LAS CLAUSTRILLAS
De estilo románico
Llaman así al pequeño claustro antiguo, de planta rectangular, que perteneció al monasterio fundado en 1187.
Es la única anterior a la muerte del fundador del monasterio, Alfonso VIII, se fecha su construcción entre los años 1180 y 1190.
Cuando se creó el otro claustro de San Fernando, las monjas utilizaron este espacio para su propio recreo y meditación.
Se cree que el autor de la obra fue el maestro Rodrigo, que dejó otras obras por estas tierras.
Las Claustrillas Cada lado presenta doce arcos que se apoyan sobre columnas pareadas con capiteles alargados, entre románicos y góticos, con ornamentación vegetal muy estilizada.
En las esquinas y centro de cada lado se interrumpe la arquería con machones (o pilar), cuyos capiteles están ricamente labrados con temas de castilletes
En los muros restos de primeras tumbas de personajes importantes
CAPILLA DE SANTIAGO
Fuera de la construcción monástica de Las Huelgas, aislada en el terreno de la huerta, hay una sencilla capilla
Se encuentra fuera de las construcciones monásticas, aislada en el terreno de la huerta.
Es de estilo mudéjar, construida en piedra y ladrillo. Tiene una puerta de arco túmido (llamado también arco árabe), un friso de yesería mudéjar y un artesonado notable.
Se accede al presbiterio por otro arco túmido, donde se encuentra una imagen de Santiago del siglo XIII, articulada, que era utilizada para armar caballeros a los reyes y a los príncipes e infantes.
En ella se guarda una imagen de Santiago. Un Santiago sedente pero con armadura y espada y de brazos articulados (hombros, codos y muñecas se mueven accionando un cordón)
Es una figura de madera policromada con una espada en su mano derecha y la mano izquierda abierta.
Es figura sedente pero sin silla, como para colocarla en un asiento especial.
A lo largo de la Edad Media, los actos de investidura de los caballeros, inicialmente de carácter militar, se fue sacralizando.
En el siglo XII, las ceremonias de investidura de los monarcas eran oficiadas por obispos, que les entregaban espada, cetro y corona.
Pero, a partir de Fernando III, los reyes castellanos consideraron inadecuado ser armados por un inferior e introdujeron cambios en el ceremonial, que se diferenció así del de otros reinos europeos en que el clero quedaba supeditado a la monarquía.
La ceremonia de Fernando III se celebró en 1219 en Las Huelgas. Hubo una misa y el obispo bendijo las armas; a continuación, el rey «tomo dell altar su espada, et el se la cinxo con su mano misma, et cinnossela como a armar caballero».
Frente a este acto de auto-investidura, se ideó otra alternativa: ser armado caballero por el apóstol Santiago.
Así lo hizo Alfonso XI. En 1332, antes de su coronación, el rey peregrinó a Compostela. En la catedral, conforme a las normas de la caballería y tal como relata la Crónica de Alfonso XI, veló toda la noche las armas situadas sobre el altar. Al día siguiente, festividad de Santiago, en una misa, en una cuidada puesta en escena, las armas fueron bendecidas por el arzobispo y a continuación el rey se las ciñó y fue armado caballero por una imagen de Santiago.
Se ha apuntado que para ello se pudo utilizar la figura que se conserva en Las Huelgas, e incluso que ésta pudo ser creada con tal finalidad.
Los mecanismos que la articulan hacen posible dar el ‘espaldarazo’y la ‘pescozada’, gracias a las distintas posiciones que pueden adoptar los brazos.
Tras la investidura, Alfonso XI viajó a Burgos, donde fue coronado rey y ordenó a su vez a multitud de nobles.
También la imagen se trasladaría a Las Huelgas, convertida en símbolo del poder regio.
No existe base documental que certifique el uso de la imagen en ceremonias de investidura; el conocimiento de tal uso ha sido transmitido por la tradición.
Inicialmente la estatua se emplearía sólo para armar a miembros de la monarquía, pero después invistió también a caballeros de la Orden de Santiago.
En cualquier caso, se trata de una pieza única, el único ejemplo de escultura masculina articulada medieval que existe en España.
Se ha justificado su ubicación en tan retirada capilla por el hecho de que la investidura de armas era un acto privado y austero, de acuerdo con los cánones de la caballería.
Podría ser incluso que la capilla fuera diseñada para este fin.
Con la decadencia de la caballería, la talla de Santiago se olvidó.
No es mencionada hasta el siglo XIX, cuando el Romanticismo recupera los relatos caballerescos. Entonces se presta atención a la tradición, conservada en el recuerdo de las monjas, sobre la función que desempeñó la estatua.
Fuente: buscandomontsalvatge.blogspot.com.es
CAPILLA DEL SALVADOR
edificación almohade que haría las veces de iglesia del primitivo monasterio.
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