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martes, 1 de diciembre de 2020

SAN MARCOS DE LEÓN, FACHADA E IGLESIA

El convento de San Marcos es una de las grandes joyas de la arquitectura de la ciudad española de León junto con la catedral, la basílica de San Isidoro y la Casa Botines.

Situado en la Plaza de san Marcos


El convento de San Marcos es uno de los monumentos más importantes y representativos del Renacimiento de España, siendo una auténtica joya arquitectónica, que constituye además, junto con la catedral, San Isidoro y la Casa Botines ese auténtico poker de monumentos que todo turista que llega a León visita sí o sí.



Cruceiro con peregrino





 Se encuentra hoy convertido en parador de turismo de España, además de iglesia consagrada y, antiguamente, Museo de León, siendo uno de los monumentos más importantes del Renacimiento español


Origen del antiguo convento de San Marcos 

Para buscar el origen a esta maravilla arquitectónica, tenemos que retroceder casi 900 años, en concreto al mes de julio de 1152, cuando reinando Alfonso VII de León y gracias a la donación realizada por su hermana, la infanta Sancha, se comienza la construcción de lo que iba a ser un modesto edificio destinado a dar cobijo a gente pobre y a los peregrinos que pasaban por la ciudad haciendo el Camino de Santiago.
 Así pues de inicio se proyectó como albergue y hospital, que se construiría a orillas del río Bernesga junto al puente que lo cruza y bajo la advocación de San Marcos, ya fuera de la ciudad amurallada y sería entregado a los canónigos agustinos.




En este lugar existía un puente sobre el río Bernesga que estaba bajo la custodia del obispado de León. La infanta Sancha Raimúndez, hermana de Alfonso VII, entregó el puente y unos terrenos cercanos al arcediano Arias con la condición de que construyese una iglesia, un hospital y casas para los cuidadores del puente.

 Sin embargo unos años más tarde, en 1176, se produce un giro decisivo cuando el obispo de León confía el convento al leonés don Suero Rodríguez, que al convertirse en caballero de la Orden de Santiago y concediendo los deseos del entonces monarca Fernando II, lo cedió a dicha orden convirtiéndose así en priorato y Casa Mayor de la Orden de Santiago en el Reino de León.
 


Asimismo, el edificio fue la residencia principal en el reino de León de la Orden de Santiago. En 1176 fue elegido el primer prior, y en 1184 recibió sepultura en su iglesia, Pedro Fernández de Castro, el primer maestre de la Orden de Santiago.



En 1836 fue abandonado por los canónigos y en 1844 se convirtió definitivamente propiedad estatal; seguidamente fue declarado monumento artístico lo que incidió favorablemente en su conservación. Ha mantenido muchas funciones, entre otras: casa de misioneros del obispado, escuela, Museo Arqueológico, hospital, cuartel y desde el 1963, hotel.



 El antiguo convento de San Marcos, con una fachada de casi 100 metros de longitud, es ahora un Parador de 5 estrellas y se ve complementado con la bonita iglesia homónima donde muchos leoneses se casan cada año, con un destacado museo arqueológico o con la amplia y concurrida plaza en cuyo centro podemos encontrar la estatua en homenaje al peregrino.

 Se encuentra hoy convertido en parador de turismo de España, además de iglesia consagrada y, antiguamente, Museo de León, siendo uno de los monumentos más importantes del Renacimiento español

La fachada 1 2



Como ya se ha dicho, es uno de los monumentos más importantes del Renacimiento español. Su fachada es una perla del plateresco. Es de un solo lienzo con muro de dos cuerpos y dos pisos, rematado en crestería calada y candeleros. 


La imponente fachada del convento comenzaría a levantarse por la zona más próxima a la iglesia entre 1530 y 1531 y presenta dos fases constructivas: una hasta la portada y otra hasta la torre que llega al río

 No está constatado documentalmente que fuera Juan de Álava el autor de su traza pero parece probable, dado que en esas fechas, tras la muerte de Horozco, se haría cargo de la dirección de obra del hospital. 
También está la posibilidad de que su participación se ciñera a dirigir un diseño de un maestro anterior, aunque es muy improbable que fueran Larrea u Horozco, pues el lenguaje que esta fachada emplea es ya renacentista y no coincide con los esquemas góticos de estos maestros.


La fachada se eleva sobre un pequeño zócalo con medallones con bustos, y muestra dos cuerpos articulados en módulos mediante pilastras y frisos con decoración de grutescos en el primer cuerpo y columnas abalaustradas en el segundo, alternando hornacinas aveneradas y ventanas de medio punto en el cuerpo bajo que se corresponden con balcones adintelados en el superior.
 El conjunto se remata con una crestería calada.


 Zócalos con medallones


A lo largo de la fachada del antiguo convento del San Marcos se sitúan una serie de medallones que la adornan.
 Estos medallones se colocaron en dos etapas diferentes. En una primera etapa renacentista se colocaron 24 medallones en el lienzo situado entre la iglesia y la entrada principal al convento.

Los veinticuatro medallones en el zócalo de esta primera etapa constructiva, entre la iglesia y la portada, que serían obra de Guillén Doncel, Juan de Angers, Esteban Jamete o Miguel de Espinosa, responden a un programa iconográfico que busca reflejar la universalidad del Sacro Imperio de Carlos V,

En el zócalo se presenta medallones con personajes greco-latinos y de la Historia de España (Hércules, Príamo, Héctor, Alejandro Magno, Aníbal, Julio César, Trajano, Judith, Lucrecia, Isabel la Católica, Carlomagno, Bernardo del Carpio, el Cid, Fernando el Católico, Carlos I y Felipe II). 


Las diferencias estilísticas entre el primer y segundo cuerpo, este último con menos exuberancia ornamental, podrían deberse a que Martín de Villarreal sucedió a Álava como maestro de obras.

En el sobrezócalo se representan cabezas de ángeles.

Portada central

Desviada del centro de la fachada hacia la izquierda se abre la portada principal del monasterio, con dos cuerpos de calle central y dos entrecalles y peineta, realizada en tres fases, una terminada en 1540, otra en los años 1715 y 1716 y el remate, que ya data de 1770.


El primer cuerpo se organiza mediante columnas, con un gran arco de medio punto con roseta e intradós decorados y la figura de San Marcos en la clave, sobre el que aparece un altorrelieve con Santiago en la batalla de Clavijo en la calle central y sendas alegorías de virtudes en las entrecalles. 






Hay medallones con inscripciones bíblicas y un altorrelieve de Santiago triunfante en la batalla de Clavijo.








El segundo cuerpo presenta columnas abalaustradas con balcón con el escudo de armas de la Orden de Santiago y del Reino de León en la calle central y otras dos virtudes en las entrecalles. En cuanto a la peineta, contiene un escudo real coronado por un óculo en forma de rosetón.




 En la peineta están representados el Escudo de armas reales y una estatua de la Fama, obra de Valladolid. 
Arriba hay un óculo en forma de rosetón coronando la portada.


El lienzo de fachada realizado en el siglo XVIII repite el esquema del primitivo. Los catorce tondos del zócalo representan a maestres de la Orden de Santiago y a Felipe V como su séptimo administrador. 






Así, de nuevo de derecha a izquierda figuran Felipe V, Juan Pacheco, marqués de Villena, Alfonso de Castilla, Beltrán de la Cueva, Álvaro de Luna, Enrique de Aragón, Lorenzo Suárez de Figueroa, Fernando de Osorio, Fadrique de Trastámara, Alonso de Guzmán, Gonzalo Girón, Pelayo Correa, Sancho de Lemos y Pedro Fernández de Fuentecalada, primer maestre.





La Torre 3



 La torre palaciega se construyó del 1711 al 1714. Está decorada con la cruz de Santiago y un León y presenta cuatro frisos con entablamento.






LA IGLESIA


La iglesia es de estilo gótico hispano tardío, llamado «Reyes Católicos». 

 

Obra de Juan de Horozco iniciada en 1515, está orientada en el eje norte-sur aprovechando el espacio dejado por una demolición muy parcial del templo primitivo por la necesidad de utilizarlo para los oficios hasta que la capilla mayor del nuevo estuviera terminada.


Portada

 La portada está flanqueada por dos torres inacabadas y entre ellas una gran bóveda de crucería. Destacan dos hornacinas, una en cada torre, y en una de ellas se encuentra grabada la fecha de terminación de la iglesia: 3 de junio de 1541. Están representados dos relieves: Calvario con Cruz y Descendimiento de Juan de Juni. 











Comenzando por la fachada, presenta un gran arco de medio punto que cobija un atrio con cubierta de crucería en el que se aloja la portada, todo ello flanqueado por dos torres inacabadas.

 La portada es de arco escarzano sobre el que se sitúa otro de medio punto con tímpano sin decoración, toda ella flanqueada por sendos pináculos que se prolongan hacia arriba enmarcando siete calles separadas por pilastras que contienen peanas con doseletes góticos que estarían preparados para esculturas.




Sobre el pórtico hay una terraza abalaustrada que se antepone al hastial de remate, con un cambio de lenguaje que podría deberse a la sucesión en la dirección de obras de Álava, observándose ya elementos renacientes como la compartimentación rectangular del muro, la división tripartita subrayada mediante pilastras o los frisos decorados con grutescos, que también enmarcan el óculo central que ilumina el coro. 





Y lo mismo ocurre con la repetición sistemática de veneras y sillares facetados que recorren los muros. El conjunto estaba concebido para ser rematado con un frontón triangular que no llegó a concluirse, dejándose simplemente con un pequeño frontispicio triangular de exaltación del Imperio, con el águila bicéfala de Carlos V flanqueada por las columnas de Hércules con el lema Plus Ultra y dos maceros.





Interior






El interior muestra una estructura habitual en la época, con planta de cruz latina con nave única de cinco tramos, capillas-hornacina entre los contrafuertes abiertas a la nave mediante sencillos arcos apuntados y comunicadas entre sí, cuerpo de ventanas, bóvedas estrelladas de tradición gótica de diseño variado, coro alto a los pies de gran desarrollo sobre bóveda de crucería en carpanel, crucero que no sobresale en planta, separado por una destacada rejería, y ábside poligonal






El interior presenta una amplia y espaciosa nave, con crucero separado por rejería. 





En el retablo mayor son destacables: Apostolado y la Anunciación (siglo XVIII).





l retablo mayor, del siglo XVIII porque el primitivo no se sabe dónde está después de que fuera llevado a Extremadura cuando el convento fue trasladado allí, presenta una estructura neoclásica con pinturas en las que se representa una Anunciación central rodeada de un Apostolado. 

También tiene sendos retablos en los testeros de la cabecera de los brazos del transepto.



 En el interior una gran nave con crucero separado por rejería, un retablo mayor donde se represetan el Apostolado u la Anunciación y el coro de sillería elaborado por Juan de Juni y Guillermo Doncel.




Las ventanas son ojivales ajimezadas y las vidrieras fueron realizadas por Alberto de Holanda y Francisco Valdivieso, vecinos de Burgos, aunque se conservan muy fragmentadas.

 Las dispuestas en el presbiterio están constituidas por elementos reaprovechados teniéndose sólo en cuenta la mezcla de colores para lograr una luminosidad similar a la de los vitrales góticos, pero sin coherencia iconográfica ni unidad estilística, imposibilitando la lectura iconográfica de las mismas.

 Las mejor conservadas son las del testero norte del crucero, en las que aparecen San Joaquín y Santa Ana en el lado del Evangelio y Santa Catalina y San Cristóbal en el de la Epístola.







El transepto del Evangelio cuenta con una sencilla portada de acceso al claustro bajo de medio punto con decoración vegetal, otra portada retablo plateresca por la que también se accede al claustro bajo y una tercera, ya renacentista, para la sacristía y a una de las dos escaleras de subida al claustro alto.





  La portada retablo plateresca se organiza mediante arco de medio punto entre columnas que soportan un friso sobre el que se ubica un segundo cuerpo con tres hornacinas aveneradas con una Virgen con Niño central flanqueada por Santiago y un obispo. 
Por encima hay un vano de arco escarzano que abre a la galería alta del claustro rematado por un frontón triangular.






Coro




 En cuanto al coro, la parte baja es obra de Guillermo Doncel (siglo XVI), el resto del coro es obra de Juan de Juni. Actualmente, este edificio tiene dos usos:



Una de las obras muebles más destacadas de la iglesia es la sillería del coro, realizada por un grupo de artistas franceses que incorporaron a su trabajo aportaciones españolas e italianas, quizá dirigidos por Juan de Juni mientras estuviera trabajando en el retablo de piedra con una Natividad en la entrada a la iglesia desde el claustro, que varios autores también le atribuyen.




 Parador Nacional con categoría 5 estrellas. Este uso se le da desde 1964. El interior del parador de turismo dispone de gran cantidad de muestras artísticas. Pinturas de la escuela flamenca, tallas de madera, muebles recuperados de iglesias y casonas derruidas, tapices, bargueños y obras de época y de artistas contemporáneos como Lucio Muñoz, Vela Zanetti, Agustín Redondela, Álvaro Delgado Ramos, Ricardo Macarrón y Joaquín Vaquero Turcios. Iglesia consagrada desde 1541.


https://viajarconelarte.blogspot.com/2015/12/la-sacristia-la-fachada-y-el-claustro.html


https://viajarconelarte.blogspot.com/2015/09/la-historia-y-la-iglesia-del-convento.html






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