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miércoles, 16 de noviembre de 2022

JERICÓ

JERICÓ



Situado cerca del río Jordán,

 Jericó es una de las ciudades más antiguas del mundo, cuyas ruinas son de un asentamiento que data de 8000 años antes de Cristo.

 La orilla oeste del río Jordán es para los cristianos el lugar habitual de peregrinación que conmemora el bautismo de Jesús por Juan el Bautista. 

Fue aquí, en Jericó, donde Jesucristo devolvió la vista a Bartimeo y convirtió al rico Zaqueo realizando, a favor de estos dos personajes, su ministerio de Buen Pastor. 



Historia 

Importante ciudad del valle del Jordán (Dt. 34:1, 3), en la ribera occidental del río, a unos 8 Km. de la costa septentrional del mar Muerto, y aproximadamente a 27 Km. de Jerusalén. 

Jericó se halla en la parte inferior de la cuesta que conduce a la montañosa meseta de Judá. La ciudad era conocida como la ciudad de las palmeras (Dt. 34:3; Jue. 3:13); la primera mención en las Escrituras se da en relación al campamento de los israelitas en Sitim (Nm. 22:1; 26:3). 

La situación de Jericó, ciudad muy fortificada, le daba el dominio del bajo Jordán y de los pasos que llevaban a los montes occidentales; la única manera de que los israelitas pudieran avanzar al interior de Canaán era tomando la ciudad.

Moisés nunca pudo llegar a estas tierras, quedándose en el Mt. Nebo su última visión de la Tierra Prometida. 


 Josué envió a dos espías para que reconocieran la ciudad (Jos. 2:1-24), el pueblo atravesó milagrosamente el Jordán en seco, y plantaron las tiendas delante de la ciudad. Por orden de Dios, los hombres de guerra fueron dando vueltas a la ciudad, una vez por día, durante seis días consecutivos. 

En medio de los soldados, los sacerdotes portaban el arca del pacto, precedida por siete sacerdotes tocando las bocinas. 



El séptimo día dieron siete veces la vuelta a la ciudad; al final de la séptima vuelta, mientras resonaba el toque prolongado de las bocinas, el ejército rompió en un fuerte clamor, las murallas se derrumbaron, y los israelitas penetraron en la ciudad. 

La toma de Jericó según un grabado de Jean Fouquet.

En cuanto a la fecha, sería alrededor del año 1403 a.C. 


Sito arqueológico de Tell es-Sultán.

Jericó se halla a casi 240 m. por debajo del nivel del mar Mediterráneo, en un clima tropical, donde crecían las balsameras, la alheña, los sicómoros (Cnt. 1:14; Lc. 19:2, 

Las rosas de Jericó eran consideradas extraordinariamente bellas (Eclo. 24:14). 



La antigua Jericó se elevaba muy cerca de las abundantes aguas llamadas en la actualidad ‘Ain es-Sultãn; ésta es indudablemente la fuente que Eliseo sanó (2 R. 2:12-22; Guerras 4:8, 3). La Jericó moderna, en árabe «Er-Riha», se halla a 1,5 Km. al sureste de la fuente.


Queda una necrópolis excavada en las rocas y la Higuera de Zaqueo, un árbol de gran importancia para el peregrino cristiano pues en él acontece un pasaje del Nuevo Testamento relatado en el Evangelio de Lucas, 19, 1-10, es un árbol de tronco ancho y ramas altas y fuertes que da un fruto amarillo parecido al higo.



 La tradición cristiana 


Jericó es la ciudad que Josué, hacia el año 1200 a. C., conquistó de manera pacífica (Jos 2,1-4,24) gracias a las famosas trompetas que, en la simbología bíblica, manifiestan la intervención de Dios: el asedio en Jericó del pueblo de la Alianza mosaica fue un don de Dios. 

 En esta antiquísima ciudad, la ciudad fortificada más antigua conocida hasta la fecha en Oriente, que se remonta a 8.000 ó 9.000 años, se sitúa el Tel- Es-Sultan, una pequeña colina de 15 metros en la que, en los años 1955-56, miss Kenyon dirigió unas excavaciones arqueológicas. 

 Jericó es también el lugar evangélico en el que Jesús curó a dos hombres enfermos: Bartimeo, herido en su físico por la ceguera, y Zaqueo, herido en su alma por sus pecados (Lc 18-19).

 Los pocos sicomoros que aún se encuentran en la actual Jericó recuerdan a los peregrinos el sicomoro sobre cuyas ramas se subió Zaqueo para ver a Jesús. 




  La pequeña iglesia católica latina está dedicada a Jesús, el Buen Pastor, porque, tanto para Bartimeo como para Zaqueo, Jesús fue efectivamente un auténtico Buen Pastor. 

Es la iglesia parroquial de una pequeña comunidad de alrededor de 200 árabes cristianos. A pocos pasos se encuentra la iglesia ortodoxa, que cuenta con unos 250 fieles.

 Dos escuelas católicas (una masculina y otra femenina) reúnen a todos los hijos de las familias católicas y ortodoxas, y a un buen número de niños musulmanes (Jericó cuenta con unos 25.000 habitantes árabes musulmanes). 


Monasterio de las Tentaciones



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