La Iglesia celebra hoy, 29 de
agosto, la fiesta del Martirio de San Juan Bautista.
El único santo que tiene dos fiestas: el día de su nacimiento -24 junio- y hoy el día que murió.
La fecha de la fiesta del Martirio de san Juan Bautista aparece ya en el siglo VI en el Martirologio Romano, y corresponde al segundo hallazgo de la cabeza del santo, que en esa ocasión se transportó a la Iglesia de san Silvestre en Roma.
San Juan Bautista había dejado el desierto para amonestar a Herodes que no le era lícito tener como esposa a Herodías, la mujer de su hermano. Irritado el tirano de su audacia, lo hizo arrojar en una prisión. Un día, mientras daba un festín, la hija de Herodías danzó en presencia de los convidados con tanta gracia, que Herodes le prometió concederle todo lo que le pidiese. Pidió ella la cabeza de Juan Bautista.
Un soldado, enviado a la prisión, cortó la cabeza al Precursor y la trajo en una bandeja. Año 30.
Sus discípulos recogieron el cuerpo y lo enterraron, según una antigua tradición en Sebaste -Sumaría-. Hacia mediados del siglo IV su tumba era venerada en Sebaste.
Lo que sucedió con la cabeza del Precursor es difícil de determinar. Unos dicen que Herodías la enterró en la fortaleza de Maqueronte; otros insisten en que fue enterrada en el palacio de Herodes en Jerusalén; allí fue encontrada durante el reinado de Constantino, y de allí secretamente llevada a Emesa, en Fenicia, dónde se ocultó, hasta que se manifestó por revelación en el año 453.
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