ORACIONES DEL TIEMPO ORDINARIO SEMANA XXV, XXVI Y XXVII

DOMINGO XXVII

AUMÉNTANOS LA FE

 Para que disminuya nuestro egoísmo y crezca nuestra disponibilidad Para que se agigante nuestra confianza y se achique nuestra incredulidad Para que suba el termómetro de nuestra oración y se debilite nuestro olvido de Ti 

Porque queremos ser tus testigos Porque tememos perderte Porque a nuestro lado surgen dificultades Porque no siempre vemos todo claro Porque seguirte es exigente Porque amarte es negarnos a nosotros mismos Porque queremos verte, sin necesidad de verte Porque queremos que nos ilumines para no perderte 

 AUMÉNTANOS LA FE Y, si ves que aumentamos en otras cosas, haz, Señor, que Tú seas más importante que la suma de todas ellas juntas. Amén.

Todos tenemos fe en algo o en alguien pero yo quiero la fe de la que habla el Evangelio. La fe de los apóstoles es una fe mucho más amplia y rica que la fe en las pequeñas cosas.

SI aumentas mi fe estaré más cerca de Ti y apartado de lo que me aleja de Ti. 

L. 

Gracias Señor porque cuando estoy herida mu colocas sobre tus hombros, me das el pan de tu Palabra y me curas con tu Eucaristía mis heridas. Gracias Señor porque también yo hago de mi corazón una posada para Ti. 

M

Señor como Maria me pongo a tus pies para adorarte, escuchar tu Palabra y llenar mi cozazon de Ti. 

Hazme Señor un instrumento de tu paz. 

X

 Dios es amor. Y el amor hace débil al amante. Nosotros somos la debilidad de Dios. Siendo frágiles e inútiles como niños pequeños, somos fuertes gracias a esa fuerza del amor de Dios que se desvive por nosotros y nos ama hasta el extremo.

J

Pedirte cosas Señor que su amor me llene totalmente y que nunca me falte tu cercanía. Te pido salud para mi y mi familia y que me de el amor que viene de Ti porque soy mendiga de tu amor y por los niños no nacidos. Te pido Señor y tu gracia me basta.

V

María pura de espiritu, en ti no hay nada que impida ni estorbe a que Dios entre en su presencia y  llenarte de su gracia. 

Nosotros entramos en la presencia de Dios siempre que lo deseamos porque Dios es el eterno presente, atento y receptivo.  ¿Estoy yo presente y atento, vacía y receptiva como lo estaba María?

S

Tu Madre descipula fiel que guarda as todo en tu corazón. Yo como Tu quiero estar disponible para escuchar la Palabra de Dios y ponerla en práctica. 

SEMANA XXVI

El abismo entre tu y yo ha desaparecido

NO SEA YO, EPULÓN, SEÑOR y QUE NO VIVA ASÍ

 Con las manos, tan metidas de lleno en el mundo, que me olvide de mirar con los ojos al cielo Tan pletórico de alegría y de salud, que llegue a pensar que todos viven igual que yo 

QUE NO VIVA, SEÑOR Ciego y apasionado con mis bienes y sin ver a los que nada o poco tienen Pendiente de lo intrascendente y dejando a un lado lo que, mañana, después de mi muerte me aguarda a tu lado, me espera en tu presencia Tan nutrido en mí mismo y marginando a todo aquel que no vive conmigo Deslumbrado por el oro y al margen de la riqueza que Tú me ofreces 

QUE NO VIVA, SEÑOR Con mis manos cerradas a ofrecer y dar Con mi corazón volcado en la injusticia  Con mis pies caminando por parajes oscuros Con mis pensamientos en la tierra, sólo en la tierra Que no viva, así, Señor, que no viva. 

Amén

San Fermín Chiquito....el mundo esta mal pero igual que S. Fermín... adelante  con fe y esperanza... Jesús nuestro ejemplo.

L

Soy y vivo como tu hija pequeña.

Gracias Señor mi fuerza eres Tu. El poder solo es tuyo. En mi debilidad me levantas y cuando me faltas la luz Tu eres Señor la mejor luz de mi vida. Soy de los tuyos.

M

En mi caminar por la vida acepto lo que Tu me ofreces.... cosas buenas y también cosas  que me duelen..... viniendo de Ti todo es por que me amas.

Gracias Señor por tu amor. Me enseñas  a poner amor donde no se encuentra.

X

Señor, que las huellas de tus pies guíen los míos. 

Seguirte  supone un cambio radical de vida. Supone avanzar, emprender con decisión la vida, quedar libre de todo peso que pudiera retrasar la marcha.

J

Que me falte todo pero que Tu no me faltes. Que no me falte tu Palabra y que mi vida siempre sea seguirte. 

V

Ay Betsaida..... 

No es una amenaza ni un castigo. Quieres Señor que nos abramos a tu gracia, a la fe en el Padre y a su amor. 

S

En mi apostolado Señor quiero que domine la alegria, no por lo que hago sino porque confias en mi para que se tu colaborador.

 SEMANA XXV

HAZME, SEÑOR, PRUDENTE Que me ofrezca sin esperar nada a cambio Que exprima lo mejor de mí mismo aún, aparentemente, no viendo fruto alguno Que trabaje los talentos que Tú me has dado y puedan servir como camino que me lleven hacia Ti Que, de tal manera viva yo en Ti, que disfrute viviendo y cumpliendo tu voluntad 

Abierto a negarme entregándome y cerrado a todo lo que me impide dar y regalar lo mejor de mí mismo. 

HAZME, SEÑOR, PRUDENTE 

Para que te busque porque eres lo mejor Para que te quiera porque siempre esperas Para que te ame porque, Tú antes, me amas Amén

Jesús nos quiere astutos, sagaces, inteligentes, con nuestra gente si es que somos hijos de la luz.

Y tener habilidad para “salvarse” de las situaciones que me alejan de Ti. 

Como trato tus bienes? 

Es en el trato con estos bienes, es donde se pone a prueba si somos realmente hijos de la luz o sólo hijos de este mundo. 

Quien reconoce a Dios como Señor, lo reconoce también como Señor de todos los bienes y comprende que él nunca podrá ser dueño absoluto, sino tan sólo administrador. Como administradores debemos probar a través del uso de los bienes nuestra relación con Dios. Los bienes terrenos no están destinados a ser consumidos de modo egoísta, sino de acuerdo a la voluntad divina, esto es, empleándolos Mamor concreto al prójimo.

L

El discípulo no alumbra con su propia luz, sino con la única luz que viene de Cristo. 

Por eso cada día necesitamos encender nuestra lámpara con la luz de Cristo, con su Palabra. Es su luz y no la mía la que ilumina al mundo. Hay que iluminar pero no sólo de palabra sino con la vida.

 Iluminamos cuando mi vida refleja, lo menos lejos posible, el modo de ser, de pensar y de hablar de Jesús. ¡Seamos luz! 

M

Tu gran familia Señor todo los Hijos de Dios. Maria discípula y Madre escucha y guarda Tu Palabra. Yo discípula.... guardo y escucho tu Palabra?

M

Te sigo Señor quiero ser tus pasos, tus manos y tu Evangelio porque con mis palabras y mis obras sea el único Evangelio que conozcan las personas que me rodean. 

J

Abro Señor todos mi sentidos y dispongo mi  corazón para que pueda ver, sentir, amar como dice el Evangelio y entonces entraré en ese mar sin orillas que es la amistad contigo Señor. 

V

Tiempo para todo. Tiempo para la guerra y para la paz. En estos tiempos malos... Señor danos Paz y que yo traiga paz por donde esté. 

Quien es Jesús para mí? Eres el centro de mi vida paro como María tengo que dar testimonio de ti. 

S

Señor, tu abrazando la cruz nos has traído  una nueva forma de vida y de afrontar el dolor,el sufrimiento y la tristeza. El mundo lo afronta con pena y algo más.