La catedral de León fue diseñada sin claustro..
El claustro, distribuidor de los espacios anexos a la Catedral por su costado norte, se comenzó a construir a finales del siglo XIII, concluyéndose durante el primer tercio del XIV.
Esta construcción cubrió la entrada norte que, desde entonces, quedó resguardada.
Aparte de su arquitectura, son muy destacables los elementos escultóricos y decorativos que lo exornan. Si la limpieza del gótico no permitía dentro del templo grandes exhuberancias artísticas, los artistas encontraron en el claustro un lugar idóneo para ellas. Abundan toda clase de temas, bíblicos y profanos. Representa un conjunto funerario poco común entre los claustros españoles, aunque la mayoría de sus nichos y sarcófagos marcan una fase decadente dentro del siglo XIV.
Este claustro tiene una planta cuadrada de 30 metros de lado, posee seis intercolumnios por lado y 24 pilares en total, respondiendo a las proporciones establecidas en los claustros cistercienses.
Se accede a él a través de la portada norte, en cuyo parteluz se alza la Virgen del Dado. 19
En frente la puerta que sale al Claustro
Además, en el dosel que cobija a la Virgen, aparece la Sagrada Forma con el anagrama de Cristo. En el siguiente arco aparece la Visitación de la Virgen a santa Isabel. El resto de los tableros muestran a Santiago Matamoros, san Sebastián, san Miguel pisando el dragón y san Roque, con sombrero y perro. En todos estos relieves se ve la mano de artistas de primera línea, próximos a Juan de Juni. Los chapiteles que se alzan en el claustro remataban el hastial oeste, del siglo XVI, y fueron desmontados, por razones estéticas, en la reforma del siglo XIX.
En el centro del patio y por diversos lugares del claustro se conservan restos de los hastiales oeste y sur, que fueron desmontados durante las restauraciones del siglo xix por los arquitectos "purificadores" de la catedral.
Los arcos apuntados y capiteles del muro interior presentan escenas bíblicas y de la vida cotidiana, mostrando de nuevo el diálogo de lo divino y lo humano, típico del gótico.
Los murales entre las arcadas del claustro fueron pintados con los episodios de la vida de Cristo por Nicolás Francés en los años 60 del siglo xv, aunque algunos de ellos son obra posterior de Lorenzo de Ávila y otros.
A comienzos del siglo xvi, Juan de Badajoz el Mozo rehízo las bóvedas del claustro. Aprovechó los lienzos y los arcos formeros y montó 28 bóvedas de crucería complicadas y decoradas.
Filacterias y medallones presentan un complejo programa iconográfico, vinculado con la Virgen de Regla.
Bajo las bóvedas puede observarse una completísima colección de sepulcros que revelan las etapas de la actividad escultórica catedralicia, pero siendo en su mayoría obras tanto del siglo xiii como del siglo xiv.
En el XV se pintaron los frescos de sus muros, y, hacia el año 1540, bajo la dirección de Juan de Badajoz el Mozo, se rehizo la cubierta con sus complicadas bóvedas, los pilares exteriores de las galerías, y sus contrafuertes.
Todo ello resulta un conjunto armónico y airoso, donde se articula magistralmente lo medieval con lo renacentista.
.
Pasada la puerta del Museo, aparece nuevamente una cocina medieval, donde los cocineros saborean los caldos y se celebra un suculento festín, amenizado por elegantes danzarines.
Además de estos temas, hay varios sepulcros de indudable interés, tanto histórico como artístico.
Especial significación tiene el sepulcro de Juan Martínez de Grajal, canónigo e ilustre jurista. Se encuentra en el tercer intercolumnio del mismo muro occidental. Por su contenido moral transcribimos el texto de su lápida: "Oh, tú, quienquiera que seas, que pasas y contemplas la mezquina superficie de este mármol, mira la vanagloria del mundo. Fui canónigo de León y estudié las leyes civiles para proteger a los necesitados; un hombre cubierto de títulos y unas sienes coronadas de laurel proclaman mi amor a la justicia. Pero ¿para qué sirven tales honores y la multitud desolada de amigos y deudos?. Nadie puede ayudarte en este trance. Mi patria fue Grajal y Juan tuve como nombre. El espíritu asciende a lo alto, mas los huesos quedan bajo la piedra".
Trano Sur
Las pinturas murales fueron realizadas en el siglo XV por Nicolás Francés, con la intervención de otros pintores, como Carrancejas, Lorenzo de Ávila. En ellas se narra la historia de la Redención, desde la familia de la Virgen hasta la venida del Espíritu Santo el día de Pentecostés. El gran deterioro que sufren se debe al hecho de permanecer a la intemperie. Fueron muy restauradas a principios de siglo por Juan Torbado. Acaso lo más llamativo del claustro sea la obra de Juan de Badajoz el Mozo. Comenzó a trabajar el año 1540, y con él colaboraron escultores como Doncel, Bautista, Vázquez, Angers, etc.
En el tercer tramo del lienzo sur está el de Munio Ponzardi, muerto a mediados del siglo XIII. Bajo un sencillo arco proveniente de la construcción románica, se cobija una Virgen con el Niño, llamada del "Foro y Oferta", a quienes un clérigo presenta un pequeño edículo, que nos recuerda las edificaciones del románico zamorano y salmantino. Ante este grupo se presenta la ofrenda anual que el Ayuntamiento leonés hace a la Virgen de Regla en agradecimiento por haber sido liberado del tributo de las cien doncellas que los reyes cristianos tenían que entregar cada año al rey moro.
No obstante esta interpretación, de hondas raíces populares, la escena se refiere al compromiso que los clérigos de san Isidoro debían de satisfacer cada año, presentando a la titular de la Catedral unos kilos de manteca y miel, en reconocimiento de su sometimiento a la iglesia madre.
Iconográficamente tiene mayor importancia el sepulcro de Domingo Juan, fallecido en 1272. Se encuentra en el muro occidental, próximo a la puerta de la Gomia.
En él aparece Cristo Majestad acompañado por la Virgen y el apóstol Santiago, en sustitución de san Juan. Junto a él está el del Deán Martín Fernández, descubierto por Juan Torbado el año 1911.
Presenta un arco ojival dividido por sencillo mainel que forma huecos gemelos. En el registro inferior figura la adoración de los magos, con gran estilización formal. María sujeta al Niño sobre sus rodillas mientras le mira, creándose un atrevido movimiento en ambas figuras. Se trata de una obra maestra, ejecutada por el mismo artista que trabajó en el Juicio final de la portada.
Las bóvedas de crucería están cuajadas de terceletes, cuyos elementos sé cubren de grotescos, carteles filacteria, pinjantes en esviaje, y hermosos medallones. Todo ello de gran trascendencia para el futuro del arte leonés.
En el lado norte, cuelgan los bustos de Jeremías, Isaías, Ezequiel y Daniel. Con ellos, los grandes Padres de la Iglesia: Gregorio, Agustín, Ambrosio y Jerónimo. En medio, el relieve de la Virgen, con claras connotaciones de Becerra.
Sobre la galería oriental figuran los medallones de Jonás, Ciro, San José, Habacuch, Sansón, Judas Macabeo, Dalila y otro personaje femenino. Y, por fin, en el lado sur, David, Salomón, Natael, Joaquín, San José y Gamaliel.
Responden a una forma sinóptica de representar la genealogía de la Virgen, que ocupa el punto central. Aunque tenga un aire barroquizante, como todo lo de Badajoz, estamos ante una de las creaciones más importantes del renacimiento leonés.
Tiene gran originalidad el retablo de piedra que ocupa el ángulo NE
Tiene gran originalidad el retablo de piedra que ocupa el ángulo NE. Fue hecho, también, por Juan de Badajoz el Mozo. Se compone de dos cuerpos y tres calles, más una independiente. Destaca el templete eucarístico reproducido en su lado izquierdo, inspirado en la orfebrería de los Arte.
Todos sus campos se decoran con medallones, carteras, bucráneos, columnas abalaustradas, etc. Estuvo dedicado a Nuestra Señora de los Milagros.
CLAUSTRO Y SUS DEPENDENCIAS
Quizás el último sea la capilla que desde 1667 honra la memoria del Conde de Rebolledo y que nunca ha estado abierta al público
En la actualidad sus crujías alojan las figuras de las jambas de la portada occidental de la catedral, pendientes de restauración.
Las estatuas góticas que decoraban el pórtico de la catedral de León se retiraron en 2009, y desde entonces se han barajado varias posibilidades para que la fachada pudiera recuperarlas una vez que se evitado su total deterioro por el "mal de la piedra".
A su alrededor se agrupan diversas dependencias, entre ellas, el actual Museo Catedralicio
Capilla del Conde Rebolledo 38
Honra la memoria del Conde de Rebolledo y que nunca ha estado abierta al público
Capilla de san Nicolas 37
Subiendo por una bellísima escalera capitular 36 renacentista ,hecha también por, Juan de Badajoz
Museo Diocesano 39
ó este bello y singular Calvario gótico,en el que Cristo esta yacente acompañado por la Virgen María y San Juan
No hay comentarios:
Publicar un comentario