El ritmo semanal con el domingo como día central es el primer eslabón de la cadena del Año litúrgico. Con el tiempo, un domingo destacó sobre los demás: fue el domingo de Pascua.
En rigor, todos los domingos del año son domingos pascuales, pascua semanal.
El nombre «domingo» proviene del latín dies Dominica ('día del Señor'), debido a la celebración cristiana de la Resurrección de Jesús. En la antigua Roma se llamaba a este día dies solis ('día del sol').
El domingo es, tradicionalmente, el séptimo día de la semana civil en la mayoría de los países de habla hispana.
A nivel internacional, el estándar ISO 8601 del año 2004 estableció que la semana comienza en lunes y termina en domingo, considerándolo, de esta manera, el último día del cómputo semanal. Sigue al sábado y precede al lunes.
El domingo es el primer día de la semana litúrgica en la tradición cristiana, al igual que lo es en otras tradiciones culturales.
El domingo es considerado un día feriado o festivo en la mayoría de los países del mundo y es parte del fin de semana.
Solamente países influidos por la cultura islámica o judía tienen el viernes o el sábado como el día feriado semanal.
El calendario gregoriano se repite cada 400 años y ningún siglo comienza en domingo. El año nuevo judío jamás cae en domingo.
La Iglesia desde el Siglo V ha impuesto la obligación de santificar el día del Señor, día que comienza en las Vísperas, o sea, en la tarde anterior (sábado) siguiendo la costumbre judía de contar los días. También las solemnidades comienzan en la Víspera.
Por este motivo la misa vespertina del sábado "vale" para cumplir el precepto dominical porque en rigor ya es domingo.
El domingo pascual, núcleo del Año litúrgico, quedó fijado por el Concilio de Nicea
reunido el año 325 que dispuso que la Pascua se celebrase el domingo posterior al primer plenilunio del equinoccio de primavera, o dicho de otra manera, el domingo que sigue a la primera luna llena que haya después del 22 de marzo.
Por este motivo, la Pascua de Resurrección es fiesta variable, ya que depende de la luna y necesariamente deberá oscilar entre el 22 de marzo y el 25 de abril.
Una vez fijado el domingo pascual de cada año se establecen los demás tiempos movibles y sus fiestas: el tiempo pascual (cincuenta días posteriores) y el tiempo cuaresmal (cuarenta días atrás) además de las solemnidades que dependen de la fecha de Pentecostés (Santísima Trinidad, Corpus Christi, Sagrado Corazón).
A la luna llena de la primavera se le llama Luna de Parasceve
Es la primera luna llena de la primavera que determina la fecha de la Semana Santa.
Entre los judíos esa luna era conocida como Luna de Parasceve, que viene a significar preparación.
Tenía lugar en el mes de Nisán, mes con el que se iniciaba el antiguo calendario hebreo, que comienza su cuenta cuando los israelitas salen de Egipto y se liberan de la esclavitud.
En la noche de luna llena después del equinoccio de primavera, los judíos comienzan a celebrar la liberación del pueblo hebreo de la esclavitud de Egipto en la Pésaj o Pascua judía, el 15 de Nisán. «La elección por parte de los judíos de que fuera una noche de luna llena la escogida para la celebración de la Pascua tiene también un carácter eminentemente práctico, dado que muchos de ellos se encaminaban esa noche hacia Jerusalén para dicha celebración y, siempre que el cielo estuviera despejado, la luna era su aliada para alumbrarles el camino en medio de la noche»,
Todos los evangelistas afirman que Jesús murió el día de la « parasceve», es decir, el día de la preparación, que era viernes. Según los sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas), celebró la Pascua judía con sus discípulos el 15 de Nisán y horas después fue apresado, juzgado y condenado a muerte. Ese mismo día murió en la cruz en el Gólgota.
No hay comentarios:
Publicar un comentario