DON ..................... SER CAPAZ DE HACER LO QUE DEBO HACER AUN CUANTO ME CUESTE Y SEA DIFÍCIL
No es lo mismo ser fuerte que valientes
La fortaleza está dentro
El peor enemigo la debilidad.
El Santo Cura de Ars dijo; dejer un pueblo sin sacerdote y terminaran adorando a las bestias.
La sociedad occidental se esta envileciendo nuestro ambiente y por tanto nuestra fortaleza se hace debil.
Pentecostés me ha traido el DON DE LA FORTALEZA ANTE LA DEBILIDAD. “No es fuerte quien no cae sino, aquel que después de caer, se levanta”
EL DON DE FORTALEZA
Es un seguro de vida: cuando fracasamos siempre sale a nuestro encuentro
Es un salvavidas cuando los acontecimientos nos derrumban y sentimos que nos ahogamos en ellos
Es un almohadón que, el Espíritu, pone entre nosotros y las luchas de cada día 4
Es optimismo frente a un futuro incierto y pesimista
Es una llamada a la perseverancia y a no cambiar lo más santo y noble por lo puramente efímero y risueño
La Madre Teresa de Calcuta llegó a decir: “sólo con el Espíritu Santo somos capaces de resistir en todo”
El enemigo de este “don” es la debilidad que nos impide solicitar fuerza de lo alto
Juan Pablo II
señala: Quizá nunca como hoy, la virtud moral de la fortaleza tiene necesidad de ser sostenida por el homónimo don del Espíritu Santo.
El don de la fortaleza es un impulso sobrenatural, que da vigor al alma no solo en momentos dramáticos como el del martirio, sino también en las habituales condiciones de dificultad: en la lucha por permanecer coherentes con los propios principios; en el soportar ofensas y ataques injustos; en la perseverancia valiente, incluso entre incomprensiones y hostilidades, en el camino de la verdad y de la honradez
EL DON DE FORTALEZA
Es un seguro de vida: cuando fracasamos siempre sale a nuestro encuentro
Es un salvavidas cuando los acontecimientos nos derrumban y sentimos que nos ahogamos en ellos
Es un almohadón que, el Espíritu, pone entre nosotros y las luchas de cada día 4
Es optimismo frente a un futuro incierto y pesimista
Es una llamada a la perseverancia y a no cambiar lo más santo y noble por lo puramente efímero y risueño
La Madre Teresa de Calcuta llegó a decir: “sólo con el Espíritu Santo somos capaces de resistir en todo”
El enemigo de este “don” es la debilidad que nos impide solicitar fuerza de lo alto
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