Quizá el elemento más llamativo al exterior de la catedral sea la cúpula, que es doble; gótica vista desde el interior, pero con reminiscencias barrocas al exterior.
Presenta un tambor octogonal en el que se abren cuatro grandes huecos termales y una pequeña linterna como remate.
La cubierta es de pizarra oscura. A modo de pináculos, doce estatuas que representan a los apóstoles:
san Felipe, san Bartolomé, san Mateo, san Simón, san Judas Tadeo, Santiago el Menor, san Matías, san Bernabé, san Pedro, Santiago el Mayor, San Juan y san Andrés. Son obra del escultor Luis Sanguino.
FACHADA PRINCIPAL
La fachada principal, hacia la plaza de la Armería, es la situada a los pies del templo, y mira hacia la cara sur del Palacio Real.
Esta fachada terminada en el año 1950 a falta de los elementos decorativos, que se han hecho esperar casi medio siglo.
Un estilo neoclásico, muy austero, acorde con la estética del propio palacio.
Se compone de un gran pórtico de columnata doble, de granito procedente del municipio madrileño de El Boalo, Cerceda y Mataelpino, siendo el piso inferior de inspiración toscana y el superior jónico.
Este conjunto, de aire neoclásico, fue rematado después de la consagración de la catedral por una hornacina barroca, cobijando una imagen de la Virgen de la Almudena.
Se colocaron también cuatro estatuas, obra del escultor Ramón Chaparro, que representan a cuatro santos españoles: san Isidro Labrador, santa María de la Cabeza, santa Teresa de Jesús y san Fernando, realizadas en piedra blanca de Colmenar Viejo.
Tienen 3,30 metros de altura, incluido un pequeño plinto, y están ejecutadas en piedra blanca de Colmenar
En el balcón, una vidriera de diez metros cuadrados que representa a la Virgen de Lis. Y cuatro estatuas que representan a los cuatro evangelistas, del escultor José Luis Parés.
Hay dos grandes escudos, ejecutados también por el escultor Parés. Ubicados en la parte inferior, están realizados en piedra: representan
las armas plenas de la Casa Real Española y el escudo del papa que consagró la catedral, Juan Pablo II.
En el balcón de la logía:
En el centro, el Corazón de Jesús
Debajo , las estatuas representan a los cuatro evangelistas y miden más de dos metros. Han sido realizadas por el escultor José Luis Parés.
En los extremos de la fachada, en dos hornacinas, están las estatuas de bronce de San Pedro
y San Pablo, obra de Juan de Ávalos; rematando las hornacinas, dos relieves, la Entrega de las llaves a san Pedro y la Conversión de san Pablo.
Las puertas son de bronce.
La central tiene adornos con el tema trinitario, La Virgen de la Almudena bajo la Trinidad acompaña al pueblo de Dios en el Jubileo del III Milenio.
una de las laterales hace referencia a la monarquía de España,
con efigies de los reyes de la Reconquista;
Alfonso XII aparece abatido y arrodillado ante la pérdida de su esposa. La reina María de las Mercedes aparece en actitud de abrazar la resurrección de Cristo.
Y la otra, está dedicada a Hispanoamérica.
Son obra del escultor Sanguino.
De las dos torres de esta fachada, a la de la derecha se la conoce como Mariana o De los Gallegos, ya que las campanas fueron donadas por gallegos y cada una de ellas tiene una advocación mariana castiza: Santa María la Real de la Almudena; Santa María de la Paloma; Santa María de Atocha y Santa María de la Flor de Lis.
En la torre de la izquierda, que da a la calle Bailén, está el carillón, fabricado en Saldaña (Palencia), al igual que las campanas Benedicta, Ancilla Domini, Magnificat y Gratia Plena
FACHADA DE BAILEN
Estilo barroco, sobre todo por la majestuosidad de la gran cúpula de la catedral.
Esta fachada es la que se utiliza diariamente para el acceso a la catedral.
Corresponde a la parte oriental del crucero del templo, dando vista a la calle Bailén.
En el diseño de esta fachada se advierte cierto influjo escurialense en su monumentalidad y desnudez, solo rota por las monumentales puertas de bronce. Son estas obra, asimismo, del escultor Sanguino.
La lateral de la izquierda representa el hallazgo de la Virgen de la Almudena por el rey Alfonso VI de Castilla, en el año 1085;
la central, recuerda el día de la consagración de la Catedral por el papa Juan Pablo II, el 15 de junio de 1993, con imágenes de los reyes Juan Carlos I y Sofía,
doña María de la Mercedes, madre del Rey, y el entonces arzobispo de Madrid, Ángel Suquía;
por último, la puerta lateral derecha ilustra la procesión de la Virgen de la Almudena el 9 de noviembre, día de su fiesta, por las calles de Madrid.
En ella se ve al arzobispo Antonio María Rouco Varela, y los monumentos más emblemáticos de la ciudad.
La decoración se completa con dos estatuas de San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María, colocadas en hornacinas en lo alto de la fachada; ambas obra de José Luis Parés.
y encima de las puertas, escudos.
Frente a esta fachada, una plaza le sirve de atrio amplio.
Se conoce comúnmente como Plaza de Juan Pablo II por la estatua de más de tres metros que representa a este papa, realizada por el escultor Juan de Ávalos.
La plaza está adornada, además, con cuatro fuentes y farolas de estilo fernandino. Se accede a ella por una escalera imperial y rampas laterales.
Todo el conjunto está cerrado por rejas, coronadas por las estatuas en bronce de san Antonio María Claret, san Ignacio de Loyola y san Juan de Ávila, obra de la escultora Consuelo Perea.
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