Giordano Luca, Museo del Prado
La Reforma de la Iglesia iniciada por Lutero en la primera mitad del siglo xvi supuso un verdadero terremoto en la comunidad católica y un revulsivo de revisión y autocrítica de valores y comportamientos que terminará concretándose en la llamada Contrarreforma y en el Concilio de Trento (1545-1563). Entre los numerosos pilares de la iglesia de Roma atacados por la Reforma se hallaban los santos, por lo que la Contrarreforma procedió a presentarlos como el paradigma del buen cristiano y su vida como camino ejemplarizante para llegar a la gloria
Rn España conocido por Lucas Jordan
Hubo conciencia del carácter apócrifo, novelado y legendario de buena parte del santoral, donde las hazañas de Perseo, Hércules, Orfeo o Apolo llegan a confundirse con episodios de santos, personajes del Antiguo Testamento o del propio Jesucristo, por lo que la revisión se hizo necesaria.
Se renuevan devociones, se recuperan biografías de clérigos y frailes medievales de existencia real, y aparecen nuevos santos fundadores y reformadores de órdenes religiosas, evangelizadores en los confines más lejanos del mundo, exponentes de las obras de misericordia, y la santidad de alguno de ellos será premiada con el «éxtasis» o la contemplación directa de Dios en vida.
Rubens
Una vez más el arte se convierte en medio principal de difusión de los nuevos héroes y sus proezas. En este contexto se multiplican las pinturas y esculturas
Giovanni Andrea Carlone
Representación de Francisco Javier en la bóveda de la capilla dedicada al santo en la iglesia del Gesù, en Roma. La obra se basa en una de las historias milagrosas atribuidas a Francisco Javier que relata cómo recuperó su crucifijo después de perderlo en el mar. Francisco Javier estaba atrapado en una tormenta mientras viajaba a Malaca (Malasia) en el año 1546.
Con fe arrojó la cruz al mar, pidiéndole a Dios que la hiciera un instrumento para pacificar las turbulentas aguas. El mar se calmó y al llegar a las costas de Malaca, Francisco Javier vio un cangrejo caminando hacia él sosteniendo su crucifijo en sus pinzas.
Murillo
Son muchas las obras que han reflejado al Apóstol de las Indias en pintura y escultura. Célebres artistas, como Murillo, Rubens, Van Dyck, Luca Giordano, André Reinoso y Goya, han inmortalizado con sus pinceles al Santo de Javier.
Éxtasis de San Francisco Javier
Francisco Herrera el Viejo (4), 1625
Óleo sobre lienzo 340 x 219 cms
También procede de la iglesia de la Casa Profesa de los jesuitas sevillanos, donde debió estar situada en un altar de dicha iglesia, según antiguas referencias.
La escena describe el momento en que el santo en una iglesia y ante los fieles, expone la Sagrada Forma y entra en un profundo éxtasis, que le hace levitar.
Su cuerpo aparece por lo tanto flotando en el espacio por encima de un nutrido grupo de asistentes a la ceremonia religiosa, que contemplan atónitos el prodigio.
Francisco Javier se convirtió a partir del siglo XVI en un ideal a seguir como misionero en tierra pagana.
«Transposición del cuerpo de San Francisco Javier a Goa (India portuguesas), milagros se hacen sobre su paso».
Jacques-Emile Lafon
Techo de la capilla de San Francisco Javier.
Jacques-Emile Lafon
«Milagro de San Francisco Javier, resurrección de un muerto en Coulan (India)».
Jacques-Emile Lafon (1817–1886)
San Ignacio y San Francisco contemplando la eucaristía. Valdés Leal
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