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sábado, 28 de enero de 2023

BENEDICTO XVI SU INFANCIA y ADOLESCENCIA

 INFANCIA Y AÑOS SIGUIENTES



Aschau, Años escolares

A finales de 1932 la familia se  traslada nuevamente de lugar, puesto que en Tittmoning el padre se había arriesgado demasiado contra los nazis. 
En diciembre, poco antes de Navidad, llegan al nuevo hogar de Aschau junto al Inn, un próspero pueblo campesino con grandes y vistosas granjas. 
Aschau municipio en el distrito de Mühldorf.




Mi madre quedó agradablemente sorprendida de la nueva y preciosa casa que nos correspondió. Un agricultor había construido una pequeña casa de campo con terraza y balcones que, para los criterios de entonces, era muy moderna, alquilándola después a la gendarmería. La oficina y la vivienda del segundo gendarme estaban situadas en la planta baja. 




Para nosotros estaba destinado el primer piso, el cual· era un confortable hogar. Formaba parte de la casa un pequeño jardín delantero con un bello crucifijo que daba al camino y un gran prado en el que había un estanque con carpas, donde yo una vez, mientras jugaba, estuve a punto de ahogarme. "Mi Vida"

En medio de la aldea, como es frecuente en Baviera, había una gran fábrica de cerveza. La cervecería de la fábrica era el punto de encuentro de los hombres todos los domingos; la verdadera plaza del pueblo se encontraba al otro lado de la aldea, con otra gran cervecería, la iglesia y la escuela.

La graciosa iglesita neogótica del pueblo no podía resistir la comparación con la que estábamos habituados en Tittmoning. 

Las tiendas eran sencillas y el dialecto demasiado rudo, de tal modo que al principio no entendíamos algunas palabras. No obstante, muy pronto empezamos a amar a nuestro pueblo y a valorar sus bellezas propias. 

A la edad de cinco años, Ratzinger estaba con un grupo de niños que dieron la bienvenida al visitante cardenal arzobispo de Múnich con flores.

 Impresionado por la vestimenta del cardenal, más tarde anunció que quería llegar a ese cargo.
Allí es donde el pequeño Joseph asistió a la escuela primaria, donde recibió su primera comunión y en donde comenzó a estudiar piano. 

1933
El 3 noviembre , Hindenburg confió a Hitler el cargo de canciller del Reich; lo que en el lenguaje del partido nazi se llamó «toma del poder»,
El nuevo régimen espiaba y tenía bajo control a los sacerdotes hostiles al régimen.
En aquella situación cada vez más difícil para él, por su condición de gendarme, el padre de familia de los Ratzinger protegía y ayudaba a los sacerdotes que corrían peligro,

Fueron implantadas la «Hitlerjugend» (Juventudes hitlerianas) y la ..Bund deutscher Madchen» (Liga de muchachas alemanas), asociadas a la escuela, de tal modo que Georg y María tuvieron que tomar parte en sus manifestaciones.

Al principio, el maestro, como es costumbre en Baviera, siguió ejerciendo de organista y director del coro de la iglesia y continuó dando las clases de Biblia, mientras el catecismo le correspondía al párroco. Al principio parecía que esto podía ser garantizado por el Concordato, pero bien pronto se pudo comprobar que para los nuevos patrones la fidelidad a los convenios no contaba para nada.

 Los obispos llevaron a cabo con dureza la lucha en defensa de la escuela confesional, la lucha por la observancia del Concordato: han quedado muy grabadas en mi memoria las cartas pastorales sobre este asunto que el párroco leía durante las celebraciones dominicales. "Mi Vida"

Joseph en su clase de primer grado, 1933




1934




Fue precisamente en una Navidad, la de 1934, con solo siete años, cuando el futuro Papa escribió una carta muy especial pidiendo tres regalos al Niño Jesús. 

 Encontrada en 2012, en la casa de la familia Ratzinger en Baviera, la carta fue conservada por María, la hermana del Papa, ya fallecida. Este valioso documento se conserva en la casa-museo del municipio del sudeste alemán de Marktl am Inn. 

 Así rezaba la carta del niño Joseph: "Querido Niño Jesús, pronto descenderás a la tierra. Quieres traer alegría a los niños. También a mí me traerás alegría. Quisiera el Volks-Schott, una casulla verde y un Corazón de Jesús. Siempre quiero ser bueno. Saludos de Joseph Ratzinger".


 La carta está escrita en caligrafía gótica manuscrita, que empezó a caer en desuso a mediados del siglo XX. En la carta, escrita en Sütterlin, antigua caligrafía alemana que ya no se utiliza, el futuro Papa pide a Jesús un Volks-Schott ("Misal del pueblo"), misal alemán que se usaba en 1934.

 Un misal con dos columnas, una en alemán y otra en latín. Una petición que reflejaba una curiosa y piadosa diversión del pequeño Joseph. 
Se prepara para su primera comunión y su padre le compra su misal Schott.


"El año litúrgico daba al tiempo su ritmo y yo lo percibí ya de niño, es más, por ser niño, con gran alegría y agradecimiento.


Un niño que pasó, durante una infancia que él describe como feliz, por un período caótico, el de la guerra, y que, sin embargo, se mantuvo fiel a su vocación: la de convertirse, un día, en sacerdote.

AÑO LITURGICO DESDE PEQUEÑO
 En el tiempo de Adviento, por la mañana temprano, se celebraban con gran solemnidad las misas Rorate en la iglesia aún a oscuras, sólo iluminada por la luz de las velas. La espera gozosa de la Navidad daba a aquellos días melancólicos un sello muy especial.
 Cada año, nuestro Nacimiento aumentaba con alguna figura, y era siempre motivo de una gran alegría ir con mi padre al bosque a coger musgo, enebro y ramitas de abeto. "

Los jueves de Cuaresma se organizaban unos momentos de adoración llamados del "Huerto de los Olivos», con una seriedad y una fe que siempre me conmovían profundamente. 
Impresionante era la celebración de la Resurrección, la noche del Sábado Santo.
 Durante toda la Semana Santa las ventanas de la iglesia se cubrían de cortinas negras, de modo que el ambiente, aun a pleno día, resultaba inmerso en una oscuridad densa de misterio. Pero apenas el párroco cantaba el versículo que anunciaba "iCristo ha resucitado!», se abrían de repente las cortinas de las ventanas y una luz radiante irrumpía en todo el espacio de la iglesia: era la más impresionante representación de la Resurrección de Cristo que yo consigo imaginarme.


Georg Ratzinger, hermano de Benedicto XVI, ya fallecido, siempre recordaba cómo jugaba con Joseph: "Los dos hacíamos el pesebre juntos, y luego entre los juegos más frecuentes estaban los juegos espirituales, lo llamábamos el 'juego del párroco' y lo hacíamos los dos, nuestra hermana no participaba".



"Mi padre sufría mucho por estar al servicio de un poder estatal cuyos representantes consideraba unos criminales, si bien, gracias a Dios, en aquel tiempo su trabajo en el pueblo apenas se vio afectado" (Mi vida).
1935




En la segunda fila, tercero desde la izquierda, se puede ver a Joseph Ratzinger con sus compañeros de clase del tercer grado del colegio Aschau am Inn. 


  "Primero mi hermano se hizo monaguillo; después, 1935 (...) seguí sus pasos, aunque no podía compararme a él en capacidad y empeño". (Mi vida)
 
1936
Joseph Ratzinger ingresa como monaguillo en la parroquia de Aschau.

En marzo, el pequeño Joseph hace la primera comunión




Recibió la Primera Comunión de la misma manera que San Luis Gonzága Así como San Luis Gonzaga recibió la Primera Comunión de un cardenal, el Cardenal Carlos Borromeo; Benedicto XVI experimentó lo propio de la mano del Cardenal Von Faulhaber.



1937     TRAUNSTEIN
Esta peregrinación continua concluyó en el año 1937 cuando, cumplidos los sesenta años de edad, se jubiló el padre 
Nos establecimos entonces en una casa en Hufschlag, junto al Traunstein, que se convirtió en ese momento en nuestro verdadero hogar.
  


"Pocos días despues de nuestra llegada, la escuela abrió sus puertas: empecé entonces el bachillerato humanístico, que corresponde al actual en lenguas clásicas. Para llegar a la escuela debía caminar cerca de media hora, tiempo suficiente para contemplar los alrededores y reflexionar, pero también para ir repitiendo lo que había aprendido en clase" (Mi vida)

El padre de Joseph compró una pequeña casa de campo en Hufschlag en Traunstein; este lugar es recordado por Ratzinger como



"el verdadero hogar" de su familia.
Las ventanas del dormitorio donde dormíamos los dos hermanos varones daban al sur. Por la mañana, cuando descorríamos las cortinas, veíamos delante nuestro el Hochfellen y el Hochgern, las dos «montañas domésticas» de Traunstein, tan cercanas que parecía que podíamos tocarlas.

La familia se acercába con más frecuencia a la vecina Salzburgo  siempre que íbamos, hacíamos peregrinaciones a Maria Plain, visitando sus luminosas iglesias y dejándonos inundar por la atmósfera de esta ciudad única.

Durante dos años el pequeño Joseph iba a la escuela a pie, día tras día, con gran ilusión, pero el párroco insistió en que yo entrase en el seminario menor para poder ser introducido de manera sistemática en la vida eclesiástica. 
Para elpadre, cuya pensión era verdaderamente exigua, se trataba de un gran sacrificio. 

Entró por la Pascua de 1939, feliz y lleno de expectativas porque mi hermano me había hablado estupendamente de él y porque yo tenía óptimas relaciones con los seminaristas de mi clase. 

Al estallar la guerra el seminario fue requisado como hospital militar y los hermanos volvieron a casa.
Pero el director encontró unos alojamientos provisionales, primero en el centro termal de la ciudad (que por deseo del párroco Kneipp debiera haber sido un gran "Centro de Salud Kneipp»), después en el Colegio Femenino de las Damas Inglesas en Sparz, en lo alto de la ciudad. La casa estaba completamente vacía, ya que los nazis habían cerrado todas las escuelas religiosas, de modo que los seminaristas y el cuerpo docente pudimos encontrar alojamiento. Pero no había un campo deportivo y, en lugar de deporte, caminábamos juntos por las tardes por los bosques de los alrededores y jugábamos en el cercano lago de montaña. "Mi Vida"
Pero definitivamente tuvieron que volver a casa. Mi hermano tenia 19 años y yo 14

En el verano de 1942 Gerorg tuvo que entrar en el llamado ..Servicio laboral del Reich.. , en otoño lo llamaron a filas en las Fuerzas Armadas, donde fue destinado en el Servicio Militar de las Comunicaciones como radiotelegrafista. Después de algunas permanencias en Francia, Holanda y Checoslovaquia, en el año 1944 le destinaron al frente italiano. Allí fue herido y enviado afortunadamente, de manera sorprendente, al seminario de Traunstein -habilitado como hospital militar-, el lugar de tantas gozosas experiencias. Pero, apenas reestablecido, fue nuevamente enviado al frente italiano

A pesar de la situación , el futuro Papa. era feliz en casa estudiando.

SERVICIO MILITAR Y PRISIÓN





La guerra frenó en seco su formación. 
En 1943
A los dieciséis años, fue llamado a filas, como tantos jóvenes que al final de la guerra fueron militarizados (los llamados Flakhelfer: ayudantes de artillería antiaérea) y fue destinado a la defensa de la fábrica de BMW en Traunstein, en las afueras de Múnich, ciudad que fue bombardeada masivamente. Prestó servicio entre abril de 1943 y septiembre de 1944.

Tres veces a la semana podíamos ir a la ciudad para asistir a las clases del instituto Maximiliano, pero era terrible tener que constatar cada vez nuevas destrucciones y experimentar cómo la ciudad iba convirtiéndose en ruinas piedra a piedra. "Mi Vida"
 En 1944 comenzó su entrenamiento básico en Hungría, tomó parte en el Reichsarbeitsdienst que era una organización para el apoyo del ejército alemán, donde él, junto con otros compañeros, construyeron barreras antitanque. Ratzinger desertó en los últimos días de la guerra, pero fue hecho prisionero por soldados aliados en un campo cerca de Ulm en 1945.
Después de ser puesto en libertad, en cuanto alumno del seminario menor, entonces situado en Traunstein, hizo su examen de bachillerato en el Chiemgau-Gymnasium (Instituto Chiemgau) en Traunstein.





El 19 de junio de 1945 tuve que pasar diversos controles y reconocimientos hasta que, loco de alegría, me encontré en mis manos con la hoja de libertad: el fin de la guerra se hacía también realidad para mí.
Llegué inesperadamente a mi ciudad antes del ocaso; la Jerusalén celestial no me hubiera parecido más bella en esos momentos. En la iglesia se oía cantar y rezar, era la noche del viernes del Sagrado Corazón. No quise molestar y, por eso, no entré, sino que me dirigí todo lo rápido que pude a casa
"Mi Vida"






No perteneció a las Juventudes Hitlerianas, aunque el régimen inscribió a todos los seminaristas.

  

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