BASÍLICA INFERIOR
El edificio original, terminado en 1230, cuando fue trasladado el cuerpo del Santo y depositado en un sarcófago bajo el altar mayor, corresponde a las arcadas segunda, tercera y cuarta de la actual iglesia.
Era probablemente un aula rectangular con la simplicidad propia del modelo franciscano.
Iba a ser en principio una cripta sepulcral para el santo, pero debido a su gran tamaño siempre se le denominó como basílica inferior.
Entrada
La forma más directa para llegar a ella es desde la plaza inferior de San Francisco, un gran claustro rodeado de pórticos que servían de refugio a los peregrinos, en cuyas paredes todavía se pueden observar los anillos para sujetar las cabalgaduras. Estos corredores cubiertos fueron construidos a finales del siglo XIV.
Debido a la pendiente de la colina, la entrada fue trasladada al lado izquierdo de la nave.
El ingreso tiene lugar a través de un elegante portal gótico de la segunda mitad del siglo XIII, sobrepasado por un rosetón definido por el historiador Adolfo Venturi como «el rosetón más bello del mundo»,11 y precedido por un atrio renacentista obra del escultor Francisco di Bartolomeo da Pietrasanta.
La puerta de entrada está protegida por un pórtico de un solo arco que reposa sobre dos finas columnas corintias, ejecutado por Francesco Pietrasanta, obra patrocinada por el Ministro general Francisco Sanson.
Una serie de arcos reduplicados y prolongados en finas columnas forman el elegante contorno de las dos entradas góticas que terminan en arcos tribolados y que armonizan con el rosetón central.
Los mosaicos y mayólicas coloreadas de la parte superior, del siglo XIII, se encuentran hoy casi desaparecidos por completo.
El portal, concluido antes de 1271, tiene dos puertas de madera realizadas por artistas de Umbría del siglo XVI.
Las puertas, talladas en madera, representan escenas de la vida de san Francisco y de santa Clara (la de la izquierda, obra de Hugolino de Gubbio, 1564), de san Antonio y de san Luis de Tolosa (la de la derecha, obra de Pompeo Scurscione, 1573).
INTERIOR
Situada encima de la Tumba de San Francisco
El interior de la basílica inferior tiene planta con forma de Tau, símbolo franciscano. A finales del siglo XIII se modificó la estructura románica inicial, una única nave con cuatro arcadas, y se añadieron capillas a lo largo de las paredes laterales y del atrio de entrada.
La introducción de las capillas obligó al cierre de las ventanas a lo largo de la nave, creando una sugestiva penumbra que induce al recogimiento, e implicó también que se perdieran algunos fragmentos del ciclo pictórico original que representa las Historias de la Pasión de Cristo.
ENTRADA
Por el brazo transversal
consistía inicialmente en un espacio o atrio que daba acceso a la iglesia inferior.
Más tarde, a mediados del siglo XIV, fue ampliado y adquirió el aspecto de una iglesia independiente. Actualmente es la sede del Tabernáculo y de muchas funciones litúrgicas ordinarias.
La decoración de la bóveda fue hecha por Cesare Sermei y Jerónimo Martelli en el siglo XVIII.
La capilla del fondo
Capilla de Santa Catallina
está dedicada a santa Catalina y sirvió de tumba al cardenal Albornoz antes de su traslado a Toledo.
Se encuentra en frente de la entrada. Fue construida en 1367, siendo enterrado en ella el cardenal Gil Álvarez de Albornoz antes de que sus restos mortales se trasladasen a España en 1372.
Está decorada con un ciclo de frescos dedicados a Santa Catalina de Alejandría, obra del boloñés Andrea Bartoli y sus ayudantes (1368-1369).
El altar tiene bases de mármol y los frescos fueron elaborados por Andrés de Bolonia y Pace de Bartolo de Asís (1368-69)
La capilla de la derecha,
Capilla de San Antonio Abad
dedicada a san Antonio Abad (1360), contiene las tumbas de Blasco Fernández y su hijo García, duques de Espoleto asesinados en 1373.
En esta capilla hay una puerta que da acceso al antiguo cementerio del siglo XIII, hoy un apacible claustro cuyos arcos fueron hechos a fines del siglo XV por los maestros de Como. La estatua de san Francisco fue hecha en 1925 por Luigi Sapia. El suelo y las paredes del pórtico están revestidos por lápidas, de las cuales la más antigua data de 1295.
NAVE CENTRAL
La iglesia inferior, caracterizada por sus arcos románicos bajos, contiene en sus paredes laterales los frescos más antiguos de toda la basílica, de los cuales sólo quedan unas secciones debido a la apertura de las capillas laterales.
Los de la derecha (entrando), son de inspiración bíblica y representan escenas de la pasión de Cristo (crucifixión, descendimiento de la cruz, sepultura...).
Los de la izquierda representan escenas de la vida de san Francisco (renuncia a los bienes, sueño de Inocencio III, predicación a las aves, los estigmas, sus funerales).
Su autor (¿o autores?) parece ser un discípulo de Giunta Pisano, pero se desconoce su nombre y por ello suele ser calificado como el «Maestro de san Francisco».
La cátedra de mármol blanco en estilo gótico, data de mediados del siglo XIV; en su elaboración se nota el influjo de la escuela cosmatesca de Roma.
A su lado se puede observar un púlpito dentro de los restos de un conjunto marmóreo, que marcaba el comienzo del presbiterio.
Recorriendo la nave se llega al presbiterio que tiene en el centro el solemne altar papal de estilo gótico, situado justo en correspondencia con la tumba de Francisco.
Fue consagrado en 1253
Es un excelente trabajo en mármol hecho por los maestros Cosmati de Roma. Las columnas y los arcos se inspiran en el rosetón del frontis de la basílica. Durante mucho tiempo estuvo encerrado dentro de una especie de iconostasio, a la manera del altar mayor de la basílica de Santa Clara.
La decoración fue encomendada a grandes firmas de la pintura italiana: Cimabue, Giotto y su taller, Simone Martini y el senés Pietro Lorenzetti, que la llevará a término en la segunda década del siglo XIV con escenas de la Pasión de Cristo.
Sobre este altar, en el cruce del transepto, se encuentran las llamadas «velas», atribuidas a un discípulo de Giotto («Maestro de las velas»).
Tres de ellas representan los votos religiosos (pobreza, castidad y obediencia), según la concepción que se tenía de los mismos a comienzos del siglo XIV.
Se trata de una obra didáctica, moralizante y fuertemente ideologizada, en donde el interés del concepto predomina sobre la descripción figurada.
Cada una de las «velas» conserva el mismo esquema: el símbolo de la virtud representada, la exaltación de la virtud y la reprobación del vicio que se opone a ella.
La cuarta «vela» muestra al «gloriosus Franciscus» sentado rígidamente en un trono de gloria y vestido con una pesada dalmática de oro que contrasta con sus pies descalzos.
Los rostros alegres de los ángeles que danzan descongelan la escena de la glorificación de san Francisco. Quienquiera que haya sido el autor de estas velas, se percibe de inmediato que la inspiración del artista debió sufrir una fuerte sumisión a las ideas impuestas por los «inspiradores»
Las paredes del presbiterio están recubiertas por una rica decoración pictórica, ciclo que se inicia con las Historias de la infancia y algunas de la Virgen María, de la pasión de Cristo para acabar con la Glorificación del Santo, ambas obras de Giotto.
Tienen particular interés, en la pared izquierda la Crucifixión, atribuida directamente a Giotto, y en la derecha, el fresco de Cimabue Virgen en majestad con Niño, cuatro ángeles y San Francisco.
En este brazo destacamos, en primer lugar, el conjunto de Nuestra Señora de los Angeles y San Francisco, de Cimabue, obra que ha tenido una amplísima divulgación. Muy cerca, los retratos de cinco compañeros de la primera hora, cuyas tumbas se encuentran debajo: Bernardo de Quintaval, Silvestre, Guillermo de Inglaterra, Elegido y Valentino.
En la pared siguiente, las figuras de san Francisco, san Luis rey de Francia, san Elceario, santa Isabel de Hungría y una santa (¿Clara?, ¿la beata Delfina, esposa de san Elceario?, ¿Jacoba de Settesoli?), pintadas por Simone Martini.
Al fondo de este brazo se encuentra
La capilla de san Nicolás de Bari,
Poligonal, de estilo gótico, con pinturas de la primera mitad del siglo XIV, en gran parte destinadas a contar escenas de la vida de san Nicolás,que se atribuyen al anónimo giottesco "Maestro de San Nicolás".
Junto a la entrada de la capilla aparecen cinco santos pintados por Simone Martini identificables con Francisco, Ludovico de Tolosa, Isabel de Hungría, Margarita de Hungría y Enrique de Hungría. También se atribuye a Martini la Virgen con el Niño entre los santos Esteban y Ladislao.
La sillería del coro es de la segunda mitad del siglo XV y el fresco del juicio final de Sermei es del año 1623.
Fue construida a finales del siglo XIII.
Las vidrieras, también de estilo giottesco, se realizaron a principios del siglo XIV.
El brazo izquierdo del transepto está dedicado a las escenas de la pasión de Cristo y de la estigmatización de san Francisco.
Casi todo este ciclo es obra de Pedro Lorenzetti y, sobre todo, de su hermano Ambrosio.
De estos frescos el más importante es el de la crucifixión y el más interesante el de la Virgen con el Niño entre san Juan Evangelista y san Francisco.
Al fondo de este brazo se halla
La capilla de san Juan Bautista
Fue construida a finales del siglo XIII por encargo del cardenal Napoleón Orsini. Decorada por Pietro Lorenzetti con el fresco Madonna dei Tramonti.
Hay cinco capillas laterales, dos al lado izquierdo (entrando) y tres al lado derecho.
En el lado izquierdo
La capilla de San Martín
Es la primera del lado izquierdo de la nave. Fue construida por el cardenal Gentile Partino de Montefiore y pintada al fresco, entre 1312 y 1315, por Simone Martini con las historias de la vida de San Martín de Tours.
La capilla de san Pedro de Alcántara
es pequeña y sin adornos, en tanto que la de san Martín tiene una gran importancia por el ciclo de frescos que cubren sus muros, de una gran factura y elegancia, elaborados por Simone Martini poco antes de 1317.
En el lado derecho se encuentra en primer lugar
la capilla de san Sebastián,
dedicada especialmente a san Luis rey de Francia. Merece especial atención el vitral, elaborado en el siglo XIV por Juan Bonino según el diseño de Simone Martini.
Los frescos fueron pintados por Dono Doni en el siglo XVI para reemplazar los del siglo XIV que estaban muy deteriorados.
Pequeña capilla que se encuentra entrando en la basílica inferior, a la izquierda. Posee decoraciones pictóricas que representan episodios de la vida de San Sebastián obra de Girolamo Martelli, pintor de Asís del siglo XVII.
En el lado derecho hay dos monumentos: el mausoleo de Juan de Cerchi y el mausoleo de Juan de Brienne, rey de Jerusalén y emperador de Constantinopla. Junto a la capilla está la Virgen de la Salud, obra de Ottaviano Nelli.
La capilla a San Antoio de Padua
En elcentro, es también valiosa por su vitral, atribuido a Juan Bonino, quien siguió un diseño hecho probablemente por Giotto.
Los antiguos frescos de esta capilla fueron también reemplazados por los actuales, pintados en 1610 por Sermei y Martelli.
Situada en el lado derecho de la nave, fue pintada con escenas del santo por Cesare Sermei de Orvieto en 1610, ayudado por Martelli. Se representan también escenas de la vida de San Antonio en la vidriera, atribuida al asisiense Juan Bonino.
Finalmente,
la capilla de la Magdalena
con varias escenas de la vida de la santa, elaboradas durante la segunda mitad del siglo XIV por los discípulos de Giotto.
CAPILLA DE LAS RELIQUIAS
Se llega a ella por el brazo derecho del transepto. Ha sido recientemente habilitada y contiene varios objetos de un gran valor histórico, de los cuales llamamos la atención sobre los siguientes:
1 El pequeño pergamino encerrado en un ostensorio con dos escritos autógrafos de san Francisco: «la bendición a fray León», por un lado, y «las Alabanzas al Dios altísimo», por el otro.
2 El texto oficial original de la Regla bulada, aprobada por el papa Honorio III el 29 de noviembre de 1223.
3 Sandalias y restos de túnicas que usó san Francisc,.su hábito color ceniza, sus sandalias de piel con que cubría los estigmas de los pies y la piel que evitaba que la sangre del costado manchara la túnica.
4 El cuerno de marfil regalo de Melek-el-kamel, Sultán de Egipto, en 1219.
5 El cáliz y la patena empleados por los frailes en La Porciúncula.
Fuente: francisconos.org
Fotos de internet
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