NAJERA
Se deja el albergue y cogiendo la calle del Mercado se llega al Monasterio de Santa María la Real
En 923 el rey de León Ordoño II, en alianza con el reino de Pamplona, conquista Nájera a los musulmanes. Unos años antes, en 918 Sancho Garcés I de Pamplona había nombrado a su hijo García Sánchez rey de Nájera después de conquistar, junto con los leoneses, buena parte de La Rioja.
En 1035 sube al trono del reino de Nájera-Pamplona García Sánchez III, conocido como García el de Nájera. Según la leyenda, en 1044 descubrió una imagen de la Virgen en una cueva, mientras estaba cazando; siguiendo a su halcón encuentra una pequeña capilla hecha en la cueva con la imagen de la Virgen, un ramo de azucenas (símbolo del monasterio) y una campana. La imagen recibe el nombre de Santa María en la Cueva y se decide construir un templo con un monasterio. El templo sería consagrado y acabado el 12 de diciembre de 1052.
Erigido en el año 1032, sufrió numerosas reformas en el siglo XV.
Su apariencia exterior de fortaleza contrasta con la belleza ornamental del claustro de los Caballeros, así denominado por el gran número de nobles que en él tienen sepultura.
La iglesia alberga un magnífico trabajo de talla en el coro, un brillante retablo Mayor con la imagen románica de la titular del templo.
El panteón Real, con sepulcros de una treintena de monarcas;
el mausoleo de los duques de Nájera y, en la cripta, la cueva donde según se relata se le apareció la Virgen al rey don García, que ordenó la construcción del recinto.
Enfrente del cenobio se encuentra el Museo Histórico Arqueológico Najerillense,
con secciones de Prehistoria, Romano, Medieval, Etnografía y Pintura, y materiales procedentes de la comarca de Nájera.
También es de interés la parroquia de Santa Cruz y su linterna sobre pechinas, situada en la plaza de San Miguel.
Desde principios del siglo XII la parroquia se ubicó en una capilla de la iglesia del monasterio de Santa María la Real.Su apariencia exterior de fortaleza contrasta con la belleza ornamental del claustro de los Caballeros, así denominado por el gran número de nobles que en él tienen sepultura.
La iglesia alberga un magnífico trabajo de talla en el coro, un brillante retablo Mayor con la imagen románica de la titular del templo.
El panteón Real, con sepulcros de una treintena de monarcas;
el mausoleo de los duques de Nájera y, en la cripta, la cueva donde según se relata se le apareció la Virgen al rey don García, que ordenó la construcción del recinto.
Enfrente del cenobio se encuentra el Museo Histórico Arqueológico Najerillense,
con secciones de Prehistoria, Romano, Medieval, Etnografía y Pintura, y materiales procedentes de la comarca de Nájera.
También es de interés la parroquia de Santa Cruz y su linterna sobre pechinas, situada en la plaza de San Miguel.
Debido a los constantes conflictos entre los monjes y los clérigos, estos últimos obtienen en 1552 una bula de Julio II que autoriza la construcción de una nueva parroquia fuera del monasterio.
Está declarada Monumento Nacional. El altar mayor está presidido por un cristo romanista tallado hacia 1590.
Por la calle Costanilla y se abandona Nájera por una pista arcillosa.
breve dejamos a un lado una nave agrícola y cruzamos sobre el arroyo de Pozuelos o Valdecañas (Km 1,8).
Sobre brea y, de nuevo, tierra, llegamos definitivamente a una pista asfaltada (Km 3,8) que conduce directamente hasta Azofra, villa agrícola asentada en la fértil vega del río Tuerto.
La mejor prueba de su pasado jacobeo es la fundación, ya en el año 1168, de un hospital y un cementerio para peregrinos.
AZOFRA
El Camino atraviesa Azofra sin dejar la calle Mayor, se entra y se sale del pueblo por la misma calle que está repleta de casas de piedra con escudos nobiliarios.
La Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles que posee una talla de Santiago Peregrino.
La iglesia del pueblo dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles fue edificada en los s. XVII-XVIII. Consta de nave de tres tramos y torre almenada. Su altar mayor está compuesto de retablo de tres cuerpos y ático de mediados del s. XVII.
En el primero San José, San Roque y María Magdalena en el centro, como patrona de la villa. En el central, Pedro, Pablo y Nuestra Señora de los Ángeles. Y en el tercero, el apóstol Santiago Peregrino, San Buenaventura y San Antonio de Padua. *Azofra, villa riojana del Camino
Junto a la Iglesia Parroquial se sitúa uno de los tres albergues con los que cuenta la localidad y que está dedicado a Isabel de Azofra. Además de éste, la villa cuenta con otros dos edificios para los peregrinos,
La tradicional hospitalidad de Azofra viene de lejos; ya en el siglo XII, en el año 1168, doña Isabel fundó en Azofra un Hospital de peregrinos, cuya iglesia estaba dedicada a San Pedro y disponía, además, de un cementerio para los peregrinos que fallecían en el Camino.
El Hospital de Azofra pervivió hasta el siglo XIX. Actualmente no quedan restos
El Ayuntamiento de Azofra ha dedicado también una calle a los transeúntes que van hasta Santiago de Compostela, la calle del Peregrino, que une la calle Mayor con la calle de Las Parras; además, la concha de peregrino está presente en todas las placas que señalizan las diferentes calles de la localidad.
Nos despedimos del pueblo junto a la Real Casona de las Amas,
antigua residencia de familia ilustre que ha sido rehabilitada para el turismo. En el lado opuesto u parque dedicado a la Virgen de Valvanera, patrona de La Rioja.
A la salida tomamos un corto tramo de la LR-206 y, al llegar junto a la fuente de los Romeros, nos desviamos a mano izquierda para retomar la jornada por pistas. Pasado más de un kilómetro nos topamos con una picota de mediados del XVI, símbolo de justicia
En los próximos kilómetros el trazado de la etapa se acerca durante algún tramo al de la N-120 y cruza la carretera de Alesanco
En cuanto al paisaje, los campos de cereal van arañando progresivamente el terreno a la vid, señal de que Castilla está cerca, aunque hasta mañana no daremos el adiós definitivo a La Rioja.
Tras un repecho tendido de un kilómetro llegamos junto a un merendero (Km 13), buen lugar para dar cuenta del almuerzo.
A escasos diez minutos nos encontramos con un club de golf y un complejo residencial que han construido a las afueras de Cirueña, población a la que llegamos posteriormente.
CIRUEÑA
El Camino pasa por el perímetro de Cirueña sin entrar en el casco urbano. Salimos del pueblo por un breve tramo de carretera hasta una enorme rotonda adornada con esculturas de una concha y un peregrino y giramos a la izquierda para tomar un camino de tierra.
Tras una suave ondulación se descubre Santo Domingo de la Calzada, donde como un faro vigía despunta la torre barroca de la catedral.
El prólogo a Santo Domingo son varios almacenes y naves (Km 19,5).
SANTO DOMINGO DE LA CALZADA
Después seguimos junto a la carretera de acceso que conduce hasta las calles 12 de mayo
y calle Mayor,
donde está el ambicioso albergue de peregrinos.
Nos encontramos en la ciudad del famoso milagro de la gallina, que cantó después de estar asada, en recuerdo del cual en la catedral hay siempre un gallo y una gallina viva.
Se deja el equipaje y un descansito y a ver el gallo y la gallina.
Y por la misma calle del albergue, calle Mayor, nos conducen a la Plaza del Santo donde se encuentran la Catedral de El Salvador, la Torre-campanario.
La primitiva iglesia románica fue construida, bajo la advocación del Salvador y Santa María, a la que Alfonso VI, realizó la donación de un terreno, para su construcción en 1098.
Fue consagrada en 1106 por el obispo Don Pedro Nazar, convirtiéndose en Colegiata hacia 1158 y Catedral después de 1232, siendo desde entonces sede del obispo de Calahorra-La Calzada.
La construcción de la iglesia actual, comenzó en 1158, conservando gran parte de la antigua, estos trabajos fueron dirigidos por el maestro Garçion. En el siglo XVI, la parte derecha del transepto, fue elevada para realizar la tumba de Santo Domingo. Esta construida como una iglesia de peregrinaje, ya que se encuentra en el camino francés a Santiago de Compostela, con un característico deambulatorio, tras el altar mayor, que permite la circulación dentro de la catedral.
El templo presenta tres naves, una central y dos laterales, que se comunican por detrás del altar, en la cabecera de la planta, dan lugar a una girola.
Como la planta es de cruz latina existe crucero y en el altar mayor se dispone en el lateral izquierdo del crucero, al igual que el retablo obra de Damián Forment, mirando a la puerta sur de la concatedral y junto al crucero donde se instala el acceso a la cripta del Santo y el gallinero.
El escultor del renacimiento, Damián Forment, dejó en la catedral una de sus más grandiosas obras, la del retablo mayor, actualmente en el crucero norte de la Catedral.
Y después de la visita a descansar
Fotos de internet
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