Será esta una etapa tranquila entre collados, llanos y vegas de las riberas de los ríos Cornellana y Salas. A lo largo de toda esta etapa podremos disfrutar de hermosas casonas y palacios rurales asturianos, también las típicas paneras y hórreos serán una referencia constante.
SAN JUAN DE VILLAPAÑADA ,
Sobre los pasos del día anterior, atravesamos de nuevo La Reguera y,
justo pasado el cruce hacia el albergue, llegamos a la encrucijada donde se sitúa la Venta del Cuerno, tiempo atrás un punto estratégico para el descanso de comerciantes y viajeros.
Giramos a mano derecha y afrontamos las rampas que conducen hasta el Santuario de la Virgen del Fresno.
De camino, ojeando algunos barrios más, las vistas son magníficas, sólo afeadas por la autovía, que sangra el valle de un extremo al otro.
COLLADO DEL FRESNO
Alcanzado el alto tenemos la opción de visitar de cerca este Santuario de los siglos XVI y XVII, emplazado en el lugar conocido como Partido de los Montes.
Reemprendemos la jornada citando una oración del Novenario a la Virgen del Fresno: "Sed para nosotros, oh, Virgen del Fresno, faro luminoso que nos guíe, ángel tutelar que nos defienda y báculo firme que nos sostenga".
El descenso por pista regala una gran panorámica, con el núcleo de San Marcelo abriendo paso a una sucesión de valles y colinas.
Pasamos el puente de la Meredal,
junto al que hay una fuente, y, tras el puente sobre la autovía, entramos en San Marcelo, aldea de la parroquia de La Doriga, ya perteneciente al concejo de Salas. -
SAN MARCELO
El paso por San Marcelo supone una explosión de la naturaleza con toda la intensidad y colorido de la vegetación que nos rodea embelleciendo el paso por esta pequeña población.
A la salida de San Marcelo, en la rotonda de acceso a la autovía, giramos a la izquierda y atravesamos un prado repleto de manzanos.
Acto seguido, el murmullo del arroyo de la Meredal nos acompaña hasta el minúsculo núcleo de La Reaz
y la iglesia de Santa Eulalia de Doriga,
consagrada por el Obispo Pelayo en el siglo XII. Sin embargo, de la época románica sólo conserva una portada lateral.
Tras el templo parroquial arribamos a La Doriga.
LA DORIGA
Aquí se encuentra el chigre Ca Pacita, regentado por Toño. Sirve desayunos, menús y cenas y dispone de albergue (ver apartado observaciones).
A la derecha del itinerario vemos el Palacio de Doriga, construido entre los siglos XIV y XVI y declarado Bien de Interés Cultural.
El acceso al conjunto se hace bajo un arco de medio punto, que se abre en la muralla parcial,
custodiado por dos cuerpos semicirculares con saeteras, entre los que se encuentran dos escudos en los que se muestran las armas de García de Doriga, Queipo de Llano, Tineo y Quirós junto a una inscripción apenas visible, con el texto: Esta puerta la abrió e mando facer doña Guiomar Queipo de Llano, viuda que finco de García de Doriga y estas son sus armas, las de mano derecha las de su marido, año 1600.
Tras el bar subimos ligeramente por la zona de la Veiguina hasta dar con la horripilante escena firmada por los pilares de la autovía. ¡Ojo! , hay que tomar una senda angosta que surge a mano izquierda.
En el posterior descenso hay que prestar mucha atención, ya que es muy dato a resbalones.
Tras una vaquería desembocamos en la N-634 a la altura de Casas del Puente (Km 6,7) y por la nacional pasamos posteriormente junto a La Rodriga.
Dejamos a mano izquierda la entrada al parque fluvial y llegamos al puente sobre el salmonero río Narcea, portal de Cornellana.
CORNELLANA
Es posible continuar el Camino sin entrar en la población. Tras el puente, un desvío a mano izquierda nos ofrece la posibilidad de dirigirnos directamente al monasterio de San Salvador,
el Monasterio de San Salvador a 900 metros, fundado en el 1024 por la infanta doña Cristina, hija del rey Bermudo II, de León, a comienzos del siglo XI, impulso el crecimiento de la Puebla de Cornellana.
El monasterio estuvo desocupado hasta que, en 1122, el conde Suero Bermúdez, lo cedió los monjes de Cluny para que hicieran un cenobio benedictino.
La iglesia es de estilo románico, de finales del siglo XII
Hoy, dejado de la mano de Dios, está a la espera de una rehabilitación que no llega. Recomendamos hacer una pausa y visitar Cornellana. Es la única población con servicios de la etapa y esta jornada permite cierta relajación.
Una vez en la villa, hay que girar a mano izquierda junto al Bazar Cuesta y tomar la avenida José María Caballero. La señalización conduce al monasterio, donde se encuentra el albergue de peregrinos.
Rodeamos el cenobio por la izquierda, junto a sus tres corpulentos ábsides románicos. A unos metros tomamos la SL-7, que sube hasta Sobrerriba y Cermoño.
SOBRERRIBA
Atravesamos Sobrerriba por la carretera
y al llegar al barrio Ramón tomamos una senda para atajar una de las curvas.
Tras cruzar la carretera nos dirigimos, ya por camino, hasta el próximo alto de Santa Eufemia, que nos brinda un soberbio panorama de Cornellana, emplazado en la confluencia del río Nonaya con el Narcea.
ALTO DE SANTA EUFEMIA
Con más de media jornada en el bolsillo, pasamos a disfrutar de un tramo que no tiene parangón, sin duda el más bello de la etapa.
Surcando la falda de la montaña, la senda se abre paso entre el boscaje.
Desembocamos junto a una cantera explotada por Sílices La Cuesta, vestíbulo de la aldea de Llamas.
LLAMAS
En temporada es posible encontrar bebidas frías en una máquina de vending apostada a la entrada del núcleo. Proseguimos la marcha junto a un soberbio palomar.
Dejamos a mano izquierda el desvío a Monteagudo (Km 13,2) y avanzamos de frente.
Cuatrocientos metros después pasamos junto a La Carril y, llegando casi a la vega del río Nonaya, giramos a la izquierda.
Afrontamos así una recta de un kilómetro que conduce hasta Quintana, población que alberga la iglesia de Santiago de Villazón.
QUINTANA
donde está la iglesia parroquial, dedicada a Santiago, en una elevación que nos permite ver todo el valle.
Debajo de ella está la Fuente de Santiago, antiguo lavadero público y hoy lugar de descanso restaurado para el peregrino.
Más adelante, justo pasada otra fuente con área de descanso, dejamos la pista carretera por la izquierda para tomar una senda en ascenso.
La trocha, embarrada gran parte del año, progresa sobre el río y se amolda como puede a la escabrosa ladera.
Confluye a la altura del puente de Casazorrina, que cruzamos para acceder a esta población.
CASAZORRINA
Dejamos atrás el pueblo y cruzamos la pasarela de la Devesa.
Unos minutos después salvamos la autovía por debajo y cruzamos la N-634.
A estas alturas de etapa sorprende la posterior senda, en tenue ascenso y entre arbolado, que nos acerca hasta Mallecín.
MALLECÍN
SALAS
Entramos de frente por la avenida del Llaniello y llegar hasta la plaza de la Campa, donde se encuentra el albergue privado.
O bien cruzar la avenida principal y el río Nonaya para dirigirnos al bar Casa Pacita,
donde se recogen las llaves del albergue municipal, próximo al bar y situado en la plaza de la Veiga.
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