La Orotava honra hoy al Corpus con una alfombra de lágrimas y aplausos
Miles de personas de toda la Isla invaden La Orotava en el día grande de sus fiestas para admirar la extraordinaria exhibición de arte efímero desplegada en honor al Santísimo
Los alfombristas recibieron ayer imparables muestras de apoyo del público, que ayudaron a sobrellevar los daños que dejó la lluvia
Alfombristas de La Orotava: “Estamos anímicamente destrozados, pero seguimos trabajando en el tapiz central”
Aroma a flores y a brezo tostado. Así huele el municipio de La Orotava cada jueves del Corpus Christi, un aroma que es característico de ese día y que permanece intacto en el tiempo.
Los alfombristas comenzaron a organizarse desde temprano para elaborar los 35 tapices y corridos que conformaron el trayecto por el que discurrió la procesión del Santísimo antes de llegar a la plaza del Ayuntamiento. Los tiempos de cada uno eran dispares. Mientras los más jóvenes buscaban los moldes y las bolsas con flores, los más veteranos ya comenzaban a colocar los pétalos en sus dibujos, de tipos y colores variados, igual que las camisetas y polos que identificaban a cada grupo. Verdes, amarillos, distintos azules, marrones y blancos. Y todos, desde los mayores a los más pequeños, con riguroso sombrero y gafas de sol. Porque si hay algo que no se pudo evitar ayer fue un intenso calor y un sol intenso, sobre todo por la mañana.
Decenas de familias, grupos de amigos, colectivos y colegios se volcaron en sus diseños, en los que las figuras geométricas, las flores y el arte abstracto volvieron a ser los motivos preferidos. Igual que otros años, hubo quienes tuvieron que adaptarlos a los colores de las flores. Este año, el blanco, que se encuentra en la flor de mundo y en la retama, fue el que más se echó en falta, pero la gama de colores, conformada por rosas, hortensias, agapantos, margaritas y crisantemos, fue variada. Todo ello con el brezo como base, ya sea natural, de color verde, o marrón y negro si está tostado.
Una de las peculiaridades de La Orotava es que se utiliza el pétalo de la flor y, para ello, cien mujeres y cuarenta hombres las buscan y las deshojan tres días antes para distribuirlas entre los alfombristas.
El jueves del Corpus es el día que La Orotava se abre al mundo para presumir, con orgullo, de su arte efímero, una tradición que cada año atrae a miles de personas. Es una jornada de fiesta, que ayer se vivió con más intensidad si cabe después de varios días de angustia a expensas de cómo iba a quedar el magno tapiz de arena volcánica de la plaza del Ayuntamiento tras el daño provocado por la lluvia en sus dos laterales.
El magno tapiz fue una combinación de la mano del hombre, “y de la fuerza divina de la naturaleza, que ha enfrentado al agua y a la tierra para crear una obra distinta aunque no por ello menos interesante”, señaló su director, Domingo González Expósito. Horas después, el tapiz desapareció, igual que las alfombras de flores, tras el paso de la procesión del Santísimo.
LA ESPERA AL SANTÍSIMO EN EL AYUNTAMIENTO SE VIVE CON LA MISMA EMOCIÓN DE SIEMPRE
Cofradías, hermandades, miembros de la Corporación municipal, del Parlamento de Canarias, el Cabildo de Tenerife, alcaldes de otros municipios de la Isla y los cuerpos consulares de Finlandia, Guatemala, Portugal, República Dominicana y República Eslovaca participaron ayer de la solemne Eucaristía de la Infraoctava del Corpus Christi en la iglesia de La Concepción.
Al finalizar, pasadas las 21.00 horas, y con una maravillosa puesta de sol de fondo, la Magna Procesión del Santísimo inició su recorrido por las calles del casco, acompañada por una lluvia de pétalos, hasta llegar a la Plaza del Ayuntamiento, donde le dedicaron unas palabras y cantos al Corpus Christi, que ayer celebró su Infraoctava con la misma emoción de siempre.
Allí, desde el balcón del salón de plenos, el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez, procedió a la bendición solemne del Santísimo que minutos después retornó a su parroquia
UNA TRADICIÓN PARA PRESUMIR
Una tradición que data de 1847 y de la que La Orotava puede presumir ya que diferencian al municipio de cualquier otro de Tenerife y Canarias. Se remonta al año 1847, cuando se conoció el primer boceto, aunque en las primeras fuentes documentales se hace mención a los años de 1846 e incluso de 1844 como los del comienzo. La iniciativa partió de Leonor del Castillo y Betancourt, natural de Gran Canaria e hija de los Condes de la Vega Grande. Ese año, cuando había decaído la celebración de esta festividad, tuvo la iniciativa de reproducir una alfombra de flores frente a su casa de la calle Colegio para dar mayor realce a la procesión de Corpus orotavense.
Las Fiestas Mayores de 2023 serán imposibles de olvidar para los habitantes de la Villa y en especial para los alfombristas del colectivo Artearena, que entre lágrimas y aplausos y pese a la lluvia, consiguieron, un año más, confeccionar el mejor tapiz para el Corpus Christi. Previous
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