Según san Lucas 5, 17-26
Un día, estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para realizar curaciones.
Se marchó a su casa dando gloria a Dios.
San Lucas nos trae hoy un relato que muestra el actuar de Jesús siguiendo su plan, que anunció en la sinagoga de Nazaret; el Señor muestra la llegada del Reino de Dios sanando a los enfermos y perdonando los pecados, es decir, preocupándose por la integralidad de la persona y lo hace movido por la fe del paralítico y de sus ayudantes, que vencen todos los obstáculos para llegar ante Él.
Los camilleros del paralítico se las habían ingeniado para ponerlo delante de Jesús con la fe puesta en que lo curaría. Y, sin embargo… le perdona los pecados. Que es algo mucho mayor, de más importancia, de una escala diferente a la que nuestra cortedad de mente puede sugerir.
Ellos querían ver a su amigo sano, andando por su propio pie y lo que reciben es el perdón de los pecados.
Y, sin embargo… las objeciones no vienen de ellos, que guardan silencio, sino de los escribas y fariseos murmuran contra Jesús, porque se hace igual a Dios, perdonando pecados.
Pero el milagro de la sanación del paralítico es la prueba de que Jesús puede perdonar pecados, porque no es sólo hombre, sino también Dios.
NOSOTROS
Todos , quizas tenemos paráilisis interior
Pensar que es hermoso pensar que todas las maravillas que Dios ha hecho en el pasado, se pueden realizar hoy en el corazón del creyente. Aparentemente no ocurre nada nuevo: sale el sol por la mañana y se pone por la tarde. Los ríos siguen el mismo cauce, y por la noche brillan en el cielo las estrellas. Y, sin embargo, hoy puede ser un bonito día para mí si dejo que Dios entre en mi vida.
Todo puede cambiar, como cambió la vida de ese paralítico, curado por Jesús.
También yo hoy puedo dejar las muletas de mis esclavitudes y disfrutar caminando como una persona libre.
También hoy puede venir el Señor a mi vida. Y cuando viene ocurren cosas como éstas: Se encuentran “el amor y la fidelidad”; se besan “la paz y la justicia”; se abrazan “la fe y la esperanza”.
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