SANGÚESA -- SAN JAVIER
Se deja el albergue
y se hace un alto en el camino para visitar Javier a 8km
pasando antes por la Iglesia de Santiago
De origen románico, consta en un documento pontificio de 1144, pero sus obras no concluyeron hasta el siglo XIV (1365), hasta concluir la torre campanario.
Esta iglesia se levantó para poder acoger a la población local y a los muchos peregrinos que pasaban por la ciudad.
La de Santa María es una pequeña iglesia que resultaba insuficiente para acoger a tantos feligreses y caminantes de la Ruta Jacobea;
por eso se vio la necesidad de levantar un nuevo templo dedicado al Apóstol Santiago, que ha sido de siempre la parroquia principal de la localidad.
En el siglo XVIII se realizaron cambios en su mobiliario y se le añadió una nueva capilla.
después a la Plaza de los Fueros para coger la carretera Na 5410
Un lugar llamado Javier.
En la ladera de un monte, frente a un delicioso valle arbolado, surge gallardo entre el verde del paisaje el castillo de Javier, llamado así porque fue la cuna de San Francisco Javier.
CASTILLO DE SAN JAVIER
es una increíble fortaleza de origen románico situada en el término municipal homónimo, muy cerca de Sangüesa, a unos 50 km. de Pamplona.
En la década de los 60 del siglo XX la villa de Javier, que nació al abrigo del castillo, se trasladó a un nuevo emplazamiento, muy cerca de la fortaleza, por lo que en la actualidad en el entorno sólo se encuentra la construcción medieval, la nueva basílica, el colegio de los Jesuitas y las construcciones aledañas.
Los orígenes del castillo se remontan a finales del siglo X, en el que se levantó una torre de señales, la torre del Homenaje.
Su estratégica ubicación de frontera entre los reinos de Navarra y Aragón, acrecentó su sentido de fortaleza y en torno a la torre se fueron edificando los distintos cuerpos del castillo.
Fue el Infante Fernando de Aragón quiñen lo entregó en 1223 al rey de Navarra Sancho IV, como garatía de un préstamo y que como este nunca se pagó, en 1236 el castillo psó a pertenecer a Navarra.
Años después pasó a ser ropiedad de la familia de María de Azpilicueta, madre de San Francisco Javier, el Castillo se completa en el s. XVI.
En 1516, por orden del cardenal Cisneros, fue parcialmente destruido, y a finales del siglo XIX y aneja a la fortaleza, se levantó la basílica de Javier.
En 1952, las obras de reconstrucción devolvieron al castillo su fisonomía original y hoy es uno de los pocos castillos que conservan sus defensas y estructuras como troneras y saeteras.
Actualmente es propiedad de los jesuitas.
Propiedad de la familia de María de Azpilicueta, madre de San Francisco Javier, el Castillo se completa en el s. XVI.
Por desgracia, tras la anexión de Navarra a Castilla, fue parcialmente destruido por orden del Cardenal Cisneros, pero los tres procesos de restauración realizados posteriormente lograron recuperar su esplendor.
BASÍLICA
Adherida al Castillo se encuentra la Basílica
La Basílica se construyó sobre el terreno del conocido como Palacio Nuevo, lugar en el que nació San Francisco Javier y que a finales del siglo XIX se encontraba completamente arruinado.
Se construyó entre 1896 y 1901. La duquesa de Villahermosa, descendiente de la familia de Javier, la mandó realizar. Es obra del arquitecto Ángel Goicoechea, en estilo ecléctico con elementos del arte: románico, gótico y bizantino.
La portada es de estilo neorománica.
En su tímpano, figuran los nombres de los distintos lugares que recorrió el santo de: Europa, África y Asia. Sus capiteles representan distintas escenas de su vida.
Entre 1896, fecha en la que el edificio se cedió a la Compañía de Jesús, y 1901, el arquitecto Ángel Goicoechea construyó la basílica en un estilo ecléctico, mezcla de elementos neorrománicos, neogóticos y neobizantinos.
El interior de la Basílica Nueva, es una nave neogótica con tribunas lombardas. Sobre el altar, hay una gran imagen de San Francisco Javier, de J. Suñol, y doce santos jesuitas. Sobre varias puertas, se encuentran pinturas italianas de la vida de Javier en el Castillo, obra de Caparoni.
Capilla del Cristo
La Torre del Santo Cristo, es un bastión y una capilla. En la Capilla del Santo Cristo, se encuentra un crucifijo, con un Cristo sonriente tallado en madera de nogal, del XIII de estilo tardogótico. Contiene pinturas murales del XV con esqueletos representando la danza de la muerte.
con el Cristo sonriente del siglo XIII.
La imagen tallada en madera, se encuentra rodeada de frescos (datados del s.XV) que representan la muerte a través de esqueletos, lo que le da un toque algo macabro al vestíbulo.
Ocupa la denominada Torre del Cristo, un espacio reducido que originalmente era lugar de oración y culto de la familia
Muchas veces iba Javier a la capilla del castillo a rezar a un gran Cristo, que dicen sudó sangre cuando él agonizaba.
Parroquia de la Anunciación
Cruzando un patio empedrado entramos en esta iglesia construida en estilo barroco en 1702 y que guarda la pila del siglo XV en la que San Francisco Javier recibió el bautismo y una imagen de la Virgen en madera policromada de la segunda mitad del siglo XIII.
CASTILLO
Ua interesante sala de cuadros que se encuentra en su interior.
Francisco de Javier, patrono de Navarra y uno de los misioneros más relevantes de la cristiandad, era el hijo menor de la familia propietaria del Castillo.
Terminada la visita volvemos a Sagúesa.
Su estratégica ubicación de frontera entre los reinos de Navarra y Aragón, acrecentó su sentido de fortaleza y en torno a la torre se fueron edificando los distintos cuerpos del castillo.
Fue el Infante Fernando de Aragón quiñen lo entregó en 1223 al rey de Navarra Sancho IV, como garatía de un préstamo y que como este nunca se pagó, en 1236 el castillo psó a pertenecer a Navarra.
Años después pasó a ser ropiedad de la familia de María de Azpilicueta, madre de San Francisco Javier, el Castillo se completa en el s. XVI.
En 1952, las obras de reconstrucción devolvieron al castillo su fisonomía original y hoy es uno de los pocos castillos que conservan sus defensas y estructuras como troneras y saeteras.
Actualmente es propiedad de los jesuitas.
Propiedad de la familia de María de Azpilicueta, madre de San Francisco Javier, el Castillo se completa en el s. XVI.
Por desgracia, tras la anexión de Navarra a Castilla, fue parcialmente destruido por orden del Cardenal Cisneros, pero los tres procesos de restauración realizados posteriormente lograron recuperar su esplendor.
BASÍLICA
Adherida al Castillo se encuentra la Basílica
La Basílica se construyó sobre el terreno del conocido como Palacio Nuevo, lugar en el que nació San Francisco Javier y que a finales del siglo XIX se encontraba completamente arruinado.
Se construyó entre 1896 y 1901. La duquesa de Villahermosa, descendiente de la familia de Javier, la mandó realizar. Es obra del arquitecto Ángel Goicoechea, en estilo ecléctico con elementos del arte: románico, gótico y bizantino.
La portada es de estilo neorománica.
En su tímpano, figuran los nombres de los distintos lugares que recorrió el santo de: Europa, África y Asia. Sus capiteles representan distintas escenas de su vida.
Entre 1896, fecha en la que el edificio se cedió a la Compañía de Jesús, y 1901, el arquitecto Ángel Goicoechea construyó la basílica en un estilo ecléctico, mezcla de elementos neorrománicos, neogóticos y neobizantinos.
El interior de la Basílica Nueva, es una nave neogótica con tribunas lombardas. Sobre el altar, hay una gran imagen de San Francisco Javier, de J. Suñol, y doce santos jesuitas. Sobre varias puertas, se encuentran pinturas italianas de la vida de Javier en el Castillo, obra de Caparoni.
Capilla del Cristo
La Torre del Santo Cristo, es un bastión y una capilla. En la Capilla del Santo Cristo, se encuentra un crucifijo, con un Cristo sonriente tallado en madera de nogal, del XIII de estilo tardogótico. Contiene pinturas murales del XV con esqueletos representando la danza de la muerte.
con el Cristo sonriente del siglo XIII.
La imagen tallada en madera, se encuentra rodeada de frescos (datados del s.XV) que representan la muerte a través de esqueletos, lo que le da un toque algo macabro al vestíbulo.
Ocupa la denominada Torre del Cristo, un espacio reducido que originalmente era lugar de oración y culto de la familia
Muchas veces iba Javier a la capilla del castillo a rezar a un gran Cristo, que dicen sudó sangre cuando él agonizaba.
Parroquia de la Anunciación
Cruzando un patio empedrado entramos en esta iglesia construida en estilo barroco en 1702 y que guarda la pila del siglo XV en la que San Francisco Javier recibió el bautismo y una imagen de la Virgen en madera policromada de la segunda mitad del siglo XIII.
CASTILLO
Ua interesante sala de cuadros que se encuentra en su interior.
Francisco de Javier, patrono de Navarra y uno de los misioneros más relevantes de la cristiandad, era el hijo menor de la familia propietaria del Castillo.
Terminada la visita volvemos a Sagúesa.
Fotos de internet
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