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domingo, 30 de noviembre de 2025

DIA 4ª DE ESTAMBUL AL LIBANO

CATEDRAL APOSTOLICA ARMENIA DE ESTAMBUL



En el marco de su Viaje Apostólico a Türkiye y Líbano, el Papa León XIV realizó una emotiva visita de oración a la Catedral Apostólica Armenia de Estambul, donde fue recibido por Su Beatitud Sahak II. Allí, el Santo Padre expresó su profunda gratitud por el “valiente testimonio cristiano del pueblo armenio a lo largo de los siglos, incluso en tiempos trágicos”, y reafirmó los lazos cada vez más estrechos entre la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Católica. 



En su saludo, León XIV evocó gestos históricos que han marcado el camino del diálogo: la visita del Catholicós Khoren I a Pablo VI en 1967, la declaración conjunta firmada por Vasken I en 1970 y el creciente “diálogo de caridad” que, desde entonces, ha acercado a ambas Iglesias. 



El Papa subrayó que el 1700 aniversario del Concilio de Nicea invita a “volver a beber de la fe apostólica común”, con el deseo de avanzar hacia una plena comunión que no es absorción ni dominio, sino intercambio de dones bajo la guía del Espíritu Santo. Invitó además a reactivar el trabajo de la Comisión Mixta de Diálogo Teológico para las Iglesias Ortodoxas Orientales.

 


Recordó a figuras luminosas de la espiritualidad armenia, entre ellas al gran Catholicós y poeta Nerses Shnorhali, cuyo 850 aniversario se ha conmemorado recientemente: “Su vida dedicada a la reconciliación nos inspira en el camino hacia la unidad tan deseada por Cristo”



. Al concluir, León XIV aseguró su total compromiso con la causa ecuménica: “Que recibamos con corazón abierto este don celestial, para ser testigos cada vez más convincentes del Evangelio y servidores de la única Iglesia de Cristo.








Tras cuatro intensos días en Turquía, el Papa León XVI concluye la primera etapa de su primer viaje internacional y se dirige ahora a Beirut, Líbano. Una visita llena de momentos históricos e inolvidables. ¡Buen viaje, Santo Padre! 


El avión del Papa despegó de Estambul con destino al Líbano A las 15:01 (hora local), el avión con León XIV a bordo despegó con destino a Beirut. 

El Pontífice permanecerá en el país de los cedros hasta el martes 2 de diciembre. Vatican News A las 15:01 (hora local), el Airbus A320neo de Ita Airways con el papa León XIV a bordo despegó del aeropuerto internacional Atatürk de Estambul con destino a Beirut, la capital del Líbano, donde el pontífice permanecerá hasta el martes 2 de diciembre en el marco de su primer viaje apostólico.

Tras cuatro intensos días en Turquía, el Papa León XVI concluye la primera etapa de su primer viaje internacional y se dirige ahora a Beirut, Líbano. Una visita llena de momentos históricos e inolvidables. ¡Buen viaje, Santo Padre! 



El avión de León XIV aterrizó en Líbano, segunda etapa de su viaje 

A las 15:34 (hora local), el Airbus A320neo de ITA Airways que transportaba al Papa aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Beirut-Hariri tras partir de Estambul y Turquía.

Las sirenas de los barcos en el puerto de Beirut saludaron la llegada del Airbus A320neo de ITA Airways en el que viajaba el Papa León XIV de Turquía al Líbano.



Como de costumbre, durante el vuelo, el Papa envió un telegrama a los países sobrevolados, en este caso Turquía y Chipre. A Recep Tayyip Erdoğan, presidente de Turquía, el Papa renovó su profunda gratitud a las autoridades y al pueblo de turco por la amable bienvenida y la generosa hospitalidad que le brindaron, acompañadas de sus bendiciones divinas de la armonía fraternal y la paz. Al presidente de Chipre, Nikos Christodoulides extendió un cordial saludo, invocando las bendiciones de Dios Todopoderoso sobre el país y su oración para que Èl conceda a cada uno de los dones de la unidad y la concordia.

“Good afternoon! ¡Buenas tardes a todos!”. 

En el vuelo de Estambul a Beirut, segunda etapa de su primer viaje apostólico internacional, el Papa León XIV saluda por sorpresa a los 81 periodistas presentes en el vuelo papal: “Estoy feliz de saludarles, espero que hayan tenido unos días tan hermosos en Turquía como yo. 




Pienso que ha sido una experiencia maravillosa”. Luego agradece al país que lo acogió y a todos aquellos que hicieron posibles los tres días de la visita, y responde a las preguntas de dos periodistas turcos. Una, en particular, sobre las perspectivas de paz en Gaza, para la cual reitera la solución de los dos Estados. Mientras que para Ucrania, invoca el diálogo y el cese al fuego y subraya el posible papel de mediación de Turquía.



creo que fue una experiencia maravillosa. Como saben, la razón principal para venir a Turquía fue el 1700 aniversario del Concilio de Nicea. Tuvimos esa magnífica celebración, muy simple y, sin embargo, muy profunda, en el sitio de una de las antiguas basílicas de Nicea para conmemorar el gran evento del acuerdo de toda la comunidad cristiana y la profesión de fe, el Credo Niceno-Constantinopolitano.



Estuve muy feliz de tener los diferentes momentos que tuvimos con las distintas Iglesias, con las distintas comunidades cristianas, con las Iglesias Ortodoxas, que culminaron esta mañana con la Divina Liturgia con el patriarca Bartolomé, así que fue una celebración maravillosa y espero que todos ustedes hayan compartido esa misma experiencia, así que gracias. No sé si hay alguna pregunta o comentario, solo un par porque me están esperando para más fotos.




Un avión militar escolta la llegada del vuelo que traía al Papa León XIV al Líbano 

 Las autoridades libanesas han activado un amplio dispositivo de seguridad con motivo de la llegada del papa León XIV al país. El Gobierno ha decidido extremar las precauciones para garantizar el correcto desarrollo de la visita apostólica. 

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En este contexto, un avión militar escoltó la llegada del Airbus 320 que trajo al Pontífice a Beirut. Tal y como muestra la foto, la escolta aérea acompañó al avión papal durante los últimos minutos de su aproximación a la capital, antes de su aterrizaje en el aeropuerto internacional 



https://youtu.be/dDdj1EnR6B0?si=0nlVF26MZmaSjiGb

La ceremonia de bienvenida 

Los primeros en darle la bienvenida, aún a bordo del avión, fueron el Nuncio Apostólico, el arzobispo Paolo Borgia y el Jefe de Protocolo del Líbano.



Nada más bajar a pie de pista, el Pontífice fue saludado por el presidente del Líbano, Joseph Khalil Aoun, y su esposa, quienes aguardaban al borde de la alfombra roja para darle la bienvenida oficial. El Papa León XIV ha llegado a Beirut, la capital del Líbano, iniciando una visita de tres días a una nación situada en el corazón de Medio Oriente para encontrarse con pueblos marcados por la guerra.

 Detrás de ellos se encontraba también el patriarca maronita, el Cardenal Béchara Boutros Pierre Raï, que acompañó al Papa en los primeros momentos de su llegada. El ambiente festivo quedó subrayado por la presencia de un grupo de niños que esperaban al Pontífice con una bandeja de productos típicos. Entre ellos, un trozo de pan libanés que el Papa no dudó en tomar. 

Lo comió con una sonrisa y, acto seguido, lo bendijo. Tras el saludo inicial, la comitiva se trasladó a otra zona del aeropuerto preparada para la ceremonia oficial de bienvenida. Allí sonó el himno nacional del Líbano mientras el Papa León XIV y el presidente posaban para la fotografía protocolaria. El recibimiento incluyó también elementos tradicionales propios de una visita de Estado: tambores, salvas ceremoniales y la puesta en marcha del protocolo militar que marca el inicio formal de la segunda parte del viaje apostólico. Hace 5 horas y 8 minutos




Al concluir, el Papa León XIV fue acompañado por el Presidente de la República, el Presidente de la Asamblea Nacional y el Primer Ministro al Salón Presidencial para una breve reunión privada.

 León XIV se ha dirigido al Palacio Presidencial de Baabda, 

Acompañado por el Presidente de la República, el Presidente de la Asamblea Nacional y el Primer Ministro, donde ha mantenido una reunión privada con cada uno de ellos.

En un momento especialmente llamativo, la explanada quedó a oscuras y comenzó un espectacular show de luces con drones sobre la fachada del Palacio Presidencial. 

Las imágenes proyectadas incluyeron, por ejemplo, el mítico cedro de la bandera del Líbano, la foto del Papa, el logo oficial del viaje apostólico y una impresionante representación del Espíritu Santo sobrevolando el Vaticano, creando un extraordinario efecto visual. A continuación, el Pontífice fue acompañado al Salón de los Embajadores del Palacio Presidencial, donde se realizó la foto oficial, además de un encuentro privado con Aoun, presentación de la familia presidencial y el intercambio de regalos.


La jornada culminó en los jardines del Palacio Presidencial, donde el Santo Padre participó en la plantación de un “cedro de la amistad”, símbolo de los lazos de fraternidad y cooperación entre la Santa Sede y el Líbano.

Durante su visita al Palacio Presidencial, el presidente libanés y León XIV han intercambiado regalos y han plantado un 'Cedro de la Amistad', una "ceremonia simbólica" a la que también han asistido el cardenal Pietro Parolin, y el patriarca Béchara Boutros Raï, como ha informado el portal de noticias del Vaticano, Vatican News.

En el Palacio Presidencial de Beirut, un coro de niños y adultos con discapacidades visuales y auditivas interpretan "Ahkili an baladi" de la leyenda de la música libanesa Fairouz para el Papa León XIV al comenzar su visita al Líbano.



"Un pueblo que no se rinde" 

El Obispo de Roma se ha dirigido a las autoridades y representantes de la sociedad civil y el Cuerpo Diplomático que estaban presentes en el Palacio Presidencial, a quienes ha llamado a ser "constructores de paz, de reconciliación y de convivencia". 

 En su primer discurso en el Líbano, donde estará hasta el próximo martes, el Papa ha destacado la "fortaleza" del pueblo libanés, "un pueblo que no se rinde, sino que, ante las pruebas, siempre sabe renacer con valentía", como ha subrayado este domingo.



 "El Líbano puede enorgullecerse de una sociedad civil dinámica, bien formada, rica en jóvenes capaces de expresar los sueños y las esperanzas de todo un país. Por eso los animo a que nunca se separen de su gente y a que se pongan al servicio de su pueblo, tan rico en su variedad, con compromiso y dedicación", ha instado el Pontífice a los asistentes. 

 Asimismo, ha dedicado unas palabras a las mujeres, quienes "cumplen un papel imprescindible en el arduo y paciente compromiso de custodiar y construir la paz". 

 "No olvidemos que las mujeres tienen una capacidad específica para trabajar por la paz, porque saben custodiar y desarrollar vínculos profundos con la vida, con las personas y con los lugares. Su participación en la vida social y política, así como en la de sus propias comunidades religiosas, al igual que la fuerza que proviene de los jóvenes, representa en todo el mundo un factor de verdadera renovación", ha apuntado León XIV.

Miles de personas reciben al Papa en el palacio presidencial del Líbano pese a la lluvia


La lluvia que caía en Beirut no impidió que miles de personas se congregasen en los alrededores del Palacio Presidencial para recibir al Papa León XIV. El Pontífice llegó en el papamóvil blindado al portón principal del complejo donde el presidente del Líbano —el cristiano maronita, Joseph Aoun— y su esposa aguardaban al Pontífice para darle la bienvenida oficial. 

 A su llegada, un grupo de danza tradicional dabke interpretó ritmos festivos mientras dos jóvenes ofrecían al Pontífice un ramo de flores. Pese al mal tiempo, tambores con melodías típicas resonaban por las calles y varios grupos de danzantes celebraban la visita como una señal de alabanza. El Papa, sonriente, asentía desde el papamóvil al ritmo de los tambores y saludaba a la multitud.


https://www.aciprensa.com/noticias/119733/en-vivo-viaje-del-papa-leon-xiv-a-turquia-y-libano

sábado, 29 de noviembre de 2025

30 DE NOVIEMBRE: FESTIVIDAD DE SAN ANDRES

SAN ANDRES




 Nació en Betsaida, población de Galilea situada a orillas del lago de Genezaret. Era hijo del pescador Jonás y hermano (le Sinmón Pedro. La Sagrada Escritura no especifica si era mayor o menor que éste. La familia tenía una casa en Cafarnaún y en ella se alojaba Jesús cuando predicaba en esa ciudad.
DISCÍPULO DE JUAN EL BAUTISTA
Cuando San Juan Bautista empezó a predicar la penitencia, Andrés se hizo discípulo suyo. Precisamente estaba con su maestro, cuando Juan Bautista, después de haber bautizado a Jesús, le vio pasar y exclamó: "¡He ahí al cordero de Dios!"



 Andrés recibió luz del cielo para comprender esas palabras misteriosas. Inmediatamente, él y otro discípulo del Bautista siguieron a Jesús, el cual los percibió con los ojos del Espíritu antes de verlos con los del cuerpo. Volviéndose, pues, hacia ellos, les dijo: "¿Qué buscáis?" Ellos respondieron que querían saber dónde vivía y Jesús les pidió que le acompañasen a su morada.

APÓSTOL DE JESÚS
Andrés y sus compañeros pasaron con Jesús las dos horas que quedaban del día. Andrés comprendió claramente que Jesús era el Mesías y, desde aquel instante, resolvió seguirle. Así pues, fue el primer discípulo de Jesús. Por ello los griegos le llaman "Proclete" (el primer llamado). Andrés llevó más tarde a su hermano a conocer a Jesús, quien le tomó al punto por discípulo, le dio el nombre de Pedro. Desde entonces, Andrés y Pedro fueron discípulos de Jesús.

Vocación de San Pedro y San Andrés


Al principio no le seguían constantemente, como habían de hacerlo más tarde, pero iban a escucharle siempre que podían y luego regresaban al lado de su familia a ocuparse de sus negocios. Cuando el Salvador volvió a Galilea, encontró a Pedro y Andrés pescando en el lago y los llamó definitivamente al ministerio apostólico, anunciándoles que haría de ellos pescadores de hombres. Abandonaron inmediatamente sus redes para seguirle y ya no volvieron a separarse de EI.

AI año siguiente, nuestro Señor eligió a los doce Apóstoles; el nombre de Andrés figura entre los cuatro primeros en las listas del Evangelio.




El día de la multiplicación de los panes y los peces, fue  Andrés el que llevó a Jesús el muchacho que tenía los panes y los peces. Presenció la mayoría de los milagros que hizo Jesús y escucho, uno a uno, sus sermones. Vivió junto a Jesús durante los tres años de vida pública.
DESPUÉS DE PENTÉCOSTES


De acuerdo con la tradición,  San Andrés le correspondió la evangelización de Escitia, lo que sería la actual Rusia.




Estando ahí, un ángel se le apareció para instarlo a que fuera a buscar a San Mateo, y de inmediato viajó a Etiopía, donde su compañero estaba en prisión y había sido privado de la vista.
Cuando San Andrés llegó, las puertas de la cárcel y de la celda se abrieron ante él; luego se arrodilló ante San Mateo, y gracias a sus rezos fervorosos San Mateo recuperó la visión.



Según las referencias de Orígenes, San Andrés predicó en Grecia y en el Cáucaso. Fue el primer obispo de Bizancio, y por eso la Iglesia Ortodoxa Griega lo considera cabeza de su congregación, lo mismo que San Pedro es para la Iglesia Católica.
En Macedonia, fue aprehendido por el procónsul Quirino, bajo acusación de promover el desacato de la religión romana. San Andrés fue arrojado a las fieras, pero éstas lo respetaron y él consiguió escapar.


En Patrás, Grecia, sanó de una enfermedad a Maximila, la esposa del procónsul Egeas, y la convirtió al cristianismo; sin embargo, por desacato al emperador el funcionario lo mandó azotar y luego atar a una crux decussata, o cruz con forma de equis, que por eso se conoce como “cruz de San Andrés”.

El apóstol falleció al tercer día, y supuestamente durante este tiempo predicó el mensaje de Cristo a todos los que pasaban por ahí.


En tiempos del emperador Constancio II (+361), las presuntas reliquias de San Andrés fueron trasladadas de Patras a la iglesia de los Apóstoles, en Constantinopla. Los cruzados tomaron Constantinopla en 1204, y, poco después las reliquias fueron robadas y trasladadas a la catedral de Amalfi, en Italia.


Aquí, catedral de Amalfi, se conserva el cuerpo.

En cambio, la cabeza conservada en Patras, que en 1460 corría el peligro de caer en las manos de los turcos que avanzaban en la conquista de la Acaia, llegó con una solemne ceremonia a Roma en 1462, traída a petición del papa Pío II por Tomás Paleólogo tirano de Morea en fuga, y fue conservada en San Pedro (en la columna llamada de San Andrés)


 hasta junio de 1964, cuando por voluntad de Pablo VI fue devuelta en señal de amistad hacia la Iglesia ortodoxa al obispo metropolitano de Patras,


iglesia de San Andrés de Patras

 donde hoy se conserva en la iglesia dedicada a san Andrés, edificada en el lugar que la tradición señala como el de su martirio.
Reliquia del Santo venerada en el convento de Szaflary, Polonia.

Reliquia de San Andrés

 En 1969, Pablo VI entregó también una reliquia de san Andrés a la Catedral de Santa María de Edimburgo, donde se venera con otra donada por el arzobispo de Amalfi en 1879, tras el restablecimiento de la jerarquía católica en Escocia.

TERCER DIA DEL VIAE DEL PAPA 2ª


DOXOLOGIA

Iglesia Patriarcal de S Jorje

El Papa reza por “la unidad” de todos los cristianos en la sede del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla

—una oración de alabanza a Dios—, acentuada por himnos bizantinos.


El Papa León XIV vivió este viernes un momento histórico con el Patriarca de Constantinopla, Bartolomé, en la ciudad de Iznik, que custodia la memoria del primer gran concilio de Nicea, del que se cumplen 1.700 años. Este sábado ese paso hacia la unidad de los cristianos tuvo un nuevo impulso con la doxología, una expresión de alabanza que ha acompañado a la Iglesia a lo largo de los siglos, en la que participó en la iglesia patriarcal de San Jorge de Estambul.



Se trata de la principal catedral ortodoxa griega de Estambul. Al lado, está la sede del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla donde después tuvieron una reunión privada en la que el Papa le regaló un mosaico que prefigura al Cristo Pantocrátor, una representación de Cristo como el Todopoderoso.

 Allí, fue recibido por Bartolomé I, figura indiscutible del ecumenismo, que en marzo de 2013 se convirtió en el primer patriarca de Constantinopla que asistió a la inauguración de un pontificado romano desde el Cisma de Oriente de 1054. También estuvo en la de León XIV con quien desde ayer está cultivando una relación especial. 




 “Estoy seguro de que nuestro encuentro contribuirá a fortalecer los lazos de nuestra amistad, que ya comenzaron a afianzarse cuando nos conocimos al inicio de mi ministerio como Obispo de Roma”, dijo el Papa durante su saludo. 

 Antes de su alocución, tomó la palabra el Patriarca ecuménico que recordó al Papa Francisco a quien le entusiasmaba la idea de viajar a Turquía para celebrar los 1.700 años del Concilio de Nicea y rezar de nuevo el credo que allí se compuso. Su sueño ha sido hecho realidad por León XIV.

Nada más entrar en la iglesia, según confesó después León XIV, le embargó una “gran emoción”. “Soy consciente de que sigo los pasos de los Papas Pablo VI, Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco”, afirmó tras constatar que durante su viaje a Turquía han vivido “momentos extraordinarios de gracia”.

 “Al recordar aquel acontecimiento tan significativo e inspirados por la oración de Jesús para que todos sus discípulos sean uno nos sentimos alentados en nuestro compromiso de buscar la restauración de la plena comunión entre todos los cristianos, tarea que emprendemos con la ayuda de Dios”, señaló el Pontífice. 

 En la oración de esta tarde, aseguró, el diácono dirige a Dios la petición “por la estabilidad de las Santas Iglesias y por la unidad de todos”. “Esa misma petición resonará también en la Divina Liturgia de mañana. Que Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, tenga misericordia de nosotros y lleve a cumplimiento esta plegaria”, manifestó. 

Al final de la doxología todos los presentes han rezado la oración del Padre Nuestro. 

 El Patriarca Ecuménico de Constantinopla es el sucesor del apóstol San Andrés —cuya memoria litúrgica se celebra este domingo– y primus inter pares (primero entre pares) de la ortodoxia mundial.

 Se trata en todo caso de una primacía honorífica ya que no tiene autoridad administrativa ni jurisdicción sobre los asuntos internos de los otros patriarcados y de las iglesias ortodoxas autocéfalas principales dentro de la comunión ortodoxa bizantina.

Bartolomé I tuvo un papel especialmente relevante tras la caída de la Cortina de Hierro o Telón de Acero en Europa, cuando varias Iglesias orientales en países como Rumanía, Bulgaria y Albania recuperaron su libertad y buscaron orientación en la sede ecuménica. 

 En estos años, el diálogo ecuménico con Roma ha avanzado con paso firme, pero el panorama interno de la ortodoxia se ha vuelto más complejo. 

 El punto de inflexión llegó en 2018, cuando Bartolomé I decidió conceder la autocefalia a la Iglesia Ortodoxa de Ucrania, es decir, como una entidad eclesiástica independiente del Patriarcado de Moscú, que consideraba canónicamente a Ucrania como parte de su propia jurisdicción histórica. El Patriarca Kirill consideró esta decisión como una injerencia.

Firma de la declaración conjunta




El Papa León XIV y el Patriarca Ortodoxo Bartolomé I de Constantinopla firmaron una declaración conjunta el 29 de noviembre de 2025 en la sede del Patriarcado en Estambul, Turquía. Ambos líderes eclesiásticos se comprometieron a continuar los esfuerzos para celebrar la Pascua en una fecha común —los calendarios católico y ortodoxo difieren— e instaron a los líderes mundiales a poner fin a las guerras. También denunciaron la indiferencia, el afán de dominación, la avaricia y la xenofobia, y condenaron la violencia perpetrada en nombre de la religión.

Wolkwagen Arena  SANTA MISA



Este sábado, 29 de noviembre, el Santo Padre celebró la Eucaristía con los miembros de la comunidad católica, en el Estadio Volkswagen Arena de Estambul, en Turquía. En su homilía, el Pontífice, destacó la unidad en tres niveles: “dentro de la comunidad, en las relaciones ecuménicas con los miembros de otras confesiones cristianas y en el encuentro con los hermanos y hermanas que pertenecen a otras religiones”.



“Queremos caminar juntos, valorando lo que nos une, derribando los muros del prejuicio y la desconfianza, favoreciendo el conocimiento y la estima mutua, para dar a todos un fuerte mensaje de esperanza y una invitación a convertirse en ‘artífices de la paz’”, lo dijo el Papa León XIV en su homilía, en la Santa Misa que presidió la tarde de este sábado 29 de noviembre, en el Estadio Volkswagen Arena de Estambul, en el marco de su primer Viaje Apostólico a Turquía y el Líbano, con su peregrinación a İznik, con ocasión del 1700 aniversario del primer Concilio de Nicea.


Tiempo de gracias para prepararnos a la Navidad 
En su homilía, el Santo Padre, señaló que esta Santa Misa se celebra en la víspera del día en que la Iglesia recuerda a san Andrés, apóstol y patrono de esta tierra. Y al mismo tiempo al inicio del Adviento, tiempo que nos ayuda a prepararnos a rememorar, en Navidad, el misterio de Jesús, Hijo de Dios, «engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre», como declararon solemnemente hace 1700 años los Padres reunidos en el Concilio de Nicea. 
 “En este contexto, la liturgia nos propone, en la primera lectura (cf. Is 2,1-5), una de las páginas más bellas del libro del profeta Isaías, donde resuena la invitación dirigida a todos los pueblos a subir al monte del Señor (cf. v. 3), lugar de luz y de paz”.


La alegría del bien es contagiosa 
A partir de la profecía de Isaías, el Obispo de Roma, propuso meditar sobre nuestro ser Iglesia, deteniéndonos en algunas imágenes contenidas en ese texto. La primera imagen sobre la que se detuvo el Pontífice fue la del “monte elevado sobre la cima de los montes” (cf. Is 2,2). Que nos recuerda que los frutos de la acción de Dios en nuestra vida no son un don sólo para nosotros, sino para todos.

 “La belleza de Sión, ciudad en la montaña, símbolo de una comunidad renacida en la fidelidad que es signo de luz para hombres y mujeres de cualquier origen, nos recuerda que la alegría del bien es contagiosa. Encontramos confirmación de ello en la vida de muchos santos. San Pedro conoce a Jesús gracias al entusiasmo de su hermano Andrés (cf. Jn 1,40-42), quien, a su vez, junto con el apóstol Juan, es llevado al Señor por el celo de Juan el Bautista. San Agustín, siglos más tarde, llega a Cristo gracias a la ardiente predicación de san Ambrosio, y así muchos otros”.


Vistámonos con la armadura de la luz 
De ahí que, el Papa León exhortó que, si realmente queremos ayudar a las personas con las que nos encontramos, vigilemos sobre nosotros mismos, como nos recomienda el Evangelio (cf. Mt 24,42); cultivemos nuestra fe con la oración y los sacramentos, vivámosla coherentemente en la caridad, desechemos —como nos ha dicho san Pablo en la segunda lectura— las obras de las tinieblas y vistámonos con la armadura de la luz (cf. Rm 13,12). 
 “El Señor, a quien aguardamos glorioso al final de los tiempos, viene cada día a llamar a nuestra puerta. Estemos preparados (cf. Mt 24,44) con el compromiso sincero de una vida buena, como nos enseñan los numerosos modelos de santidad de los que es rica la historia de esta tierra”. 




 Un mundo en el que reina la paz 
La segunda imagen que propuso el Santo Padre para la meditación fue la de un mundo en el que reina la paz. Sobre esto, el Papa dijo: ¡Con qué urgencia percibimos hoy esta llamada! ¡Cuánta necesidad de paz, de unidad y de reconciliación hay a nuestro alrededor, y también en nosotros y entre nosotros! Y se preguntó: ¿Cómo podemos contribuir a responder a esta exigencia? Para responder, nos ayudamos del “logotipo” de este viaje, en el que uno de los símbolos elegidos es el puente.
 “Puede hacernos pensar también en el famoso gran viaducto que, en esta ciudad, cruzando el Estrecho del Bósforo, une dos continentes: Asia y Europa. Con el tiempo, se han añadido otros dos pasos, de modo que actualmente hay tres puntos de unión entre las dos orillas. Tres grandes estructuras de comunicación, intercambio y encuentro; imponentes a la vista, pero tan pequeñas y frágiles si se comparan con los inmensos territorios que conectan”.



La unidad en tres niveles
 A partir de esta triple extensión podemos pensar en la importancia de nuestros esfuerzos comunes por la unidad en tres niveles, precisó el Pontífice: dentro de la comunidad, en las relaciones ecuménicas con los miembros de otras confesiones cristianas y en el encuentro con los hermanos y hermanas que pertenecen a otras religiones. Ante todo, como decía, dentro de esta Iglesia están presentes cuatro tradiciones litúrgicas diferentes —la latina, la armenia, la caldea y la siríaca—, cada una de las cuales aporta su propia riqueza espiritual, histórica y de experiencia eclesial. 
 “Con la mirada puesta en el monte de la promesa, imagen de la Jerusalén celestial, que es nuestra meta y madre (cf. Ga 4,26), pongamos entonces todo nuestro empeño en favorecer y fortalecer los lazos que nos unen, para enriquecernos mutuamente y ser, ante el mundo, un signo creíble del amor universal e infinito del Señor”. 



 Un segundo vínculo de comunión que nos sugiere esta liturgia es el ecuménico. Lo atestigua también la participación de los Representantes de otras confesiones, que saludo con vivo aprecio.
 “Por eso, mientras pedimos, con las palabras del Papa Juan, que «se realice el gran misterio de aquella unidad que con ardiente plegaria invocó Jesús al Padre celestial, estando inminente su sacrificio» (Discurso de apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II, 11 octubre 1962, 8.2), renovamos hoy nuestro “sí” a la unidad, «que todos sean uno» (Jn 17,21), «ut unum sint»”.


Un tercer vínculo al que nos remite la Palabra de Dios es el que nos une a los miembros de comunidades no cristianas. Vivimos en un mundo en el que, con demasiada frecuencia, la religión se utiliza para justificar guerras y atrocidades.

 “Por eso queremos caminar juntos, valorando lo que nos une, derribando los muros del prejuicio y la desconfianza, favoreciendo el conocimiento y la estima mutua, para dar a todos un fuerte mensaje de esperanza y una invitación a convertirse en ‘artífices de la paz’ (cf. Mt 5,9)”.




Caminar juntos y poder encontrarnos todos 
Finalmente, el Papa León invitó a hacer de estos valores nuestros propósitos para el tiempo de Adviento y, más aún, para nuestra vida, tanto personal como comunitaria. “Que nuestros pasos se muevan como sobre un puente que une la tierra con el cielo y que el Señor ha tendido para nosotros. Mantengamos siempre la mirada fija en sus orillas, para amar con todo el corazón a Dios y a los hermanos, para caminar juntos y poder encontrarnos todos, algún día, en la casa del Padre”.



https://www.aciprensa.com/noticias/119697/viaje-del-papa-leon-xiv-a-turquia-y-libano

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