Viene el Señor
Pero si yo permanezco atento y vigilantes. Si, mis ojos, miran hacia el cielo, y no solamente se pierden en la tierra. Viene el Señor, vendrá el Señor, si la alegría anida en mi corazón y, allá donde brota la tristeza, la combatimos con la fuerza de nuestra esperanza.
¡Viene el Señor!
Si le hago un lugar en la posada de nuestras almas. Si, además de creer en Él, intento conocerle y amarle con todas mis fuerzas. ¡Viene el Señor! ¡Vendrá el Señor! Si la fe nos sirve para sacudir de mi la angustia y el pesimismo, la desesperanza y la tibieza.
¡Viene el Señor
Pero si yo permanezco atento y vigilantes. Si, mis ojos, miran hacia el cielo, y no solamente se pierden en la tierra. Viene el Señor, vendrá el Señor, si la alegría anida en mi corazón y, allá donde brota la tristeza, la combatimos con la fuerza de nuestra esperanza.
Necesito que vengas y tengo ganas de recibirte poorque:
Tu Señor sólo me pide…FE!
A Ti Madre
que siempre escuchas. a Ti Madre que siempre estas ahí, a Ti Madre que siempre cumples la voluntad de Dios dame un día tranquilo y que nunca me canse, nunca, nunca de alabar al Creador,
Así sea.
A tus pies Madre pongo mi día de hoy, te acuerdas Madres cuántas veces a tus pies rezaba... me alejé de Ti... y no te cansaste de esperar.
Siempre es necesario un camino para no perderse y un horizonte en el que clavar mis ojos, tu Madre eres mi camino como signo de consuelo y de firme esperanza.
Madre si estoy contigo tengo a Dios, tengo a Tu Hijo y tengo al Espíritu Santo.
Si me alejo de Ti pierdo a Dios
ME CONSAGRE A AAATI MADRE
Te ofrezco Madre lo más bello y mejor que hay en mi corazón.
Yo Señor creo qye merece la pena creer y no perder algo tan grande como la esperanza
Creo porque eres el Dios amor y en la un momento difícil de mí vida sentí tu presencia muy cerca de
Que tu venida encuentre mi corazón, como el tuyo Maria.
Vacío para que Tu lo llenes.
Abierto para que Tu vivas en el.
En silencio para que Tu lo alegres.
Malanath Ven Señor
En este tiempo, preparando tu venida Señor, remo en tu inmenso mar mirando tanta belleza y en silencio siento tu presencia escucho tu voz
Siento Señor, que cumpliendo con mi entrega a los demás Tu sigues amando y siento en mi tu luz brillar que tu vida corre por mis venas que vives y habitas en mi ser que tu vida en mi siento vibrar que de ti dependo como un niño que soy una gota en tu inmenso mar.
Creo porque eres el Dios amor y en la un momento difícil de mí vida sentí tu presencia muy cerca de
Cuanto más la miro más me gusta. Tiene en sus ojos el amor divino y en sus manos lo que falta al humano. Sus labios tienen la delicadeza que este mundo necesita y en la órbita de sus pupilas lo que tal vez hemos perdido. Sus dedos son plegarias de la que por ser Madre no desea que nadie se pierda y, su rostro, la beldad que nuestras almas suspiran. Es la Dolorosa de Pamplona. Nunca una Virgen tan de negro se ha convertido en surtidor de esperanza.
Un Cristo Rey que sirve, propone, habla, acoge y escucha. Su palacio fue un pesebre Su cetro una caña Su traje una túnica Su corona un círculo de espinas Su trono una cruz Su poder Dios Su escolta el Espíritu Santo Su carruaje un pollino Su consorte la Iglesia Su corte los pobres Su bandera la verdad Su escudo la justicia Con tal Rey no vamos mal!
¡QUIÉN PUDIERA COMO TÚ, MARÍA!
Responder siempre “SI” sin Ofrecer al Señor el campo de nuestro interior, limpio y convertido y que, Él, pudiera acampar sin miedo a ser rechazado Caminar, como Tú lo haces sin temor ni temblor sabiendo que, cuando Dios entre en mi casa, la ilumina con rayaos de paz y de alegría desbordantes. Gracias, Virgen regalo. Que nada ni nadie me separe de Ti
Estrella de los mares tus reflejos Madre en mi ojos resplandecieron.
Te acuerdas Madre cuántas veces a tus pies rece la Salve.
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