¡DEJANOS LA PUERTA ABIERTA, SEÑOR!
Gracias Señor, te vas pero te quedas en mi corazón, en la Eucaristía y en la oración y en mi tienes tu morada.
Para gozar contigo, en la presencia de Dios, entras Tú en el reino de los cielos y un día también nosotros estaremos cerca de TI y ver que ha merecido la pena ser de los tuyos permanecer firmes en tus caminos guardar tu nombre y tu memoria meditar tu Palabra y tu mensaje.
¡DEJANOS LA PUERTA ABIERTA, SEÑOR! Que no la cierre el viento del camino fácil Que no la empuje nuestra falta de fe. Para vivir y morar contigo Para amar y vivir junto a Dios Para sentir el soplo eterno del Espíritu Para gozar en el regazo de María Virgen ¡NO NOS CIERRES LA PUERTA DEL CIELO, SEÑOR!
Gracias Señor, te vas pero te quedas en mi corazón, en la Eucaristía y en la oración y en mi tienes tu morada.
Me dejas Señor, en mi soledad, para que sea feliz con los demás y seguir construyendo el Reino que tú empezaste marcado con tu Amor. ´
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TE VAS, SEÑOR, PERO TE QUEDAS
Te vas, Señor, pero te quedas en el Evangelio
Te vas, Señor, pero vives en los que te amamos
Te vas, Señor, pero hablas en los que dan testimonio de Ti
Te vas, Señor, pero te dejas comer en la Eucaristía Te vas, Señor, pero te haces audible por la oración
Te vas, Señor, pero te dejas adorar en el Sagrario
Te vas, Señor, pero te dejas abrazar en el prójimo
Te vas, Señor, pero te dejas ver en el que sufre
Te vas, Señor, pero te haces visible en el amor
Te vas, Señor, pero gritas en el que habla en tu nombre
Te vas, Señor, pero vendrás en un nuevo soplo del Espíritu
Te vas, Señor, pero nos enviarás la fuerza de tu presencia
Te vas, Señor, pero nos darás el hálito de tu vivir
Te vas, Señor, pero andarás en los pies de tus enviados
Te vas, Señor, pero tu nombre será universalmente conocido
Te vas, Señor, pero vivirás en los que guardan tus mandamientos
Te vas, Señor, pero tu Iglesia es signo de tu presencia
Te vas, Señor, pero tu partida nos hace madurar
Te vas, Señor, pero tu Ascensión es suerte que nos aguarda
Te vas, Señor, pero tu vida en el cielo es plenitud de felicidad
Te vas, Señor, pero tu estar en el cielo, es garantía y seguridad de todo lo que nos espera cuando se vive, como Tú lo has hecho, primero en la tierra
Te vas, Señor, pero más que nunca…vemos que te quedas. Amén.
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