A las 3 de la madrugada los peregrinos de Cascante salían de la bimilenaria ciudad del Queiles para atravesar la capita ribera hacia las 5.00 y llegar a la Virgen del Yugo a las 9.00.
Son seis horas de camino para atravesar los 35 kilómetros que los separan y que significa la primera parada antes de adentrarse en Bardenas e ir a dormir al Monasterio de la Oliva, muy cerca de Carcastillo y punto final de la primera y más dura etapa. Es solo un ejemplo del recorrido que hacen los peregrinos de la Ribera hasta llegar al castillo de Javier.
Otros municipios como Cortes, Fitero, Cintruénigo o Monteagudo realizan incluso más kilómetros para llevar a cabo la peregrinación e incluso algunos salen el jueves para superar los 120 kilómetros.
Ayer más de 1.500 salieron de la comarca para cruzar la Bardena haciendo frente a un cierzo que fue empeorando la climatología conforme avanzaba el día.
Si a las 6.00 el termómetro marcaba 7 grados, a las 11 rondaba los 3 grados.
Entre los participantes los hay también que hacen solo parte hasta la ermita, unos 20 kilómetros, que algunos como el matrimonio Paz Gil y Javier Vicente realizaron corriendo con varios amigos y un perro después de haber hecho la Javierada muchos años de todas las maneras posibles, también corriendo.
Pese al incremento de participantes que ha habido este año con respecto al pasado (en 2021 fueron unos 900 y aún no podían pernoctar fuera por las medidas de precaución por la covid) la participación ha baja de forma considerable en la última década.
https://www.noticiasdenavarra.com/fotos/general/navarra/2023/03/04/fotos-primera-javierada-2023-navarra-6524741.html#foto=8
En silla de ruedas.
Jorge Iglesias, ha participado por primera vez en una Javierada, animado por los peregrinos de Cortes. Es tenista en silla de ruedas. Nos reconoce que ha sido agotador pero una experiencia increíble. La Javierada nos hace conocer historias que inspiran. Y es que la fe rompe barreras de todo tipo.
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