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viernes, 5 de febrero de 2021

CONVENTO DE DON JUAN DE ALARCON, MADRID

El convento de Don Juan de Alarcón, se encuentra en la calle de Valverde, 15, esquina con la calle de la Puebla, en la ciudad de Madrid, España.




 Convento de don Juan de Alarcón es el nombre popular dado al convento de Nuestra Señora de la Concepción, de la orden de las Mercedarias Descalzas.

Fundado en 1609 por el sacerdote Juan Pacheco de Alarcón, de donde toma el nombre, quien fue albacea de María de Miranda, viuda de Juan Arista de Zúñiga, señor de Montalvo. 

Conocido como convento de Mercedarias Descalzas de Don Juan de Alarcón, por el que fuera confesor y mecenas de la fundación, Don Juan Pacheco de Alarcón, quien siguiendo la última voluntad de su fundadora, doña María de Miranda, dedicó la fortuna que esta la legó a la construcción del mismo. Consta como año de finalización del templo 1656.


Hacia la calle de Valverde se abre una sencilla fachada decorada con una imagen de la titular del convento y motivos heráldicos.







IGLESIA



De la construcción del edificio se sabe que en 1656 se terminó la iglesia y que en 1671 se reformó el conjunto por parte del arquitecto Gaspar de la Peña.

 La iglesia es un buen ejemplo de arquitectura barroca madrileña del siglo XVII.


 La fachada principal, que recae a la calle de la Puebla, sigue el modelo creado por el arquitecto fray Alberto de la Madre de Dios en el también madrileño Real Monasterio de la Encarnación, aunque simplificando la composición y sustituyendo la piedra por el más económico ladrillo. 

Interior


Tiene planta de cruz latina, formada por una sola nave de tres tramos con lunetos, corto crucero y sencilla cúpula sobre pechinas. La falta de adornos es tan grande que no tiene capiteles las pilastras ni ornato alguno la cornisa. Coro alto a los pies sobre el atrio exterior. Todo luce limpio y brillante, digamos en honor de las religiosas.



Las pinturas de las pechinas son de José Ximenez Donoso (1628-1690), pintor y arquitecto formado en Italia, dotado de un gran sentido decorativo, un artista del que dice Bonet Correa[11] que fue “un renovador de la moda de lo ornamental, un artista que a las estructuras simples y tradicionales de la arquitectura española añadió el gusto por una decoración de origen italiano empleada de manera más profusa y difusa”.

 En el interior de la iglesia, destaca el Retablo Mayor, con un gran cuadro del pintor Juan de Toledo representando a María Inmaculada acompañada de la Trinidad, con coros de ángeles y figuras alegóricas, destacando las que representan a la castidad y el voto mercedario.



 Se trata de una abigarrada composición, llena de movimiento y energía, muy característica del barroco cortesano del siglo XVII, y valiosa además por ser una de las escasísimas obras que se conservan de este artista. 



Del mismo autor son los lienzos de San Pedro Nolasco y San Antonio de Padua que ocupan el banco del retablo, así como los del altar colateral izquierdo, dedicado al fundador de la orden, san Pedro Nolasco.


 Al lado opuesto, ocupa el altar el gran cuadro del Sueño de San José de Juan Montero de Rojas. 




Se conserva también un San Antonio Abad, obra de Antonio Arias, completando así una apreciable colección de pintura barroca madrileña, a la que se pueden agregar las numerosas pinturas conservadas en distintas dependencias del convento donde, aunque en buena parte anónimas, no faltan obras de Juan Antonio Frías y Escalante, Diego González de la Vega, Pedro el Mudo, Antonio Palomino y Antonio Castrejón, representado este con algún retrato.

Los retablos laterales se reconstruyeron después de la guerra civil y son obra de los escultores y ensambladores santiagueses hermanos Parcero. 



El de la derecha del crucero, está presidido por una imagen de la Virgen de la Merced, donada por la Casa de Medina Sidonia, de escuela madrileña (siglo XVIII); a su lado imágenes de santos mercedarios, San Pedro Nolasco y Santa María Cervellón y en el ático pintura de Santiago matamoros que Tormo juzga de Palomino.













En el lado izquierdo está el retablo de la Beata Mariana de Jesús cuyo cuerpo se guarda en arca de madera pintada que sustituye pobremente al arca-urna que anteriormente guardaba sus restos dibujada por Pedro Arnal en el siglo XVIII y posiblemente destruida durante la guerra civil o tal vez antes, con la francesada. Las esculturas son de la Beata Mariana, la central y, a los lados San Pedro Pascual y San Pedro Armengol. En el ático pintura del Crucificado, de Alonso Cano.

 Asimismo, se encuentra en la iglesia en el cuerpo incorrupto de la Beata Mariana de Jesús.






El retablo de la Beata Maria Ana de Jesús alberga el arca de madera, donada por Isabel II, donde se encuentra incorrupto el cuerpo de la copatrona de Madrid.




Tras la desaparición del convento de santa Bárbara el cuerpo de la Beata pasó a este convento el cual, todos los 17 de abril desde su muerte en 1624, expone dentro de la iglesia el cuerpo incorrupto.






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