El 11 de febrero de 1858, Marie-Bernarde Soubirous vio a una dama vestida de blanco y azul en la gruta de Massabielle. La dama se identificó como “la Inmaculada Concepción”, y desde entonces se apareció ante la joven en 18 ocasiones, en las cuales le pidió que se construyera un templo en el lugar de los encuentros y que bebiera de las aguas que surgían de allí.
En aquel lugar, se construyó un complejo arquitectónico que hoy incluye a la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, la Basílica de la Inmaculada Concepción, la Capilla de la Reconciliación y numerosas tuberíasenlas que los fieles recolectan el agua a la cual se atribuye poderes curativos. La gruta, en la cual se aparecía la hoy llamada Virgen de Lourdes, es visitada por millones de turistas al año.
Todo el conjunto recibe el nombre de Santuario de Nuestra Señora de Lourdes.
BASILICA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
Construída por Monseñor Laurence, el Obispo de las apariciones, constituyen el santuario original. Posteriormente se fueron añadiendo el conjunto de iglesias y edificios que podemos ver hoy en día, siempre teniendo como centro la Gruta.
Construida entre 1866 y 1871, está situada en lo alto de la roca de la Gruta.
De estilo ojival del siglo XIII fue bendecida el 15 de agosto de 1871 y consagrada en julio de 1876.
Fue eregida como basílica menor por el Papa Pio IX el 13 de marzo de 1874.
En la fachada, encima de la puerta, se representa en un medallón al Papa Pio X con el rostro iluminado por una ligera sonrisa. En su mano izquierda sostiene el decreto, con fecha de 13 de noviembre de 1907, por el que la misa de la Aparición de Nuestra Señora de Lourdes se extiende a la Iglesia universal.
El medallón de la parte baja, sobre la puerta de entrada a la Cripta, representa al Papa Pio IX, que proclamó el Dogma de la Inmaculada Concepción en 1854.
A la derecha de la entrada, está grabada en una lápida de mármol la declaración de la autenticidad de las Apariciones hecha por Monseñor Laurence.
El presbiterio de la Basílica está situado exactamente sobre la Gruta de las Apariciones.
Las vidrieras que se pueden ver en la basílica de la Inmaculada Concepción cuentan la historia de la Virgen María hasta la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción por el papa Pío IX en 1854 y las Apariciones de Lourdes en 1858.
Tiene cuatro campanas que van desde los dos mil hasta los ochocientos kilos de peso. Cada una tiene un nombre distinto: Jeanne-Alphonsine, Genovieve-Felice, Hermine-Beroite y Cecilie-Gastine.
Son las que tocan a voleo en la Basílica.
El carillón toca la melodía de "Ave María" a todas las horas.
La altura de la basílica es de setenta metros y dentro de esta pueden caber setecientas personas, aunque peregrinan más de estas todos los días a Lourdes. Para llegar a las puertas hay que accedes por unas rampas.
La torre principal de la basílica superior se alza espigada y grácil, hendiendo su chapitel cónico el cielo azul de los Pirineos.
La torre principal de la basílica superior se alza espigada y grácil, hendiendo su chapitel cónico el cielo azul de los Pirineos.
Comprende una nave dividida en nueve tramos iguales.
Desde 1908 está flanqueada por dos pequeños campanarios que la unen al Rosario.
Es la primera capilla construida como respuesta a la petición de la Virgen, el 2 de marzo de 1858, durante la 13ª aparición: «Vete a decir a los sacerdotes que se construya aquí una capilla… »
Construida bajo la dirección del arquitecto Hippolyte Durand (1801-1882), Las obras comenzaron el 14 de octubre de 1862. Fue bendecida e inaugurados el sábado 19 de mayo de 1866 (víspera de la fiesta de Pentecostés) por Monseñor Laurence, obispo de Tarbes, en presencia de Bernardita.
La Cripta es la primera capilla del Santuario. Es un lugar de adoración silenciosa y de oración personal. Las imágenes de San Pedro y de San Pío X, a la entrada, recuerdan la continuidad de la Iglesia.
Cabida: 120 peregrinos
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