Situado algo retirado de la cuenca del rio Arlanzón que atraviesa la ciudad, se construyó en un terreno real, conocido como “Las Huelgas”, que era la forma en que se denominaba al terreno de cultivo no trabajado y dedicado a pastos. donde existía un pequeño palacio de uso “vacacional” del que quedan aún algunos vestigios.
Eligen este lugar para levantar un monasterio cistercienses para mujeres.
La historia del Monasterio se inicia en 1187, cuando el rey Alfonso VIII, el rey de "Las Navas" y su esposa Leonor de Plantegenet, deseosos de convertir este lugar en Panteón de Reyes y digno retiro de gran número de mujeres pertenecientes a la más alta aristocracia y la realeza, consiguieron.
Fue la reina Leonor quien puso mayor empeño en conseguir esta fundación con el fin de que las mujeres pudieran alcanzar los mismos niveles de mando y responsabilidad que los hombres, al menos dentro de la vida monástica. Fue la reina Leonor quien puso mayor empeño en conseguir esta fundación con el fin de que las mujeres pudieran alcanzar los mismos niveles de mando y responsabilidad que los hombres, al menos dentro de la vida monástica
Gracias al apoyo del Papa Clemente III y del Abad de Citeaux, Guido, llevar adelante una nueva fundación en Burgos, dando lugar al nacimiento del Monasterio de Santa María la Real de las Huelgas.
La iniciativa fue muy bien acogida, convirtiéndose pronto en una realidad.
Cîteaux otorgó a este monasterio el derecho a instituirse como matrem ecclesiam equiparándose así al gran monasterio francés de Fontevrault. En 1199 se convirtió definitivamente en casa madre de los monasterios femeninos de Castilla y de León.
La vida del cenobio se inició con un grupo de monjas procedentes del Monasterio de Tulebras en Navarra, que fue el primer monasterio cisterciense femenino de la península, siendo las primeras abadesas de las Huelgas de regio linaje, Miasol, la primera, y Constanza, hija de Alfonso y Leonor, la segunda.
A partir de 1199 se convirtió definitivamente en la Casa Madre del Cister femenino castellano-leones.
Sin embargo, la idea de Alfonso VIII de hacer de este Monasterio, Cabeza y Matriz de todos los conventos femeninos cistercienses de Castilla y León, iba a traerle serios problemas y gran oposición por parte de los monasterios que ahora Huelgas pretendía poner bajo su control, dado que habían sido fundados con anterioridad.
Perales, Gradefes y Cañas fueron los que se mostraron más reticentes con esta nueva fundación, así como aceptar como cabeza rectora a este monasterio recién fundado, teniendo en cuenta que todos debían prestar obediencia, como filiales que eran, al Monasterio de Tulebras, en Navarra, primer monasterio de monjas cistercienses españolas fundado en 1157.
El conflicto será largo y complicado, pero al final el rey conseguirá su propósito y en 1199, además de solucionar el problema, este Monasterio se incorporará a la Orden del Císter, poniéndose bajo la jurisdicción de la abadía de Cîteaux.
A partir de estos momentos, las Huelgas constituirá una Congregación compuesta por los monasterios de Torquemada, Gradefes, Carrizo, Perales, San Andrés de Arroyo, Cañas y Fuencaliente, a los que se unieron, con el tiempo, los de Vileña, Villamayor de los Montes, Renuncio, Barría y Avia, siendo un total de doce abadías las afiliadas a este monasterio.
Gozó, desde sus inicios, de la protección de Papas y Reyes, y en él, además de coronarse Alfonso XI y su hijo Enrique de Trastámara, se armaron caballeros Fernando III, Alfonso XI, Pedro I y Juan II,
antes de ser coronados reyes, para lo que se utilizaba una curiosa figura articulada del Apóstol Santiago del Espaldarazo
Panteón Real
El deseo de convertirse en un auténtico panteón funerario, no sólo de reyes sino también de nobles, pronto se haría realidad.
Así entre los sepulcros más destacados, debemos señalar los del propio fundador, acompañados por sus reinas consortes e infantes de sangre real.
El Real Monasterio de las Huelgas es también Panteón Real, en el reposan o por lo menos se conservan los sepulcros de sus fundadores Alfonso VIII y Leonor de Plantagenet, su hijo Enrique I de Castilla, su hija la Gran Berenguela de Castilla, infantes, infantas y el sepulcro del hijo de Alfonso X el Sabio, el infante Fernando de la Cerda, así como las abadesas, María de Aragón hija ilegítima de Fernando el Católico y Mª Ana de Austria hija natural del también bastardo real Juan de Austria, hijo de Carlos I.
Mención especial merecen los sepulcros de don Sancho, hijo de Fernando III el Santo y arzobispo de Toledo; la tumba de doña Blanca de Portugal y de doña Berenguela (hija de los fundadores), así como el sepulcro de don Fernando de la Cerda y de la infanta Leonor.
Privilegios del monasterio
Grandes fueron los privilegios y donaciones por parte de las más distinguidas instituciones civiles y religiosas.
A ello, debemos unir el extraordinario patrimonio económico que logró conseguir, llegando a convertirse en un auténtico señorío material, además de jurídico, asentado sobre un fuero particular que delegó en la abadesa el papel civil y criminal.
Tampoco debemos olvidar la autonomía espiritual tan grande que tuvo, y que sólo dependía del Papa, soslayando las atribuciones episcopales, de manera que, aunque como mujer no podía asumir las funciones de celebrar misa, confesar, ni predicar, sin embargo, era ella, la abadesa, la que daba licencias como los mismos obispos.
El señorío jurídico tenía su propio fuero, cuyas leyes en el tema civil y criminal dirigía y vigilaba la abadesa. Podían nombrar alcaldes y ejercían su jurisdicción sobre un buen número de monasterios cuyas abadesas eran nombradas por la abadesa de Las Huelgas.
Estos derechos prácticamente conseguirían mantenerse hasta la segunda mitad del siglo XIX al suprimirlos el Papa Pío IX, en 1873, a consecuencia de la Bula "Quae diversa", promulgada para regularizar la situación de los territorios exentos en España, sometiendo el monasterio y sus filiales a sus respectivos obispos ordinarios del lugar.
Museo
En enero del 2008, el Museo de Telas Medievales - inaugurado en 1987 con motivo del octavo centenario de la fundación del monasterio - ha reabierto sus puertas al público tras dos años en obras para su ampliación, reorganización, mejora de sus condiciones climáticas e iluminación y renovación de vitrinas.
Contiene piezas con una datación cronológica exacta por haber sido extraídas de los sepulcros que pertenecían a los Reyes y que se encuentran en la iglesia del monasterio. Son vestidos e indumentaria femenina, masculina e infantil de los Reyes y Reinas de Castilla de los siglos XII, XIII y XIV.
En la actualidad
Ocho siglos han pasado, aunque no en vano, por esta abadía; y así ahora aunque han desaparecido todos sus títulos y sus riquezas materiales, todavía hoy podemos afirmar que el monasterio sigue vivo.
En la actualidad son 36 monjas las que constituyen su Comunidad, de las cuales 5 se encuentran en la fundación del Monasterio de Lurín, en Lima (Perú), iniciada a finales de diciembre de 1992.
Pertenecen a la Congregación cisterciense de San Bernardo, formada por 23 monasterios: - Aquí reside la Abadesa Presidenta de la Congregación.
Tienen lugar los Capítulos Generales.
Se guarda el archivo de la Congregación.
http://www.rutasconhistoria.es/loc/monasterio-de-santa-maria-la-real-de-las-huelgas
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