CAMINO DEL NORTE
Los caminos astur-galaicos fueron pioneros en encauzar peregrinos hacia Santiago. Los peregrinos venían desde Francia por mar recalando en los puertos vascos, cántabros y gallegos.
El Camino de Santiago del Norte parte desde Irún y llega a Santiago de Compostela transcurriendo casi en su totalidad por la costa Cantábrica o próxima a ella. El recorrido es más duro que el Camino Francés, pero sus paisajes, donde se funden el azul del mar con el verde de las montañas, bien merecen el esfuerzo extra.
Se cree que el Camino del Norte es la ruta más antigua; se cree que fue la primera que tomaron los peregrinos para llegar a Santiago de Compostela ya que cuando se descubrió la tumba del Apostol, la dominación por parte de los musulmanes alcanzaba muchos territorios del interior de la peninsula Ibérica
Por tanto el Camino del Norte fue una de las rutas más transitadas en los primeros años de peregrinación, comenzando por los propios monarcas de la corte asturiana.
A medida que avanzó hacia el sur la reconquista este camino fue casi reemplazado por el Camino Francés, debido a la menor complejidad orográfica, a lo abrupto del terreno del Camino del Norte, y a la ausencia de grandes burgos.
El peregrino que se aventure a realizar el Camino del Norte, hará uno de los caminos más atractivos y emocionantes de los Caminos de Santiago. Las vistas, que en muchas ocasiones se pierden en la inmensidad del mar, son impresionantes.
El verdor de las montañas, sentir el mar rodeandote, los pueblos marineros, las hermosas playas, la gastronomía, y la hospitalidad de sus gentes hacen de este Camino una experiencia única.
La peregrinación de aquellos pioneros consolidó la ruta del Norte, transitada por penitentes como el propio San Francisco de Asís, que en 1214 se aventuró, según la tradición, a caminar a San Salvador de Oviedo y a Compostela.
Habla la leyenda de la fundación de varios templos franciscanos durante su periplo espiritual por tierras gallegas.
La relevancia de este Camino se apoya también en el asentamiento de órdenes religiosas –por ejemplo, los templarios- o la fundación de hospitales, santuarios y monasterios.
Atestiguan, asimismo, la vitalidad jacobea relatos de otros peregrinos, como el del astrónomo veneciano Bartolomeo Fontana.
Su Itinerario describe la entrada en Galicia por Ribadeo, durante una peregrinación que inició en febrero de 1538 y finalizada en septiembre del año siguiente. No es una acción baladí, pues resulta revelador que siendo Roma el epicentro del catolicismo, los romeros italianos decidiesen poner rumbo a Compostela, muestra del poder espiritual que ya ostentaba.
También del siglo XVI data el relato del cronista flamenco y Señor de Montigny, Antoine de Lalaing, relacionado con el viaje de Felipe I para ser nombrado, junto a su mujer, Príncipe de Asturias. El texto del cronista detalla el camino a Santiago desde Oviedo, pasando por Ribadeo y Mondoñedo.
900 kms. el Camino del Norte, es la segunda ruta más larga, después de la Vía de la Plata.
Se suele realizar en 32 etapas si se va a pie. Al llegar a Asturias (cerca de Sebrayo), existen dos alternativas, ya que el camino se bifurca en dos ramales, pudiendo elegir entre el Camino Primitivo o el Camino de la Costa.
La red de albergues del Camino del Norte, es mucho más escasa que la red de albergues del famoso Camino Francés, pero siempre encontraremos un albergue donde pasar la noche.
La señalización durante todo el camino es muy buena.
La primera flecha amarilla, que indica el inicio del camino se encuentra en Hendaya, en el puente sobre el río Bidasoa, que sirve de límite fronterizo con Francia, y que no por casulidad se llama “Puente de Santiago”.
El más septentrional de los caminos de Santiago, el camino de la costa, serpentea por la marina verde que baña el mar Cantábrico y tiene una de sus estaciones de parada en la ciudad y puerto de Gijón. Esta ruta de pregrinación forma parte del conjunto de itinerarios jacobeos y se conoce con el nombre de Camino del Norte.
Gijón acoge al peregrino para ofrecerle un lugar de descanso y una etapa más de experiencia en su camino, es sin duda una parada obligatoria en el camino del Norte
Para la entrada de Galicia había diferentes alternativas. Se podía cruzar en barca, de Castropol a Ribadeo o bordear el río Eo que disponía de varios puentes. Estos pasos generaban diferentes itinerarios en dirección a Mondoñedo y Lugo.
El tramo gallego, desde Ribadeo,
supone una caminata de 197 kilómetros, prácticamente también el mínimo exigido para obtener la Compostela en bicicleta (200 kilómetros).
El peregrino tiene por delante 6 etapas.
Avanza hacia Lourenzá y Mondoñedo; descansa en las llanuras de A Terra Chá y su capital, Vilalba, y recibe la hospitalidad del monasterio cisterciense de Sobrado dos Monxes antes de confluir en Arzúa con el ajetreado Camino Francés.
Allí los viajeros de una y otra vertiente aúnan el paso, dando por bueno que todos los caminos, al menos en Galicia, llevan a Santiago.
quiero hacer parte del camino en mayo 2019.
ResponderEliminardesde LUARCA o Navia