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viernes, 18 de septiembre de 2020

IGLESIA DEL SANTO SEPULCRO DE ESTELLA

La ciudad de Estella, destacado enclave del Camino de Santiago en Navarra, acoge un gran número de edificios religiosos nacidos del auge cultural y económico del siglo XII.




 Uno de ellos, la iglesia del Santo Sepulcro, quedó inacabado. Es ahora la imaginación del visitante la que se sumerge en la Edad Media para reconstruir aquel edificio, cuya sorprendente portada es una de las mejores muestras de escultura gótica de Navarra. 


 Sobre ella afanosos escultores tallaron con delicadeza a los apóstoles y relataron con originalidad diversas escenas de la vida de Jesús. 




La iglesia del Santo Sepulcro se levanta frente al río, en un extremo de la calle Curtidores de Estella, antigua Rúa de los Peregrinos. 





En la orilla derecha del río Ega, próxima a su cauce se comenzó la obra de la iglesia del Santo Sepulcro centro espiritual del barrio de su mismo nombre.

 Se debió de acometer su obra en los inicios del siglo XII, planteándola en origen como iglesia de tres naves con otros tantos ábsides en cabecera.

La iglesia permanece cerrada desde 1881, y aunque no se puede acceder a su interior, la belleza de su portada atrae a numerosos visitantes.



 El templo comenzó a construirse en el siglo XII. Las obras se interrumpieron en el XIV, dejando inacabado el ambicioso proyecto original que pretendía edificar una iglesia de tres naves, similar a San Pedro de la Rúa, San Juan o San Miguel, construidas a finales del Románico en Estella. 

 El Santo Sepulcro contiene una combinación de elementos arquitectónicos de diferentes épocas.

 El ábside de la nave del Evangelio es románico, de finales del siglo XII. 





En el siglo XIV se inició la construcción de las cabeceras de la nave central y de la Epístola, mediante ábsides pentagonales. La obra quedó inconclusa especialmente en la planta y en la cubierta de la nave de la Epístola. 

 La única nave finalizada fue la del Evangelio. 

Cuenta con una fachada gótica de finales del siglo XIII, pero con rasgos propios de la primera mitad del XIV. En ella destaca su gran portada, el mayor atractivo de la iglesia y una de las mejores muestras de escultura gótica de Navarra.

Un recorrido por la portada



Ante la puerta, las figuras de Santiago (en hábito de peregrino jacobeo) y de san Martín de Tours (vestido de obispo y en actitud de bendecir).

La portada del siglo XIV se abre a la Rúa de los Peregrinos. 

La parte superior de la fachada está protagonizada por una galería de 12 arquillos trilobulados en cuyas hornacinas reconocerá a los apóstoles. 






 El tímpano, dividido en tres bandas, relata diversas escenas de la vida de Jesús. En la superior se representa a Cristo crucificado, rodeado de soldados, María y San Juan. En los extremos, descubrirás a dos ladrones. 







 La banda central presenta, de izquierda a derecha, tres escenas. En la primera se relata la visita de las Tres Marías al sepulcro de Jesús, sobre el que aparece un ángel y sus pies duermen tres soldados. En la central se muestra el descenso de Jesús a los infiernos, representado con la boca de un dragón de la que asoman cuatro almas vigiladas por dos demonios. En la tercera escena se aprecia la aparición de Jesús a María Magdalena.

 La banda inferior relata la Última Cena caracterizada por la rigurosa simetría de los personajes y la curiosa alteración de la perspectiva de la mesa para que el espectador pueda contemplar la vajilla.

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