Todas las fiestas de los Apostóles nos invitan a reflexionar si tenemos o no tenemos un corazón misionero, una mentalidad apostólica.
SantoTomas acogía a todos los que se acercaban a el. Señor que yo acoja a todos los que me rodean.
Los Apostóles que veían a Jesús tenían dudas: Judas que le vendió, Pedro que le negó y Tomas que tuvo que meter sus dedos en las heridas.
Nosotros sin ver seguimos creyendo. Aunque algunas veces tenemos noches oscuras como decía Santa Teresa y momentos que no vemos nada o a veces creemos poco.
En estos momentos pedimos al Señor, este día del Santo Tomas, dar gracias porque seguimos creyendo.
Santo Tomas es imagen de una gran fe: SEÑOR MIO Y DIOS MIO
Que él sea la imagen de nuestra fe y fidelidad.
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