YA ES SEMANA SANTA

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miércoles, 4 de diciembre de 2024

MULTIPLICACION DE LOS PANES Y LOS PECES

 “ Me da lástima de la gente… no tienen qué comer ”




según san Mateo 15, 29-37 

En aquel tiempo, Jesús, se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en él. Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba.

La multiplicación de los panes en el desierto es el signo y el sacramento de ello. El pan es repartido hasta el infinito, porque es el pan del amor, el pan de aquella compasión de Cristo hacia la multitud abandonada, a la que él ama mucho más de lo que recomendaría la razón; él no quiere despedir a aquella gente, sino ser para ellos el buen pastor que da su vida. ¡En Jesucristo hemos reconocido el amor que Dios nos tiene!

Que no caigamos en la tentación de los discípulos de querer "despedir" a la gente, de no complicarse la vida por los demás o buscar soluciones fáciles y cómodas. El Señor hoy nos enseña una de las grandes lecciones de la vida: "sólo el que se da, el que pone lo poco o mucho que tiene al servicio de los demás, solo el que no mira a su propio bien sino al bien de los demás, ése ha entendido en que consiste la fe en Dios.



Sentarnos a la mesa de la Eucaristía es la que nos asegura experimentar lo que da de si el verdadero amor. Y en la medida en que comes el pan del amor en esa misma medida conoceremos a Dios y seremos también nosotros pan para los demás.
Dios viene para los pobres. Esto lo decimos muchas veces, pero ¿aceptamos nuestra propia pobreza? Y no me refiero a la de ser pecadores, sino a esa otra pobreza más radical de ser "lisiados", de haber sido heridos por tantas experiencias en la vida. Aceptar esta pobreza de no ser todo lo feliz que podemos ser, aceptar los limites y cruces de tu vida, reconocer que tenemos sed de más amor, más paz, más verdad, es ponerse a clamar a Dios. Porque Dios viene a transformar nuestro luto en danza, y nuestro desierto en mesa de privilegio.
 

Usemos el lenguaje de los pobres: desear, esperar, y después exultar, comulgar y Dios se te dará a raudales, Dios te colmará con la mesa de la esperanza y la fiesta de los pobres, con la eucaristía.



martes, 3 de diciembre de 2024

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO Y SEMANA

 MIERCOLES

“ Me da lástima de la gente… no tienen qué comer ”




según san Mateo 15, 29-37 

La multiplicación de los panes en el desierto es el signo y el sacramento de ello. El pan es repartido hasta el infinito, porque es el pan del amor, el pan de aquella compasión de Cristo hacia la multitud abandonada, a la que él ama mucho más de lo que recomendaría la razón; él no quiere despedir a aquella gente, sino ser para ellos el buen pastor que da su vida. ¡En Jesucristo hemos reconocido el amor que Dios nos tiene!

En aquel tiempo, Jesús, se dirigió al mar de Galilea, subió al monte y se sentó en él. Acudió a él mucha gente llevando tullidos, ciegos, lisiados, sordomudos y muchos otros; los ponían a sus pies, y él los curaba.

 La gente se admiraba al ver hablar a los mudos, sanos a los lisiados, andar a los tullidos y con vista a los ciegos, y daban gloria al Dios de Israel. Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: «Siento compasión de la gente, porque llevan ya tres días conmigo y no tienen qué comer. Y no quiero despedirlos en ayunas, no sea que desfallezcan en el camino».

 Los discípulos le dijeron: «¿De dónde vamos a sacar en un despoblado panes suficientes para saciar a tanta gente?». 

Que no caigamos en la tentación de los discípulos de querer "despedir" a la gente, de no complicarse la vida por los demás o buscar soluciones fáciles y cómodas. El Señor hoy nos enseña una de las grandes lecciones de la vida: "sólo el que se da, el que pone lo poco o mucho que tiene al servicio de los demás, solo el que no mira a su propio bien sino al bien de los demás, ése ha entendido en que consiste la fe en Dios.

Jesús les dijo: «¿Cuántos panes tenéis?». Ellos contestaron: «Siete y algunos peces». Él mandó a la gente que se sentara en el suelo. 

Tomó los siete panes y los peces, pronunció la acción de gracias, los partió y los fue dando a los discípulos, y los discípulos a la gente. 

Comieron todos hasta saciarse y recogieron las sobras: siete canastos llenos.


Sentarnos a la mesa de la Eucaristía es la que nos asegura experimentar lo que da de si el verdadero amor. Y en la medida en que comes el pan del amor en esa misma medida conoceremos a Dios y seremos también nosotros pan para los demás.


MARTES

“ Te doy gracias, Padre ”



santo evangelio según san Lucas 10, 21-24 

Las primeras palabras de Jesús, en forma de oración, están cargadas de emoción, y nos descubren su intimidad. Si habitualmente nos cuesta compartir nuestros sentimientos y nuestra fe y nuestras emociones…. el que podamos acceder a la intimidad de Jesús, como en este caso, es todo un regalo por su parte… y por parte de Mateo que nos lo transmitió.

En aquella hora Jesús se llenó de la alegría en el Espíritu Santo y dijo: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. 

No es la única vez que Jesús se emociona en el Evangelio. Podemos recordar cómo se le saltaron las lágrimas al saber la muerte de su amigo Lázaro, o su profunda tristeza al contemplar la ciudad de Jerusalem que se cierra a su mensaje y mata a los profetas.

En la escena de hoy, la emoción de Jesús se convierte en oración agradecida al Padre porque ha revelado las cosas del Reino a los sencillos (entiéndase especialmente a los discípulos) y se las ha escondido a los sabios y entendidos. No es que esté ensalzando la ignorancia, la falta de formación intelectual, el desconocimiento de la doctrina. 

Pero es que Jesús ha comprobado que los pobres, los sencillos, los que menos pintan, y en particular ese grupo de «pequeños» discípulos que le siguen… tienen el corazón mucho más cerca de Dios que los «sabios y entendidos».

 Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».

Los «sabios y entendidos» a los que se refiere el Maestro son los escribas, fariseos y príncipes de los sacerdotes, que lo están despreciando y rechazando. Ellos no saben dar gracias.

 Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: «¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».


el pequeño, el pobre al que se refiere Jesús, es el que tiene que fiarse de otros y contar con otros necesariamente, porque lo necesita. Y también se fía de Dios,

Estos pequeños se emocionan con la novedad de Jesús, se les hinchan los pulmones y el corazón ante este Dios Padre que les presenta Jesús, y que ha optado por ellos, que ha escuchado su necesidad y su pobreza. Y no les da vergüenza alabar y cantar tanto amor derrochado. Son como la Madre de Jesús que también canta porque el Poderoso se ha fijado en la humildad/humillación de su sierva.

LUNES

“ No he encontrado en nadie tanta fe ”



La fe del centurión, a la fuerza, tenía que chocar. Al fin y al cabo, era un romano, del ejército de ocupación de Palestina, suplicando compasión para uno de sus criados al Maestro, rodeado de judíos, que predicaba el Reino a los descendientes de Abrahán, Isaac y Jacob.

según san Mateo 8, 5-11 

En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole: «Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho». 

Jesús no se lo piensa dos veces y se ofrece a acompañar al centurión a su casa: Yo iré a sanarlo. No se detiene a considerar los problemas legales en que puede incurrir entrando en casa de un pagano. Ante el sufrimiento humano, toda otra consideración carece de importancia

Le contestó: «Voy yo a curarlo». 

Pero el centurión le replicó: «Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. 

Son las palabras que repetimos antes de la comunión eucarística. Pero en nuestro caso, el Señor sí que entra en nuestra casa. Y nosotros, aunque indignos, le recibimos, como Zaqueo, muy contentos. Si esperásemos a ser dignos nunca le recibiríamos. No tengamos miedo nunca, en ninguna circunstancia, de abrirle de par en par nuestras puertas porque, el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido (Mt 18, 11).

Basta que lo digas de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace». 

tamaña demostración de fe tenía que impresionar a Jesús, que aprovecha para ensalzar la confianza del centurión por oposición a los recelos que mostraban los judíos a los que, en principio, iba dirigida su predicación.


El centurión se va agradecido y contento. Ni corre, ni salta de alegría. No le cabe la menor duda de que va a encontrar a su criado con buena salud. Vive el milagro sin aspavientos, con la mayor naturalidad. Para Él, el milagro es tan natural como la salida del sol mañanero

Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos».



El centurión romano de Cafarnaún nos enseña una lección especialmente oportuna para este tiempo de Adviento. Pensemos también nosotros en las personas que tenemos cerca y necesitan una palabra del Señor para verse libres de sus trastornos de cuerpo o de espíritu.


 DOMINGO 

“ Estad en vela ”



La primera parte del evangelio nos presenta una situación caótica: con la caída del sol, la luna y las estrellas; con naciones asustadas por el mar y el tumulto de las olas, con gentes llenas de espanto. Pero esto es sólo aparentemente, ya que en las tres lecturas se nos dan razones para la esperanza.

según San Lucas 21,25-28.34-36 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habrá signos en el sol y la luna y las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, perplejas por el estruendo del mar y el oleaje, desfalleciendo los hombres por el miedo y la ansiedad ante lo qe se le viene encima al mundo, pues las potencias del cielo serán sacudidas.

 Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube, con gran poder y gloria. Cuando empiece a suceder esto, levantaos, alzad la cabeza; se acerca vuestra liberación.

Y Jesús, en la segunda parte del evangelio nos invita a “levantar la cabeza”. No quiere el Señor que vivamos con miedos, con humillaciones, con complejos, con tristeza.

 Tened cuidado de vosotros, no sea que se emboten vuestros corazones con juergas, borracheras y las inquietudes de la vida, y se os eche encima de repente aquel día; porque caerá como un lazo sobre todos los habitantes de la tierra.

 Estad, pues, despiertos en todo tiempo, pidiendo que podáis escapar de todo lo que está por suceder y manteneros en pie ante el Hijo del hombre».

LEVANTAD LA CABEZA. No podemos ir por la vida con la “cabeza baja”. No quiere nuestro Señor que vivamos humillados, despreciados, sin derechos ni dignidad. Es verdad que, como humanos, no podemos presumir de nada. Pero ese Hijo de Hombre que aparece en una nube, allá en lo más alto, ha bajado de la nube a compartir con nosotros esta existencia tan frágil, tan caduca, tan deleznable. Y nos ha devuelto “la imagen” que habíamos perdido. Por eso nos preguntamos: ¿Por qué debemos ir con la cabeza levantada?


Levantamos la cabeza para poder mirar el cielo. Uno de los grandes males de nuestra época es que la gente, ya no mira al cielo. El hombre de hoy quiere ser feliz en la “inmanencia”. Lo decía muy bien el Papa San Juan Pablo II: «Una especie de ateísmo práctico y existencial que coincide con una visión secularizada de la vida…

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN 4 DIA

    Son como ejercicios espirituales  que nos prepara para la Santa Navidad de la mano de la Inmaculada Concepción.


ORACIÓN.

 Oh Dios mío, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen, preparaste digna habitación a tu Hijo: te rogamos que, así como por la previsión de la muerte de tu Hijo libraste a ella de toda mancha, así a nosotros nos concedas por su intercesión llegar a ti limpios de pecado. Por el mismo Señor nuestro Jesucristo. Amén.






Cuarto día..............................El silencio

Como un eco de ese silencio de Dios se puede decir también que la Virgen María es la mujer del silencio, por el recogimiento con que guarda en su corazón los acontecimientos de la historia de la salvación.
 En efecto, medita en silencio el misterio insondable de la Encarnación del Hijo de Dios realizada gracias a su simpar disponibilidad como sierva del Señor; medita en silencio la humildad del Dios humanado que de ella nace en Belén de Judá;
 medita en silencio la actitud de su Jesús cuando se pierde entre las caravanas y es hallado en el Templo: es lo más natural que esté ocupado en las cosas de su Padre Dios. 
Y María medita en silencio el crecer del Niño Dios durante tantos años de vida en Nazaret, como uno más y sin prisa en desvelar a los hombres su amor de Dios.

Más tarde María meditaría en silencio el sentido redentor de la muerte ignominiosa de su Hijo en la Cruz.
 Finalmente, y sin asomo de duda, María mantendrá unidos a los discípulos durante semanas, en una suerte de silencio en espera de Cristo resucitado y del Espíritu Santo enviado para extender el

Venid y vamos todos Venid y vamos todos Con flores a porfía Con flores a María, Que Madre nuestra es.
 De nuevo aquí nos tienes Purísima Doncella, Más que la luna bella, Postrados a tus pies. Venimos a ofrecerte,


María modelo de pureza, que Dios al hacerte Madre suya quiso conservarte íntegra. Conservanos siempre limpios  de alma y cuerpo.
Madre enséñanos a orar.
Petición y Padrenuestro.

lunes, 2 de diciembre de 2024

EVANGELIO DE SAN LUCAS

 El autor del tercer Evangelio, “Lucas,




 El médico” (Colosenses 4, 14), era un sirio nacido en Antioquía, de familia pagana

Tuvo la suerte de convertirse a la fe de Jesucristo y encontrarse con San Pablo, cuyo fiel compañero y discípulo fue por muchos años, compartiendo con él hasta la prisión en Roma.

 Según su propio testimonio (1, 3) Lucas se informó “de todo exactamente, desde su primer origen” y escribió para dejar grabada la tradición oral (1, 4). No cabe duda de que una de sus principales fuentes, de información fue el mismo Pablo, y es muy probable que recibiera informes también de la santísima Madre de Jesús, especialmente sobre la infancia del Señor, que Lucas es el único en referirnos con cierto detalle. 



Por sus noticias sobre el Niño y su Madre, se le llamó el Evangelista de la Virgen. De ahí que la leyenda le atribuya el haber pintado el primer retrato de María. Lucas es llamado también el Evangelista de la misericordia, por ser el único que nos trae las parábolas del Hijo Pródigo, de la Dracma Perdida, del Buen Samaritano, etc.

 Este tercer Evangelio fue escrito en Roma a fines de la primera cautividad de San Pablo, o sea entre los años 62 y 63. Sus destinatarios son los cristianos de las iglesias fundadas por el Apóstol de los Gentiles, así como Mateo se dedicó más especialmente a mostrar a los judíos el cumplimiento de las profecías realizadas en Cristo. Por eso el Evangelio de San Lucas contiene un relato de la vida de Jesús que podemos considerar el más completo de todos y hecho a propósito para nosotros los cristianos de la gentilidad.  

Cuando Teófilo terminó de leer el evangelio que Lucas le había dedicado pudo sentirse plenamente satisfecho. Había cumplido su promesa de ampliar considerablemente los datos sobre Jesús que él conocía por el evangelio de Marcos. Era el mismo Jesús, de eso no cabía duda, pero era una imagen distinta.

 




Los relatos de la infancia de Juan Bautista y de Jesús, las parábolas tan hermosas sobre el buen samaritano, el padre con dos hijos, el rico y Lázaro, el fariseo y el publicano, bastaban para justificar el esfuerzo de Lucas y la ayuda económica que él le había prestado.

 Ahora esperaba con ansia la segunda parte. Porque le había dicho que esta era solo la primera, que empezaba en Jerusalén, pero expondría la actividad de Jesús desde Galilea a Jerusalén. La segunda se centraría en lo ocurrido después de su resurrección y ascensión, cuando la buena noticia se propagase desde Jerusalén hasta el confín del mundo. Pero Teófilo, a pesar de su entusiasmo, habría deseado comentar con Lucas muchos pasajes que le resultaban misteriosos o en los que podría profundizar.

 No sabemos si lo consiguió. Después de veinte siglos, no creo que muchos católicos hayan leído, como Teófilo, el evangelio de Lucas de principio a fin. Nos han enseñado a pasar de un evangelio a otro, del capítulo 3 al 12, a saltarnos lo que no entendemos fácilmente. 

La liturgia dominical no contribuye a solucionar este problema. Al contrario, lo refuerza, mezclando el evangelio de Lucas con el de Juan, alterando el orden de los pasajes, omitiendo algunos fundamentales. Es algo inevitable si se quieren dedicar cuatro semanas al Adviento, cinco a la Cuaresma y siete al tiempo de Pascua. 



ADVIENTO......VAMOS HACIA JESÚS

 


DIA 1





DIA 2







Jesus la mano a una persona que quieres y empecemos juntos a caminar hacia Jesús.

LLEGA EL ADVIENTO





COMIENZA EL ADVIENTO Y CAMINANDO, CAMINANDO LLEGAMOS A  LA NAVIDAD


 Todos los años igual  tiempo  que nos llevará hasta el 24 de diciembre, es el anuncio de la venida del Salvador: “Ven, Señor Jesús“

 Los próximos días nos preparamos  para que Jesús nazca. Nos preparamos como si a nuestra casa llegara un invitado muy querido. 


 Estar atentos 

Si. Atentos al Señor que viene y nos tiene que encontrar centrados  y no distraídos

 El adviento, por ser tiempo de esperanza, nos invita a esperar teniendo a María como ejemplo.

Buscamos un espacio de silencio, una meditación diaria de la Palabra para estar preparados  para las próximas fechas navideñas

 


 Hacer oración 

El mundo lleno de ruido nos impide oír nuestro corazón y tampoco podemos escuchar  el gemir del sufrimiento de los demás.

 La oración nos pone delante de la presencia misteriosa del Señor.

 El Adviento, por ser tiempo de silencio, nos invita a no escondernos en esos pequeños paraísos que nos montamos y que nos alejan de un Dios que, ante todo y sobre todo, es salvación.

 La oración nos prepara estas semanas para que, luego, sintamos de verdad que Dios se hace niño en Belén.



 Estar vigilante

 Y, además, activa.

 No es quedarnos inmóviles o mirando solo  lo que nos interesa.

 El  cristiano sabe que,  e cualquier momento el enemigo puede entrar .

Debemos  estar vigilante viviendo unidos a los que nos rodean, hay muchas personas necesitadas de cuidado.que se note que el Señor  viene hasta nosotros.

Caminar hacia adelante

El Adviento nos trae una renovada experiencia de ser consolados y consolar, hablar al corazón. Consolar supone “abrir caminos de esperanza”. Abrir caminos hablando al corazón de las personas, todo el Adviento es una invitación a sacar fuerzas para seguir adelante, “podemos sobreponernos en medio de la dificultad sabiendo que tenemos más fuerza de la que pensamos. 

Tenemos esa fuerza porque es de Dios que nos acompaña y no nos deja”

Por último

Todos tenemos en el corazón sed y necesidad de esperanza en lo profundo del corazón humano y el Hijo de Dios se hace carne trayendo esta esperanza al mundo entero, creyentes y no creyentes.

 Adviento. Lo necesitamos. Adviento. Es el Señor, que llega. 

El adviento siempre es una oportunidad para los creyentes y no creyentes de descubrir la presencia de Dios que está muy cerca, que no nos deja solos, que vino al mundo, que está presente y que culminará toda la historia de la humanidad. En este tiempo Dios viene a consolar y a hablar al corazón especialmente en estos tiempos de aflicción



domingo, 1 de diciembre de 2024

NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN 2 DIA

  Son como ejercicios espirituales  que nos prepara para la Santa Navidad de la mano de la Inmaculada Concepción.


ORACIÓN.

 Oh Dios mío, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen, preparaste digna habitación a tu Hijo: te rogamos que, así como por la previsión de la muerte de tu Hijo libraste a ella de toda mancha, así a nosotros nos concedas por su intercesión llegar a ti limpios de pecado. Por el mismo Señor nuestro Jesucristo. Amén.





Segundo día...........................La delicadeza

En un mundo donde  el que pensarán de lo que hago y digo, lo mucho que se tiene que hacer para ser aceptado. 
María, toda Ella delicadeza,

En su vida ordinaria, sin aparentes momentos de emociones, sin destacar en nada, sin llamar la atención de los demás, pasando por completo desapercibida a los ojos del prójimo… 
Una vida oculta solo visible a los ojos de Dios, de san José y del niño Jesús.

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Venid y vamos todos Venid y vamos todos Con flores a porfía Con flores a María, Que Madre nuestra es.
 De nuevo aquí nos tienes Purísima Doncella, Más que la luna bella, Postrados a tus pies. Venimos a ofrecerte,

María, modelo de esperanza, Tu que esperabas al redentor y el cumplimiento de todas las promesas mesiánicas aumenta en nosotros la esperanza. Ruega por nosotros

Ea pues Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos.
Pedir una intención
Un padrenuestro para que Ella lo ponga a los piesde Dios.