Esta parábola habla de un sembrador, ¿quién es el sembrador? El sembrador es el que cree y confiesa que Jesús de Nazareth es el único camino para llegar a Jehová Dios.
La semilla es la palabra de Dios; las buenas nuevas de salvación por la fe en el Señor Jesús. Sembrar la palabra es predicar las buenas nuevas de salvación.
Según es tu siembra así es tu cosecha. no pretendas recoger aquello que no has sembrado.
Los cristiano tenemos la responsabilidad de salir continuamente a sembrar la palabra de Dios.
Salió el sembrador a sembrar y, encontró a gente como nosotros.
Desde el día de nuestro Bautismo, el Señor, puso en nosotros la semilla de la fe.
A continuación, con el paso de los años, en el campo de nuestra vida espiritual, el Señor ha ido depositando, una y otra vez, simientes de su amor, de su Eucaristía, del Sacramento de la Reconciliación.
El Señor este domingo nos pregunta, ¿Qué tal va la cosecha?
¡Aquí nos tienes! Lo intentamos;
- queremos ser de los tuyos, pero somos muy nuestros;
-queremos dar la cara por ti, pero tenemos miedo a que nos lastimen
-nos gustaría anunciar tu Reino, pero preferimos sentarnos frente al televisor y dejarnos seducir por los anuncios de bienes pasajeros.
No podemos olvidar que Dios no nos necesita pero nosotros si le necesitamos a EL.
Por cierto, hoy más que nunca, el sembrador sigue mirando y saliendo a sus campos. El Señor, sigue observando a los creyentes y ¡cuánto espera de ellos! ¡Cuánto espera de nosotros!
Señor, soy semilla que Tu me has colocado en este momento. Tengo que cultivar ese campo pero no solamente en los valores humanos también en los valores cristianos.
QUIERO, SEÑOR Que lo que me des, yo esté dispuesto a entregarlo a todos aquellos que todavía no te conocen
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