Son como ejercicios espirituales que nos prepara para la Santa Navidad de la mano de la Inmaculada Concepción.
ORACIÓN.
Oh Dios mío, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen, preparaste digna habitación a tu Hijo: te rogamos que, así como por la previsión de la muerte de tu Hijo libraste a ella de toda mancha, así a nosotros nos concedas por su intercesión llegar a ti limpios de pecado. Por el mismo Señor nuestro Jesucristo. Amén.
Séptimo día..........................................La confianza
Como creyentes, en este momento particularmente convulsionado de nuestra historia, hemos sido invitados a vivir “desde la confianza, la ternura y la misericordia.”
Mirar la experiencia de María nos lleva a adentrarnos en “la confianza como aventura espiritual”.
Una aventura que nos hace ir más allá de nuestro propio límite, que convierte “nuestro futuro en un proyecto que moviliza nuestro presente”
Cuando María escucha las palabras de Gabriel: “Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin”, acoge el futuro, no le cierra las puertas, sólo hace una pregunta: “¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?” (Lc,1,32-34).
La Virgen toma la fuerza necesaria para cumplir su misión de esa confianza plena en el Señor y, por eso, la Iglesia puede llamarla: “la realización más pura de la fe”.
La mayoría de las veces, las cosas no saldrán como las habíamos planeado. A María le sucedió; sin embargo, no hubo reclamo, queja o atisbo alguno de pesimismo, sino confianza en que Dios estaba con ella.
Venid y vamos todos Venid y vamos todos Con flores a porfía Con flores a María, Que Madre nuestra es.
De nuevo aquí nos tienes Purísima Doncella, Más que la luna bella, Postrados a tus pies. Venimos a ofrecerte,
María, modelo de esperanza, Tu que esperabas al redentor y el cumplimiento de todas las promesas mesiánicas aumenta en nosotros la esperanza. Ruega por nosotros
Ea ,pues Señora abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos.
Petición y Padrenuestro
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