
También nosotros, en medio de la gran masa que es el mundo, hemos de ser levadura. No podemos acostumbrarnos a ser salero, sino sal. No podemos pretender ser océano, sino gota de agua. No intentemos ser sol, sino rayos de luz. Y, esto, no es poesía. Es la vida misma: la vida cristiana. Una vida cristiana que nos dice que, con Dios, todo llegará a cumplirse. Y se cumplirá, no cuando nosotros queramos, sino cuando, Dios, el gran panadero, vea el momento oportuno de recoger toda la masa de la humanidad y distanciar, definitivamente, lo bueno de lo malo. Mientras tanto, ¡pues eso! A trabajar por Dios en donde haga falta y lo que haga falta. ¿Que hay cizaña? ¡Ya lo creo! A veces, incluso, tú y yo lo somos. Pero es lo que toca. Y, con la que nos está cayendo, donde se mezcla todo y se compara hasta lo santo con las aguas de las cloacas....hay que saber convivir, o por lo menos, permanecer firmes en nuestra fe. Buen domingo!
Javier Leoz
De sus escritos siempre me llega algo al corazón, hoy ha sido esto;

en medio de la gran masa que es el mundo, tengo que ser levadura. No puedo acostumbrarnos a ser salero, sino sal. No puedo pretender ser océano, sino gota de agua. No intentaré ser sol, sino rayos de luz. Y, esto, no es poesía.
Es la vida misma: la vida cristiana. Una vida cristiana que nos dice que, con Dios, todo llegará a cumplirse.
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