ZAMORA
La visita a Zamora y a su importantísimo conjunto arquitectónico se hace obligada, la ciudad tiene, en su casco urbano, la mayor concentración de iglesias románticas de todas las ciudades europeas, de allí su apodo de "La ciudad del Románico".
Tras la Batalla de Calatañazor fue conquistada definitivamente por los cristianos, siendo reconstruida y repoblada por Fernando I, llamándola "Zamora la bien cercada" en su testamento, quien la entregó en feudo a su hija Doña Urraca que pasaría a ser reina de la ciudad.
En el año 1.072, su hermano Sancho II quiso arrebatársela sin llegar a conseguirlo, muriendo entre sus muros, tras un asedio de más de siete meses en el que los zamoranos resistieron con valor al cerco sometido, naciendo ahí la conocida frase "No se ganó Zamora en una hora". El asesinato del monarca es recordado por el Portillo de la Traición
Por la calle Pizarro llegamos a:
la iglesia de San Pedro y San Ildefonso,
posiblemente, la mejor y más grande parroquia de Zamora. Sita en la plaza de igual nombre, donde confluyen la Rúa de los Francos y la de Notarios, guarda, tradicionalmente, los restos de San Ildefonso y de San Atilano.
Aquéllos fueron traídos por los mozárabes toledanos que repoblaron la ciudad en época de Alfonso III el Magno, mandados por Ordoño I desde Oviedo.
Mientras que San Atilano, obispo zamorano del 900 al 919, fue enterrado aquí.
Para unos, ambos aparecieron durante la ampliación del templo en 1260; para otros, el hallazgo de San Atilano sucedió entre 1522 y 1534, en contra de la inscripción de la capilla mayor, que cita el 1496. Reyes y papas reclamaron los restos de San Ildefonso desde Toledo. Las negativas culminaron con la creación de la Congregación de Caballeros Cubicularios encargados de vigilar las reliquias.
Plaza de Arias Gonzalo
Calle Obispo Manso
Puerta del Obispo
es una de las puertas de la muralla de Zamora, ubicada en su lado más occidental.
Muy conocida por la Semana Santa.
A sus pies se extendió en denominado arrabal de Olivares (existente en el siglo X2 ). Desde ella se accede al antiguo recinto de la catedral y al castillo de Zamora.
Se ubica entre el palacio episcopal y la Casa del Cid y se encuentra adosada a las Peñas de Santa Marta.
Es una de las puertas más antiguas de la ciudad y data del siglo X.3 Desde esta puerta se accede al Duero y a sus conocidas aceñas de Olivares (molinos) ubicadas en la ladera del río. Antiguamente daba igualmente al antiguo puente romano.
Catedral
dedicada al Salvador, se inscribe dentro del denominado románico del Duero, distinguiéndose por ser la más pequeña y la más antigua de las once de la Comunidad de Castilla y León.1
Fue declarada Monumento Nacional por Real Orden de 5 de septiembre de 1889.
Su planta es de cruz latina con tres naves de cuatro tramos, las laterales con bóveda de arista y la central de crucería simple. Los tres ábsides que tenía en origen fueron sustituidos por una cabecera gótica en el siglo XVI.
En el crucero se alza un cimborrio con un tambor de 16 ventanas sobre el que se levanta una cúpula de gallones revestidos con escamas de piedra y soportada con pechinas de clara influencia bizantina. Es el elemento más llamativo, bello y original del templo, y un verdadero símbolo de la ciudad.
Plaza de la Catedral
Iglesia de Sa Isidoro
Se encuentra situada en la Rúa de los Francos, s/n. Fue el templo fundado por Sancha, hermana de Alfonso VII, que la hizo edificar en el interior del primer recinto amurallado de la ciudad.1 Se encuentra en las inmediaciones del Portillo de la Traición.
Construida en las décadas centrales del siglo XII y patrocinada por el rey Alfonso VII el Emperador y su hermana Doña Sancha.
Originalmente, era una gran construcción de tres naves, crucero y sendos ábsides. De las torres previstas, sólo se llegó a levantar la septentrional, a los pies del templo, de porte robusto y ciertamente poco esbelta.
La cabecera se sustituyó en el siglo XV por otra gótica y el claustro se reemplazó en los siglos XVI y XVII.
La Iglesia de San Isidoro tiene multitud de elementos románicos de corte arcaico. Se trata de un edificio con una sola nave, la cual cuenta con una capilla mayor de planta cuadrada.
La espadaña es un añadido que se hizo a la iglesia en el siglo XIX.
El templo posee dos accesos, el de la fachada septentrional se Se trata de un templo único, pues el interior está conservado prácticamente de manera original.
Por ejemplo, el arco triunfal apuntado y el hastial con rosetón de trazos sencillos datan de los primeros momentos. Es interesante desde el punto de vista artístico la parte exterior, pues tiene dos portadas con arcos concéntricos, decoradas con jambas lisas sin ningún tipo de artificio, lo cual es poco común.
Un paseito por la Rua de los Notarios hasta
Iglesia de la Magdalena
La iglesia parece haberse edificado en dos periodos: el primero de influencia románica; el segundo en el gótico.
Se sabe que en periodos medievales hizo de hospital perteneciente a la Orden de San Juan. Es de las pocas iglesias zamoranas que poseen una única nave muy elevada con planta rectangular (planta basilical). Destaca de esta iglesia la portada de su fachada meridional.
Fue declarada Monumento Nacional en 1910
En el mobiliario interior destaca que no cuente con ningún tipo de retablo. El alzado presenta un primer cuerpo con baldaquinos, originario del siglo XII, uno segundo con altas columnas y, por último, un remate con diversos canecillos. La cubierta está hecha en madera, a excepción del cabecero. La parte del sur, cuenta, con un rosetón lobulado con una ornamentación de punta de diamante
En frente el Convento de las Clarisas "El Tramsito"
Otro paseito por la Rua de los Francos.
Plaza de Viriato
Portillo de la Traición
El portillo se sitúa entre la Iglesia de San Isidoro y la Catedral.
Arquitectónicamente no es destacable, ya que simplemente se trata de una alta y estrecha puerta que se levanta sobre una quebrada, en uno de los tramos del perímetro de la muralla más irregulares. En la actualidad es perfectamente transitable, ya que une una parte de la ciudad con otra.
Se encuentra en perfecto estado de conservación y de higiene, así como de decoración, pues está rodeado de abundante vegetación que hace más romántico si cabe un lugar con tanta historia.
La importancia de este elemento arquitectónico radica en que las crónicas cuentan que por él entró Vellido Dolfos, un noble leonés del siglo XI, siendo perseguido por el Cid.
Este le perseguía por haber asesinado a Sancho II de Castilla, que se encontraba al mando de las huestes que asediaban la ciudad, entonces en manos del Reino de León.
Plaza Mayor
plaza típicamente castellana, de planta cuadrada, empedrada, y rodeada de edificios de poca altura con soportales.
Se encuentra en pleno casco histórico y es peatonal. En esta plaza caben destacar tres edificios bastante importantes: El Ayuntamiento (o casa de las Panaderas),
el Antiguo Ayuntamiento (sede de la policía local),
la Iglesia de San Juan Bautista,o de Puerta Nueva.
Después de la Catedral, esta iglesia de San Juan Bautista es la más importante de Zamora ya que sus portadas han sido declaradas Monumento Histórico del Patrimonio español,
y su rosetón de rueda de carro es el emblema de la ciudad. La iglesia está apodada "de Puerta Nueva", pues se halla sobre una de las puertas del recinto amurallado de la ciudad, que tras las sucesivas reformas y ampliaciones de la plaza quedaron bajo ella.
Junto a la portada de la iglesia de San Juan nos encontramos con "El Merlú", una escultura alegórica a la Semana Santa zamorana.
La iglesia fue construida a finales del siglo XII - principios del XIII, aunque a lo largo de su historia ha sido reformada y ampliada en numerosas ocasiones.
Originariamente tenía tres naves, aunque Gil de Hontañón la redujo a una en el siglo XVI. Del siglo XIII se mantiene el gran ventanal gótico; en el XVI se reformaron las capillas y se reconstruyó la torre derrumbada; en el XVIII se sustituyeron las bóvedas por un artesonado mudéjar.
En su interior contiene valiosos retablos y tallas, obras de maestros zamoranos del barroco y del renacimiento como el Retablo de la Virgen de la Consolación de Ruiz de Zumeta o el Retablo del altar mayor, dedicado a San Juan Bautista.
Se vuelve a la plaza Mayor y volvemos al Camino despidiendo a la ciudad románica.
A la derecha del Ayuntamiento tomamos la calle Costanilla
para bajar a continuación por la calle de Feria.
Llegamos así a una rotonda y seguimos de frenet por la calle Puebla de Sanabria. Después subimos por la cuesta de la Morana y la avenida de Galicia hasta llegar a otra rotonda.
Cogemos esta carretera, la ZA-900, donde vemos la cruz del Rey Don Sancho y una estela que marca los kilómetros restantes a Santiago: 377
Abandonada ya toda población nos esperan los primeros cultivos de trigo, pronto pasamos por un puente que cruza la autovía de la Ronda Norte de Zamora.
Después de una pequeña bajada giramos a la derecha en el cruce de caminos, continuamos sin desviarnos hasta llegar a una rotonda y con esta, el encuentro con la N-630, compañera infatigable desde que salimos de Sevilla.
A unos metros de su arcén giramos a la izquierda para entrar en la localidad de Roales del Pan
ROALES DEL PAN
Atravesamos esta estirada población para abandonarla por otra aburrida pista que iniciamos tras pasar la iglesia de la Asunción
y el Ayuntamiento.
A quinientos metros debemos girar a la derecha en un cruce y en breve a la izquierda en el siguiente, situándonos en paralelo a la N-630.
De esta manera sobrepasamos el kilómetro ocho de la etapa y continuamos por la infinita recta de una nueva pista de concentración.
Casi dos horas de llanura y guijarros sueltos después giramos a la derecha en un cruce bien indicado (Km 15,6), llegando más tarde a otro cruce señalizado con un cartel del Ayuntamiento de Montamarta.
MONTAMARTA
Según dice son sólo 700 metros hasta el albergue de esta localidad pero en realidad son algunos más.
Es difícil precisar la fecha del primer asentamiento humano en Montamarta. Existe documento del siglo XII donde aparece ya su nombre.
Históricamente ha sido un enclave importante, así lo confirma la relevancia del monasterio de los Jerónimos en torno al año 1500. Sin embargo, los restos más antiguos del pueblo se encuentran en el muro norte de la ermita de la Virgen del Castillo, siendo probablemente románicos del siglo XII, como confirman los canecillos que quedan aún visibles. También debe ser de la misma época la sencilla pila bautismal románica que se conserva en la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel.
Fin de étapa y descansar
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