desde el tiempo del Obispo D. Gonzalo García de Gudiel, que gobernó la Diócesis entre 1275 y 1280. Fue lugar de enterramiento de varios capitulares y de algún obispo, por lo que en el siglo XIV se celebran memorias por ellos en el altar de San Antonio. 



En 1540 el Canónigo Juan Martínez de San Quince obtiene licencia del Cabildo para hacer en ella su sepultura y realizar a sus expensas el retablo, que ejecutaron por 230 ducados el escultor Juan de Lizarazu en el estilo “romanista” y el pintor Lázaro de Azcoitia. 




 El retablo tiene tres cuerpos con tres esculturas cada uno, separadas por columnas abalaustradas que recuerdan a Diego de Siloé y a Cristóbal de Andino, de los cuales los autores se consideran discípulos, y remata con el escudo de las cinco llagas entre ángeles y el busto del Padre Eterno.

 En el cuerpo alto aparecen S. Juan Evangelista, San Jerónimo y Santa Catalina; en el central San Sebastián, el Ecce Homo y San Roque,


 y en el banco San Juan Bautista, la Anunciación y San Antonio, abad.






 El retablo tiene gran interés por su relación con los talleres de Diego de Siloé.
 En el muro norte hay un arco funerario, transformado en altar retablo con un lienzo de Santa María Magdalena.




 Conserva, en el espacio triangular norte, un sencillo coro de nogal del siglo XVII y en el muro del oeste un arco sepulcral del siglo XV, con estatua yacente de un clérigo no identificado.

 En el centro del pavimento, remarcado con geometría de pizarra se halla la cripta donde descansan los restos mortales del Obispo de Ciudad Rodrigo D. Juan de la Torre y Ayala, a quien el Cabildo cedió la capilla para tal fin. De la bóveda pende el recuerdo de su capelo episcopal.

Precioso este sepulcro de un obispo del s.XVI



Tiene una bellísima reja cerrándola



NAVE LATERAL DEL EVANGELIO



Capilla de la Natividad 18




La capilla de la Natividad de la Virgen María es una joya de la plenitud del renacimiento en arquitectura y en escultura. Fue fundada por Doña Ana de Espinosa, viuda de D. Pedro González de Salamanca, en el espacio de dos capillas anteriores del S. XIII dedicadas a San Gil y a San Martín de Tours.





 Las obras de la capilla comenzaron en 1562. Fueron realizadas en su arquitectura por el maestro de cantería Martín de Berriz y el escultor y arquitecto Martín de la Haya, que hizo el retablo y la sillería, ayudado del escultor Domingo de Berriz y los doradores Juan de Cea y Constantino de Nápoles. Pedro de Arce realizó la vidriera, perdida en 1813, y Denys de León la reja.






 La arquitectura de la capilla pertenece al estilo renacimiento-manierista y en ella destaca la magnífica cúpula ovalada con linterna, que cubre el espacio rectangular, decorada con los cuatro evangelistas policromados y los cuatro doctores de la Iglesia, San Gregorio, San Agustín, San Jerónimo y San Ambrosio, en las pechinas como bajorrelieves también policromados.

 

Retablo mayor 
Es obra de Martín de la Haya y de Domingo de Bérriz. Se realizó entre los años 1580 y 1585.





 El retablo es también de estilo renacimiento-manierista, y está enmarcado en un esbelto arco triunfal de arquitectura pétrea que asciende hasta la cúpula. En los laterales una doble columna estriada mantiene el arco. Entre las columnas destacan las estatuas de San Pedro y San Pablo, y en el segundo cuerpo, también de dobles columnas estriadas, Santa Ana y Santa Catalina, de devoción de la fundadora y su hija. Todo ello fue bellamente policromado y dorado por Juan de Cea y Constantino de Nápoles.


 El retablo es de madera de nogal, y está compuesto de banco, dos cuerpos y un ático o remate, dividido en tres calles. En el banco presenta la cena en el centro y cuadros de la Pasión en los laterales. En el primer cuerpo desarrolla la vida apócrifa de María y el abrazo de Joaquín y Ana, los padres de la Virgen, Nacimiento de María en el centro en altorrelieve y bulto redondo, de escultura romanista, realzada por los oros y los bellísimos brocados de la policromía, y la presentación de la Virgen en el templo a la izquierda.






 En el segundo cuerpo, se presentan pasajes del Evangelio de S. Lucas: Anunciación del Ángel a la Virgen a la derecha, Adoración de los Magos en el centro





 y la visita de la Virgen a su prima Isabel a la izquierda, con la misma calidad de oro y policromías del primer cuerpo. 




El ático lo componen un Calvario con los ángeles pasionarios a su alrededor y las tallas de S. Gil y S. Martín, para perpetuar la primitiva dedicación de las capillas.




Bellos elementos decorativos, ya muy renacentistas





 En el muro de la izquierda hay dos lienzos del S. XVII, de S. Francisco de Asís y San Antonio de Padua.
 Entre ambos y bajo un arcosolio se halla un retablito, con un magnífico tríptico flamenco de la primera mitad del siglo XVI, que representa un Cristo con la Cruz a cuestas, con San Pedro y Santiago. Remata el retablillo una Piedad y en la base una Última Cena en pintura sobre fondo de oro


 Sillería 
La sillería de la capilla fue labrada igualmente por Martín de la Haya. Es de estilo renacentista y de gran calidad.



 A los pies de la capilla se halla una sillería de coro de nogal, con magistrales relieves de la Anunciación y las Virtudes teologales y cardinales, obra de Martín de la Haya.


se cierra con esta preciosa reja del s.XVI




Capilla  San Nicolas  14

Al lado derecho de la Escalera Dorada se halla la Capilla de San Nicolás. 







Es la más antigua de la catedral, pues estaba ya construida en 1230.
 Fue fundada por D. Pedro Díaz de Villahoz, que fue enterrado en ella ese mismo año. Es notable su arquitectura, de gran nobleza y elegancia en sus formas góticas. Recuerda a la Sala Capitular y las capillas absidales del Monasterio de Santa María de Huelgas de Burgos.



Se cubre con bóveda de crucería simple, octopartita; se ilumina con dos alargadas ventanas ojivales, sin mainel ni tracería; está influenciada en su arquitectura por el tardorrománico cisterciense, recordando a la de las capillas absidales del templo del monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas, y contiene el sepulcro gótico del fundador y un pequeño retablo románico, del siglo xiii, que fue traído, en la década de los veinte del siglo xx, del expriorato benedictino de Santa María de Mave (Palencia). 



Este retablo, tallado en madera y policromado, está formado por dos piezas; la inferior, que se cree realizada entre los años 1235 y 1260, es rectangular y que pudo servir de frontal, presentando un recuadro central que contiene un mandorla a la que estuvo adosado un Pantocrátor, hoy desaparecido, y que está rodeada del Tetramorfos, del que falta el león de San Marcos, y dos recuadros laterales en los que, bajo dos series superpuestas de seis arquerías, tres a cada lado, hay un Apostolado, del que faltan cuatro de los Apóstoles y en el que solamente son identificables San Pedro y San Juan; sobre cada serie de arcos hay decoración de castilletes y, en el marco, decoración de rosetas y una bordura de cordón que, teniendo en cuenta además otras diferencias observables entre las dos piezas del retablo, hace suponer que ambas eran independientes.

 La pieza superior, que se supone realizada entre los años 1280 y 1300, tiene forma pentagonal y está organizada en tres cuerpos, divididos en dos calles los dos inferiores por un arco trilobulado que sirvió de marco a la imagen románica de la Virgen que aún se conserva en el templo de Santa María de Mave; en las dos calles del cuerpo inferior, cobijadas en arcos trilobulados, tres en cada calle, se hallaban, a la izquierda, las figuras de los tres Reyes Magos, de las que solamente se conserva una arrodillada y, a la derecha, las de San José, el ángel de la Anunciación y la Virgen, de las que solamente se conserva la del ángel; en el cuerpo intermedio, también bajo arcos trilobulados pero en espacios apaisados, aparecían las escenas de la Visitación, el Nacimiento, la Huida a Egipto y otra no identificable, de las que solamente se conserva la escena del Nacimiento, con la Virgen en la cama y el Niño sobre ella, tal como aparece tallada en algunos capiteles tardorrománicos, como en el conocido capitel de San Juan de Ortega; el cuerpo superior lo constituyen tres enmarcaciones vacías, triangulares las dos laterales y pentagonal la central. Ambas piezas solamente conservan algún resto de su policromía.








Escalera Dorada 13







Al fondo de la nave del crucero se puede ver la singular escalera dorada que pone en comunicación a la catedral con la actual calle de Fernán González a través de la puerta de Coronería. 




Al realizar la nueva catedral gótica, que visitas, fue necesaria una gran explanación del terreno para ganar espacio, cortando la falda del castillo donde se edifica la catedral, lo que produjo un desnivel de ocho metros que son salvados con una escalera.

La anterior debía hallarse en mal estado, por lo que el Obispo D. Juan Rodríguez de Fonseca decide construir una nueva. 
 Encargó en 1519 la obra al genial arquitecto burgalés, recién venido de Italia, Diego de Siloe, quien la terminó en 1523. 





Hizo la barandilla de hierro forjado el rejero francés Maestro Hilario.



 Está inspirada en modelos del renacimiento italiano de Bramante y de Miguel Angel, tanto en la arquitectura, como en la decoración: grutescos, bichas, temas vegetales y zoomorfos. 





Sus diecinueve escalones comienzan con cuatro peldaños curvos que conducen a una pequeña meseta de la que arranca el primer tramo recto de escalera de otros nueve, cuyos pasamanos se adornan con grifos y jarrones. 





Tras un rellano, al que se abre un arco central, se bifurca en dos brazos divergentes que llegan a sus respectivos rellanos, apoyado todo en dos arcos bajos laterales. 

Desde aquí otros dos tramos ascienden para unirse en una plataforma común, frente a la puerta, que hoy se halla cerrada, y que se agranda con una ménsula volada con su antepecho adornado con los medallones de San Pedro y San Pablo, simulando un grandioso púlpito. 
Obra de 1524  del maestro francés Hilario.





 La barandilla se dorna en los tramos divergentes con fantásticas flores, y cabezas de ángeles y por medio de bichas erguidas que sostienen medallones con cabezas humanas en los convergentes.



 En los antepechos de los rellanos se embellece con los escudos del Cabildo a la izquierda y del Obispo Rodríguez de Fonseca a la derecha.




Justamente enfrente tenemos la entrada del Sarmental con su bello rosetón




y mirando hacia el techo 








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