concretamente al monasterio Mater Ecclesiae, después de que el pasado jueves viajara a su Alemania natal para visitar a su hermano Georg, de 96 años, y gravemente enfermo.
Durante estos días, Benedicto XVI se ha alojado en el seminario de la diócesis de Ratisbona, y es la primera vez que sale de Italia desde que su renuncia.
En su corta estancia en Alemania ha estado acompañando a su hermano mayor en la que posiblemente haya sido la última vez que se vean.
Allí, el Papa emérito ha celebrado misa con su hermano Georg presente.
demás, Benedicto XVI ha acudido a rezar a la tumba de sus padres y de su hermana en el cementerio de Ziegetsdorf, a tres kilómetros de Ratisbona. Igualmente, visitó también su antigua casa en la pequeña localidad de Pentling, también a tres kilómetros de la ciudad.
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La casa es ahora la sede del Instituto Benedicto XVI, en el que se conserva su patrimonio teológico. Entre las reuniones de ayer, destaca la que tuvo con el nuncio en Alemania, que vino de Berlín y la que tuvo con el arzobispo Nikola Eterović, quien durante los años del Pontificado del Papa sirvió como Secretario General del Sínodo de Obispos.
La televisión pública bávara mostró imágenes del pontífice retirado, de 93 años, cuando llegaba a una casa en una camioneta tipo van adaptada para transportar una silla de ruedas en medio de una hilera de policías. Benedicto XVI sonrió y saludó a un pequeño grupo de simpatizantes y se dirigió a orar a las tumbas de su madre, padre y hermana, según la agencia noticiosa
Durante estos días se han publicado numerosos rumores sobre la estancia de Benedicto XVI en Alemania e incluso sobre que ya no volvería al Vaticano. Sin embargo, la visita a su país ha sido rápida y más teniendo en cuenta los 93 años y el frágil estado de salud del predecesor del Papa Francisco.
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