Día admirando el arte religioso de esta gran ciudad
BASÍLICA DE SAN SERVÍN
También conocida como basílica de San Saturnino de Tolosa, es un templo católico de la ciudad de Toulouse ubicado en el departamento francés del Alto Garona.
Es uno de los edificios emblemáticos de la ciudad, la iglesia románica más grande de Occitania y la segunda más antigua de toda Francia, después de la abadía de Cluny.
En el lugar donde cayó su cuerpo exángüe se alza hoy la iglesia del Taur, a medio camino entre Capitole y Saint-Sernin.
La iglesia primitiva funciona hoy como cripta y puede visitarse. Allí descansa el cuerpo de quien le dio nombre a la basílica, consagrada como tal en 1778, momento hasta el cual fue una iglesia escolar.
La basílica de San Sernín forma parte de los bienes inscritos en el Caminos de Santiago en Francia, declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1998 con el código 868-045.1
Es una de las mayores iglesias de estilo románico en Europa, famosa por la calidad de su tímpano tallado (uno de los primeros de su tipo) y sus capiteles románicos.
Historia de la basílica de San Sernín
Dibujo de la basílica de finales del siglo XIX.
La construcción actual de la basílica fue decidida a finales del siglo XII. La capilla que se había construido en el siglo V, en el emplazamiento de la actual basílica, se había hecho demasiado pequeña para un número creciente de fieles.
La comunidad de canónigos
Alrededor de la tumba del santo se reunió una comunidad de canónigos, organizada por el obispo de Toulouse y relacionada con los canónigos de la catedral de Saint Étienne.
Esta comunidad se encuentra mencionada documentalmente por primera vez en 844. A mediados del siglo XI el centro monástico pasó por un período de relajamiento de las costumbres. El obispo Isarn, que ya había reformado la canónica de la catedral, renovó también esta con la oposición de los canónigos, por lo que fueron expulsados y el lugar quedó bajo la tutela de Moissac (1082). El conflicto lo cerró el papa Gregorio VII, devolviendo los canónigos a su sitio (1083).
La basílica era entonces colegial, es decir, una iglesia con un colegio de canónigos dirigidos por un abad. Este último se oponía frecuentemente al obispo tolosano con la catedral de San Esteban mucho menos resplandeciente que la de San Sernín.
Toulouse recibía entonces la visita de numerosos peregrinos a través del camino de Santiago, el cual termina en la catedral de Santiago de Compostela o para venerar las reliquias de san Saturnino.
La construcción comenzó en el año 1080 por el ábside detrás de la capilla. Todavía se puede visitar hoy la iglesia primitiva, que hace las veces de cripta. Acoge algunas reliquias sagradas. Dieciséis años después del comienzo de la construcción, en 1096, el papa Urbano II consagró el altar.
Cripta de la basílica.
Iglesia
San Sernín continuó siendo una sencilla iglesia escolar hasta el 1778, fecha en la que fue finalmente consagrada como basílica. Durante la Revolución, el capitolio de San Sernín fue suprimido.
La iglesia fue parcialmente modificada en la época gótica y en el Renacimiento. En el siglo XIX, fue restaurada por Eugène Viollet-le-Duc. Restablece entonces el escalonamiento de los tejados de los laterales y de la nave principal que había sido suprimida en el siglo XIV. Al final del siglo XX, una restauración suprimió nuevamente el escalonamiento de Viollet-le-Duc reemplazándolo por el estado del siglo XIV.
Un magnífico claustro y una abadía se hallaban al norte de la basílica, pero fueron derruidos durante el siglo XIX. El Museo de los Agustinos posee algunos restos y trozos de esculturas.
El gran número de reliquias encontradas en Saint-Sernin lo convierte en un importante núcleo de peregrinación del Camino de Santiago y ha determinado su plan arquitectónico con dobles colaterales y ambulatorio que lo convierten en el arquetipo de las grandes iglesias de peregrinación.
Arquitectura de la basílica
San Sernín se inscribe en un conjunto de edificios con las mismas características: Santa Fe de Conques, San Marcial de Limoges, San Martín de Tours y Santiago de Compostela.
Se trata de edificios de grandes dimensiones que poseen un transepto sobresaliente cuyos laterales prolongan los de la nave y un ábside mayor rodeado por un deambulatorio con capillas.
El alzado de las tribunas sigue los colaterales de la nave, del transepto y del coro.
La iglesia
Exterior
Tanto los absidiolos, como la girola, y la capilla mayor culminan en una cornisa pétrea sostenida por numerosos canecillos o ménsulas figuradas.
Portada Oeste
La sobria fachada occidental de la iglesia muestra tres niveles en altura, la portada de acceso de dos arcos de medio punto geminados, escoltada por dos estrechas ventanas de medio punto a cada lado, una galería de arcos de medio punto y un gran óculo central en el hastial de la fachada enmarcado por un gran arco apuntado de impronta gótica.
Portada de los Condes
Arcosolio funerario de los condes de Toulouse. (Foto de Jesús Díaz). Observamos en esta imagen un arcosolio funerario situado en el muro sur del transepto meridional. Está protegido por una verja metálica y cobija en su interior tres sarcófagos labrados y sostenidos por fustes de columnillas románicas con capiteles.
El sarcófago pétreo central muestra en su cara frontal una arquería de medio punto con personajes erguidos. El arco alterna dovelas de piedra blanca y de ladrillo rojo, contraste cromático realmente atractivo y que recuerda a las arquerías de la Mezquita de Cordoba y al acueducto romano de los Milagros de Mérida, como ya hemos comentado anteriormente.
PORTADA MIÈGEVILLE Y RENACENTESTA
Portada renacentista en primer término y portada Miègeville al fondo. (Foto de Jesús Díaz). Vemos en la imagen superior el portal del siglo XVI como bello vestigio del muro de cierre que en época renacentista envolvía la basílica.
Se estructura como una arco de triunfo totalmente de piedra, de un solo vano de medio punto, flanqueado por dos columnas adosadas a pilastras, con tondos circulares en las enjutas, con un entablamento que exhibe una cartela central flanqueada por decoración vegetal y frontón triangular que enmarca un tímpano ornamentado con una columna central vertical rodeada por motivos vegetales a modo de grutescos simétricos
La portada de Miégeville o de Media Villa
es la puerta principal de la basílica y se abre en un cuerpo ligeramente avanzado del muro sur de la iglesia. Se compone de un sólo vano de medio punto, un dintel sobre dos ménsulas, un tímpano esculpido, jambas abocinadas con dos columnas con sus respectivas basas y capiteles figurados que sostienen dos arquivoltas lisas, aboceladas, y, como coronamiento, un tejaroz compuesto por una cornisa y varios canecillos. En las enjutas del arco apreciamos dos grandes placas verticales esculpidas centradas por los apóstoles Santiago y San Pedro.Todo ello realizado en piedra.
En el tímpano de la portada compuesto por cinco placas pétreas verticales se representa la escena de la Ascensión de Cristo a los cielos.
En el centro vemos a Cristo de pie que alza las manos, gira su cabeza hacia la derecha del espectador, y es ayudado en su ascensión por dos ángeles.
Le escoltan otros dos ángeles más que llevan cetros coronados en cruz. Dos ángeles adicionales completan la escena en los extremos del tímpano con sus cuerpos inclinados adaptados a la arquitectura de la portada. Cristo luce un nimbo crucífero con las letras alfa y omega y las inscripciones Dels Pater y Rex.
En el dintel, que se compone de tres piedras, probablemente procedentes de sarcófagos reutilizados, se representa un apostolado que alza sus cabezas y miradas hacia el centro del tímpano, hacia Cristo. Se identifica a Pedro con las llaves y a San Pablo, calvo, en el centro del dintel.
En los extremos del friso vemos dos ángeles, el de la izquierda porta gorro frigio y el de la derecha un rótulus o rollo. La separación del tímpano y del dintel se realiza mediante un friso de hojas de vid y racimos de uva, seguramente con simbología eucarística. El dintel representa lo terrestre, el tímpano lo celeste. El dintel apea en dos bellas ménsulas, la izquierda con la representación del rey David y la derecha con la representación de dos personajes con gorros frigios, con un pie calzado y otro descalzo, sentados sobre dos leones.
Placa relivaria en la enjuta izquierda. Imagen de Santiago Apóstol. (Foto de Jesús Díaz). A la izquierda de la portada vemos esta hermosa placa relivaria donde se representa erguido y barbado al apóstol Santiago
Vemos en la imagen el conjunto escultórico situado en la enjuta derecha del portal de entrada donde se representa al apóstol San Pedro erguido, como joven imberbe (poco habitual), en posición frontal, vistiendo túnica y manto
Es en esta época que se decidió rehacer completamente la iglesia de Saint Sernin.
La cabecera se levantó a finales del siglo XI, entre el 1080 y 1096. El resultado de las construcciones que se fueron sucediendo a lo largo del tiempo es una grandiosa iglesia de cinco naves y un amplio crucero de tres naves. En la intersección de la nave y el crucero se levanta el campanario. El ábside principal con deambulatorio, remata la nave central y está provisto de cinco absidiolos. Tiene una interesante cripta dividida en dos niveles.
Tan importantes son estos rasgos comunes que se puede hablar de una “familia” procedente de idénticas preocupaciones: adaptar la arquitectura a las funciones múltiples de una iglesia donde las muchedumbres de peregrinos veneran el cuerpo de un santo, y permitir la custodia por los canónigos, dándoles al mismo tiempo la posibilidad de celebrar dignamente los oficios religiosos en el coro. A este grupo de iglesias se les llama habitualmente iglesias de peregrinación, de las cuales San Sernín es, con diferencia, la más conocida y visitada.
La cabecera tiene nueve capillas radiales separadas por tramos de ábside. La fachada occidental es un simple cerramiento en la que se puede observar las bases de las dos torres laterales iniciadas y nunca terminadas. La longitud total del exterior de la iglesia llega a unos 120 m. Con el objeto de sostener el campanario sobre el crucero, los cuatro pilares torales se engrosaron considerablemente.
Leyenda: 1. Puerta Condes - 2. Enfeu de los Condes - 3. Antigua portada de la abadía - 4. Puerta Miégeville - 5. Portada occidental - 6. Emplazamiento del antiguo claustro - 7. Capilla de San Pedro - 8. Sacristía - 9. Capilla del Crucifijo - 10. Capilla de las almas del purgatorio - 11. Cap. de la Inmaculada Concepción - 12. Cap. de San Jorge - 13. Cap. del Santo Espíritu - 14. Cap. de San Marcial, San Cyr y Santa Julieta - 15. Cap. de Santa Silvia - 16. Cap. de la Virgen - 17. Cap. de San Germán - 18. Altar mayor - 19. Pintura románica: Noli me tangere - 20. Ciclo de Resurección - 21. Pintura representando San Agustín - 22. Restos de pinturas: la Crucifixión
En el interior, cinco naves abovedadas nos llevan hasta la capilla mayor con un baldaquino de madera esculpida y mármol. Hay que bajar a la cripta para ver los restos de los santos, y, a su alrededor, las santas reliquias, testimonio del pasado de esta iglesia de peregrinación.
San Sernín, de enorme importancia como ejemplo consumado de la arquitectura de peregrinación, tiene además decoraciones que ocupan un lugar destacado en la historia de la escultura románica. En la pared del deambulatorio están empotrados siete bajorrelieves de mármol: un Cristo Majestad rodeado de un querubín y un serafín, dos apóstoles y dos ángeles procedentes del taller de Bernard Gilduin, autor también del altar.
Delante de la pared occidental del brazo norte del transepto se encuentra una fiel reproducción del altar, cuyo original, del año 1096, está situado en el centro del cuadro del crucero.
El deambulatorio rodea la tumba de san Saturnino de Tolosa, en una posición elevada y cubierta por un baldaquino barroco que sustituyó, a mediados del siglo XVIII, otro anterior gótico del siglo XIII.
La arquitectura y la historia de la basílica de san Sernín no pueden ser entendidas sin tener en cuenta dos realidades: los peregrinajes y el culto a las reliquias. La mayor parte de los relicarios y de las obras de orfebrería que constituían el tesoro de la Basílica desaparecieron durante la Revolución Francesa. Las criptas contienen, actualmente, los relicarios y las reliquias de san Honorato, san Saturnino, san Felipe, Santiago el Menor, san Simón, san Judas, san Edmundo y san Gil, además de una Santa Espina y una reliquia de la Vera Cruz.
Además, la basílica afirma conservar el cuerpo y la cabeza del apóstol Santiago el Mayor, en abierto conflicto con los mundialmente famosos restos del mismo apóstol conservados en Santiago de Compostela. La tradición local afirma que fue Carlomagno quien se llevó los restos hasta Toulouse desde la ciudad gallega.
Un campanario octogonal
El campanario de la basílica.
Justo sobre el coro, en el crucero, se levanta una torre campanario de 64 metros de altura y forma octogonal. Está constituido por 5 niveles:
El nivel más bajo, contiene en cada cara dos ventanas cubiertos por arcos en mitra.
Los dos niveles siguientes, en ligera retirada respecto al precedente, poseen el mismo tipo de ventanas. Los dos niveles siguientes fueron construidos en la segunda mitad del siglo XIII.
Se caracterizan por contener en cada una de las caras dos ventanas cubiertas de arcos en mitra. Finalmente, en 1478, fue construida una aguja para soportar un globo terminal coronado por una cruz.
El campanario protege un carillón compuesto de 24 campanas.
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