Un don que diariamente se lo tenemos que pedir a Dios.
La fe lo es todo para nuestra vida cristiana porque nos da luz y todo lo ilumina.
Que nuestros labios no se cansen de pedir todos los días, a cada momento "esa pizca de fe" que nos mantenga en lucha para afrontar nuestra vida con la serena certeza de que contamos con la presencia, la compañía del amor y de la misericordia de Dios.
Solamente desde la fe y poniendo a Cristo en medio podemos perdonar y olvidar el odio. La fe en Cristo y el odio se convertirá en amor.
Señor te pido una pizca de fe y llevame a Ti,
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