En esta ciudad vivía Lázaro, Marta y Marís a quienes Jesús visitó en varias ocasiones.
Aquí también vivía Simón el leproso, en cuya casa María ungió a Jesús.
La Ascención del Señor ocurrió muy cerca de este lugar.
Antiaguamente aparece mencionada con el nombre de Ananías y situada como una población que pertenecía a la tribu de Benjamín. Aquí se establecieron judíos desterrados a la vuelta de Babilonia.
El sepulcro se encontraba, como es natural, fuera de la población, a unos 300 metros conforme a las normas judías. El nombre árabe el- Azariye, población hoy día de mayoría musulmana, se deriva de Lazarium, mencionado hacia el año 385 por la peregrina Egeria, para la cual la tumba de Lázaro era el lugar más importante de Betania.
A principios del siglo IV se enseñaba a los peregrinos, según afirman Eusebio de Cesarea (330 d.C.) y el peregrino de Burdeos (333 d.C.), la cueva sepulcral en que fue sepultado Lázaro (Jn 11,38) y de donde fue llamado a la vida por el Salvador.
Al lado de la iglesia del siglo IV, se construyó una basílica de tres naves con piso de mosaicos. Allí había un atrio, hoy día obstruido por la mezquita, por el que antes se accedía a la gruta sepulcral de Lázaro, cuyas paredes estaban cubiertas con grafitos y símbolos cristianos.
La tumba de Lázaro, al igual que la de Jesús, constaba de antecámara y cámara propiamente sepulcral, excavadas en piedra (cf. Jn 11,38; 20,4-7), aunque con una diferencia importante: la tumba de Lázaro estaba cubierta con una losa en plano horizontal, mientras que la de Jesús lo estaba con una piedra redonda en plano vertical.
No es posible localizar, en cambio, el lugar donde vivía Lázaro con sus hermanas (Jn 11,1; 12,1), que se encontraría, naturalmente, en el pueblo antiguo. San Jerónimo decía que el "albergue de María y Marta", es decir su casa, se encontraba a una cierta distancia de la tumba de Lázaro.
Con la invasión de los árabes, el lugar con la capilla que conmemora este lugar fue profanado. A fines del siglo XVI transformaron las ruinas de la iglesia antigua en mezquita y prohibieron a los católicos acercarse al sepulcro de Lázaro.
Más tarde los franciscanos, custodios de Tierra Santa, consiguieron mediante una buena cantidad de dinero, abrir otro acceso al sepulcro.
El Santuario de Lázaro, Marta y María
En el santuario, construido en 1954, sobre el presbiterio, un mosaico muestra el encuentro de Jesús con Marta y María, antes de la resurrección de Lázaro.
La basílica, de tres naves divididas por columnas con capiteles corintios y pavimentadas con ricos mosaicos, debió de arruinarse por un terremoto. A finales del siglo V o principios del VI, se edificó otra iglesia aprovechando en parte la estructura de la antigua, pero desplazando la planta todavía más hacia el este.
En el lado oriental, sobre los restos de las basílicas bizantinas, la Custodia edificó en 1954 el santuario actual. Tiene forma de mausoleo, con planta de cruz griega y una cúpula que arranca de un octógono. Cada uno de los brazos está decorado con una luneta de mosaico, donde se representan las escenas evangélicas más destacadas relacionadas con Betania: el diálogo de Marta y Jesús; el recibimiento de las dos hermanas después de la muerte de Lázaro; la resurrección de este; y la cena en la casa de Simón.
El arquitecto ha logrado un sugestivo contraste entre la penumbra de la iglesia y la luz que inunda la cúpula, que simbolizan la muerte y la esperanza de la resurrección.
Mosaico de Marta, María y Lázaro
Recienteme, la Custodia de Tierra Santa ha levantado sobre el lugar una devota iglesia
Esta la construyó el arquitecto Barluzzi en 1952-53, y está levantada sobre los restos de las antiguas basílicas adyacentes a la tumba de Lázaro.
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