Miles de personas de diversas edades atestaron este sábado el Circo Máximo de Roma para una vigilia de oración previa a la beatificación del difunto papa Juan Pablo II.
"Siento su presencia aquí, la siento fuerte", clamó el cardenal polaco Stanislaw Dziwisz, por más de 40 años el secretario privado de Karol Wojtyla
El purpurado, que lo acompañó hasta su muerte el 2 de abril del 2005, contó ante la muchedumbre silenciosa y respetuosa que la noche que falleció el pontífice polaco cantó el Te Deum de acción de gracias y no el Requiem de muerte "porque estaba convencido de que murió santo", dijo.
"Dió dignidad a la muerte, murió como debe morir un cristiano", añadió.
http://revistaecclesia.com/content/view/25717/1/
"Ante la beatificación de Juan Pablo II siento lo mismo que sentí después de su muerte: el profundo sentimiento de tener que agradecerle a esa persona, a ese Papa, de haberle dicho durante toda vida sí a Dios", declaró Joaquín Navarro Walls, portavoz por 21 años del pontífice polaco, una de las personas más cercanas, quien lo acompañó en la mayoría de sus 104 viajes al exterior.
"Gracias Juan Pablo II por esa obra maestra que con la ayuda de Dios has hecho de tu vida", clamó con voz emocionada Navarro Walls.
"La Iglesia no crea santos, sólo los reconoce. Juan Pablo II era ya santo", agregó.
Testimonio completo de la religiosa
http://revistaecclesia.com/content/view/25718/1/
sábado, 30 de abril de 2011
FOTOS DOS PAPAS
Benedicto XVI beatifica a su predecesor y amigo.
Le hizo venir a Roma y tuvo que dejar el gobierno de la diócesis de freising, Alemania.
En el 2004, Juan Pablo II besa el crucifijo que le ofrece el Cardenal.
La beatificación del siervo de Dios Juan Pablo II que presidirá el Papa Benedicto XVI mañana,1 de mayo, será histórica porque en los últimos diez siglos ningún pontífice había elevado a los altares a su predecesor inmediato.
El actual Papa, Cardenal Joseph, saluda a Juan Pablo II en una audencia en el 2002.
Le hizo venir a Roma y tuvo que dejar el gobierno de la diócesis de freising, Alemania.
En el 2004, Juan Pablo II besa el crucifijo que le ofrece el Cardenal.
La beatificación del siervo de Dios Juan Pablo II que presidirá el Papa Benedicto XVI mañana,1 de mayo, será histórica porque en los últimos diez siglos ningún pontífice había elevado a los altares a su predecesor inmediato.
El actual Papa, Cardenal Joseph, saluda a Juan Pablo II en una audencia en el 2002.
JUAN PABLO II APÓSTOL DE LA DIVINA MISERICORDIA
Juan Pablo II confiaba en la Divina Misericordia
Juan Pablo II, falleció en las primeras visperas del Domingo de la Divina Misericordia en el 2005, seguramente el santo padre, murió porque la Divina Misericordia quiso atraerle hacia ÉL.
Juan Pablo II falleció a las 21,37 horas del Sábado, al concluir la Santa Misa del Domingo de la Divina Misericordia celebrada en polaco en su habitación, presidida por monseñor Dziwisz, fiesta que 5 años ante había instituido él.
Juan Pablo II había preparado una alocución para el Domingo de la Divina Misericordia, que no pudo pronunciar, pues la víspera fue llamado a la Casa del Padre. Sin embargo, quiso que ese texto se leyera y publicara como su mensaje póstumo: «A la Humanidad, que a veces parece extraviada y dominada por el poder del mal, del egoísmo y del miedo, el Señor resucitado le ofrece, como don, su amor que perdona, reconcilia y suscita de nuevo la esperanza. Es un amor que convierte los corazones y da la paz. ¡Cuánta necesidad tiene el mundo de comprender y acoger la Misericordia divina!»
Un regalo a la Iglesia Monseñor Boccardo considera «que la fiesta de la Divina Misericordia es un don que Juan Pablo II hizo a la Iglesia. Un don que responde probablemente también a una expectativa de nuestro mundo, que experimenta más que nunca esta necesidad de misericordia y de bondad. Y sabemos que el manantial de la misericordia y de la bondad está en el corazón de Dios.
Es importante que la Iglesia se convierta cada vez más, como repitió con frecuencia el Papa, en servidora de esta misericordia y de esta bondad de Dios. Dedicar una jornada a la celebración y proclamación de la misericordia de Dios, que a través del sacrificio de Cristo llega a todos los hombres, se convierte en una obra de evangelización», concluye.
Juan Pablo II es el apóstol de la Divina Misericordia: quien así lo afirma y demuestra es uno de los más grandes teólogos contemporáneos, su gran colaborador como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y sucesor en la sede de Pedro.
No es casualidad que Benedicto XVI haya escogido como fecha para la beatificación de Karol Wojtyla el día de la Divina Misericordia, el primer domingo posterior al domingo de Pascua, una fiesta litúrgica que el Papa polaco introdujo en el calendario de la Iglesia como legado de su pontificado.
En la Misa de exequias del Papa Juan Pablo II, el 8 de abril de 2005, en la plaza de San Pedro, del Vaticano, ante los grandes de la tierra, entre quienes estaban los Presidentes de Estados Unidos e Irán, el cardenal Ratzinge,r aquel día, explicó, resumiendo el pensamiento de Juan Pablo II, que «el límite impuesto al mal es, en definitiva, la Divina Misericordia. Cristo, sufriendo por todos nosotros, ha conferido un nuevo sentido al sufrimiento; lo ha introducido en una nueva dimensión, en un nuevo orden: el del amor… Es el sufrimiento que quema y consume el mal con la llama del amor, y obtiene también del pecado un multiforme florecimiento de bien». Pero, ¿cómo puede explicarse esta respuesta?
Juan Pablo II, falleció en las primeras visperas del Domingo de la Divina Misericordia en el 2005, seguramente el santo padre, murió porque la Divina Misericordia quiso atraerle hacia ÉL.
Juan Pablo II falleció a las 21,37 horas del Sábado, al concluir la Santa Misa del Domingo de la Divina Misericordia celebrada en polaco en su habitación, presidida por monseñor Dziwisz, fiesta que 5 años ante había instituido él.
Juan Pablo II había preparado una alocución para el Domingo de la Divina Misericordia, que no pudo pronunciar, pues la víspera fue llamado a la Casa del Padre. Sin embargo, quiso que ese texto se leyera y publicara como su mensaje póstumo: «A la Humanidad, que a veces parece extraviada y dominada por el poder del mal, del egoísmo y del miedo, el Señor resucitado le ofrece, como don, su amor que perdona, reconcilia y suscita de nuevo la esperanza. Es un amor que convierte los corazones y da la paz. ¡Cuánta necesidad tiene el mundo de comprender y acoger la Misericordia divina!»
Un regalo a la Iglesia Monseñor Boccardo considera «que la fiesta de la Divina Misericordia es un don que Juan Pablo II hizo a la Iglesia. Un don que responde probablemente también a una expectativa de nuestro mundo, que experimenta más que nunca esta necesidad de misericordia y de bondad. Y sabemos que el manantial de la misericordia y de la bondad está en el corazón de Dios.
Es importante que la Iglesia se convierta cada vez más, como repitió con frecuencia el Papa, en servidora de esta misericordia y de esta bondad de Dios. Dedicar una jornada a la celebración y proclamación de la misericordia de Dios, que a través del sacrificio de Cristo llega a todos los hombres, se convierte en una obra de evangelización», concluye.
Juan Pablo II es el apóstol de la Divina Misericordia: quien así lo afirma y demuestra es uno de los más grandes teólogos contemporáneos, su gran colaborador como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y sucesor en la sede de Pedro.
No es casualidad que Benedicto XVI haya escogido como fecha para la beatificación de Karol Wojtyla el día de la Divina Misericordia, el primer domingo posterior al domingo de Pascua, una fiesta litúrgica que el Papa polaco introdujo en el calendario de la Iglesia como legado de su pontificado.
En la Misa de exequias del Papa Juan Pablo II, el 8 de abril de 2005, en la plaza de San Pedro, del Vaticano, ante los grandes de la tierra, entre quienes estaban los Presidentes de Estados Unidos e Irán, el cardenal Ratzinge,r aquel día, explicó, resumiendo el pensamiento de Juan Pablo II, que «el límite impuesto al mal es, en definitiva, la Divina Misericordia. Cristo, sufriendo por todos nosotros, ha conferido un nuevo sentido al sufrimiento; lo ha introducido en una nueva dimensión, en un nuevo orden: el del amor… Es el sufrimiento que quema y consume el mal con la llama del amor, y obtiene también del pecado un multiforme florecimiento de bien». Pero, ¿cómo puede explicarse esta respuesta?
LUGAR DE LA VIGILIA
La fiesta de beatificación de Juan Pablo II comienza el sábado a las ocho de la noche en el Circo Máximo de Roma con una vigilia de oración.
Era una antigua pista de carreras, lugar de reunión para espectáculos populares situado en Roma.
Situado en el valle entre los montes Avelino y palatino, el lugar fue utilizado primero para juegos públicos y entretenimientos por los reyes etruscos de Roma.
Algo después, el Circo fue el lugar destinado a los juegos y fiestas públicas tomados de los griegos en el S: II a.C II. La demanda de entretenimientos populares a gran escala por parte de la ciudadanía romana llevó a Julio César a ampliar el Circo sobre el 50 a.C., tras lo cual la pista medía aproximadamente 600 metros de largo, 225 metros de ancho y podía albergar a unos 150.000 espectadores sentados.
César Augusto erigió un obelisco egipcio en la pista.
El obelisco fue trasladado en el siglo XVI por el Papa Sixto V a la Plaza de San Pedro.
Era una antigua pista de carreras, lugar de reunión para espectáculos populares situado en Roma.
Situado en el valle entre los montes Avelino y palatino, el lugar fue utilizado primero para juegos públicos y entretenimientos por los reyes etruscos de Roma.
Algo después, el Circo fue el lugar destinado a los juegos y fiestas públicas tomados de los griegos en el S: II a.C II. La demanda de entretenimientos populares a gran escala por parte de la ciudadanía romana llevó a Julio César a ampliar el Circo sobre el 50 a.C., tras lo cual la pista medía aproximadamente 600 metros de largo, 225 metros de ancho y podía albergar a unos 150.000 espectadores sentados.
César Augusto erigió un obelisco egipcio en la pista.
El obelisco fue trasladado en el siglo XVI por el Papa Sixto V a la Plaza de San Pedro.
NOCHE BLANCA EN ROMA
Con motivo de la Beatificación de Juan Pablo II, la diócesis de Roma ha organizado lo que el vicario de Roma, el cardenal Agostino Vallini, ha denominado "noche blanca de las iglesias". Así, durante esta noche ocho iglesias del centro de Roma permanecerán abiertas y acogerán actos eucarísticos y conciertos de preparación para la ceremonia de beatificación.
Los templos se encuentran en el recorrido desde el Circo Máximo a la Plaza de San Pedro.
IGLESIA DE SANTA INES
SAN MARCOS DEL CAMPIDOGLIO
SANTA ANASTASIA
LA IGLESIA DEL JESUS
SANTA MARÍA EN VALLICELLA
SAN JUAN DE LOS FLORENTINOS
SAN ANDRÉS DE LA VALLE
SAN BARTOLOMÉ DE LA ISLA
Para hacer más amena la espera de los peregrinos, hasta que a las 5.30 se abra la Plaza de san Pedro al público para acoger a los peregrinos.
Los templos se encuentran en el recorrido desde el Circo Máximo a la Plaza de San Pedro.
IGLESIA DE SANTA INES
SAN MARCOS DEL CAMPIDOGLIO
SANTA ANASTASIA
LA IGLESIA DEL JESUS
SANTA MARÍA EN VALLICELLA
SAN JUAN DE LOS FLORENTINOS
SAN ANDRÉS DE LA VALLE
SAN BARTOLOMÉ DE LA ISLA
Para hacer más amena la espera de los peregrinos, hasta que a las 5.30 se abra la Plaza de san Pedro al público para acoger a los peregrinos.
VIGILIA POR LA BEATIFICACIÓN DE JUAN PABLO II
Unos 200.000 peregrinos asistirán esta noche a la vigilia por la beatificación de Juan Pablo II
Los actos de la vigilia, a los que asistirá desde su estudio del Vaticano el actual Pontífice, Benedicto XVI, durarán unas dos horas y empezarán con una procesión de velas llevadas por los jóvenes de la diócesis de Roma hasta el altar, que se ofrecerán a una imagen de la Virgen Salus Populi Romani, patrona de la ciudad.
Virgen Salus Populi Romani
La primera parte de la ceremonia consistirá en recordar las palabras y gestos de Juan Pablo II a través de los testimonios de personas que le conocieron bien, como su secretario personal, el ahora arzobispo de Cracovia, el cardenal Stanislaw Dziwisz, y el exportavoz de la Santa Sede, el español Joaquín Navarro-Valls.
También participará la religiosa Marie Simon-Pierre, cuya milagrosa curación permitió que Juan Pablo II fuera beatificado.
Además, se intercalarán estos testimonios con varios vídeos que mostrarán imágenes del papa polaco, junto con algunas frases dirigidas sobre todo a los jóvenes, según ha explicado el Director de la Oficina Litúrgica de la Diócesis de Roma, monseñor Marco Frisina. Esta primera parte concluirá con el canto Totus Tuus que fue redactado con motivo del 50º aniversario de la ordenación sacerdotal de Juan Pablo II.
http://youtu.be/_b3VzYEvHVI
lA SEGUNDA PARTE
Durante la segunda parte, los participantes en la vigilia rezarán los Misterios Luminosos del Rosario, instituidos por Juan Pablo II. Este rosario se celebrará en conexión vía satélite con cinco santuarios marianos, que rezarán con los peregrinos de Roma por la juventud, por la familia, por la evangelización, por la esperanza y la paz de las naciones y por la Iglesia.
Otro de los momentos álgidos de la vigilia tendrá lugar sobre las 22.30, cuando Benedicto XVI impartirá la bendición a los participantes a través de un vídeo en directo desde su estudio del Palacio Apostólico del Vaticano
La vigilia finalizará con el canto del Salve Regina y un encendido de velas.
CAMISETA ENSANGRETADA DE JUAN PABLO II
La camiseta interior que llevaba el Papa Juan Pablo II el día que sufrió el atentado de 1981, que estuvo a punto de costarle la vida, será mostrada al público este fin de semana en un convento deRoma.
Protegida por un vídrio, la reliquia será mostrada en el interior de una capilla de un convento situado en una isla de verdor en un barrio de Roma.
La camiseta, bordada con las iniciales JP, fue abandonada en la sala de operaciones, antes de que la enfermera Anna Stanghellini la rescatase y la conservase en secreto varios años. La enfermera, que no tiene familia, confesó su secreto a la monja Beatrice en el 2000 y el Vaticano cedió la prenda a las Hijas de la Caridad.
Fuente: El periodico.com
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