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sábado, 17 de febrero de 2024

ORACIONES DE LA MAÑANA. MIERCOLES DE CENIZA, DOMINGO 1º Y 2º

II DOMINGO DE CUARESMA



SUBIRÉ CONTIGO, SEÑOR (2º CUARESMA) Quiero, hoy más que nunca, gustar y saber, vivir y contemplar lo qué es un momento de gloria divina, un resplandor del cielo. Y, porque vivo en el barro y sin mirar a lo alto, quiero subir contigo, Señor y comprender que no existe auténtica entrega si, de antemano, no es fecundada con el sacrificio.

 Quiero, hoy y siempre, ascender contigo a ese lugar que el mundo me evita y hasta me oculta: el monte del sufrimiento la cumbre del esfuerzo personal la altura de miras cuando, al seguirte, se convierte lo grande en pequeño y, lo pequeño, como un anticipo de la gloria que me espera. ¿Me ayudarás, Señor?

 Ni mi hombro está preparado para llevar el grueso madero de una cruz ni, mis oídos, se encuentran dispuestos a escuchar más golpes de martillo sobre clavos. ¿Me ayudarás, Señor? 

Mira que, mis pies acostumbrados a lo bueno prefieren ir por caminos de comodidad por sendas que se alejen de las dificultades por atajos que eviten el sudor o el llanto. 

SUBIRÉ CONTIGO, SEÑOR Al Tabor de mis días. A ese lugar en el que con tu Palabra me abres horizontes de perdón y de vida A esa montaña en la que Dios me hace sentirme querido, tocado, amado, agraciado y premiado con su presencia. 

SUBIRE CONTIGO, SEÑOR Haz que tu resplandor inunde mi vida con una nueva luz Haz que tu presencia me haga fuerte en la tribulación Haz que al adorarte, siempre y en todo momento, sea causa de fortaleza para avanzar hacia la Patria Eterna. No hay triunfo sin esfuerzo no existe la gloria sin contradicción no es posible una luz sin cruz Amén.
L
Estar un rato contigo y beber el agua limpia y fresca de tu evangelio para  poder vivir, actuar y  dar testimonio de mi fe. Aquí, en las mismas fuentes de tu amor, yo me lleno cada día. Y descubro que después me fluye el amar a los demás, el perdonar, el servir.  Gracias, Señor, por tu generosidad .
M
Señor, enséñame a vivir tu humildad y tu alegría para ser cada día más como Tú. Intento ser persona de palabras y obras.

X
Señor, aumenta mi fe para que pueda ser fiel y perseverante en todo lo que me exija tu voluntad aunque sea muy costoso. Haz que mi amor por ti y por mi prójimo sea ardiente para que pueda cumplir mis deberes en una entrega sin límites a los demás.
J
Soy rico  Señor cuando estoy cerca de Ti y más poobre y desgraciado cuando me alejo de tu gran tesoro....Palabra y Eucaristía
Que descubra mi pobreza siendo rico y que descubra mi  riqueza estando cerca de Ti Señor.
V
La muerte de Jesucristo, promovida poor las autoridades religiosas , nos muestra que matar en mombre de Dios es la mayor blasfemia, porque en cada hombre asesinado esta muriendo el mismo Dios
S
No quiero pensar mucho sino ponerme delante de mi Padre Dios y dejarme abrazar por Él. 
Yo, mirando mis pecados, revolviendo mi vida, culpabilizándome, no consigo la paz. Quiero estar junto a Ti como el hijo que se fue de casa y siente necesidad del pan de tu ternura, del aceite de tu bondad, del vino de tu alegría.
 En la medida que vuelvo a Ti, que eres amor, vuelvo a la vida, vuelvo a ser aquel que era cuando vivía en tu casa antes de marchar. Quiero experimentar el gozo de sentirme perdonado por Ti.



 1 DOMINGO DE CUARESMA


QUISIERA CONVERTIRME, SEÑOR (1º cuaresma)


 De la tibieza de mi vida: digo creer en Ti no siempre vivo en Ti y contigo Hablo y frecuentemente son palabras sin sentido no vienen desde Ti y, muchas veces, no son para Ti. 

QUISIERA CONVERTIRME, SEÑOR De mis falsas seguridades: espero en Ti pero me fío de mis propias fuerzas no siempre te sirvo en lo que hago y, algunas veces, soy yo el que me busco en todo ello. 

QUISIERA CONVERTIRME, SEÑOR De mi mis soledades y angustias por haberme alejado del costado de tu compañía Porque, uno de mis pecados, es mi deseo de ser libre Libre sin más barreras que mi propia libertad Libre sin más condicionantes que mi propia moral Libre sin más dignidad que todo lo que considero bueno para mí

 QUISIERA CONVERTIRME, SEÑOR De mi incomunicación con todo lo divino Mi oración, rápida, rutinaria y distraída Mi caridad, oportunista, vanidosa y selectiva Mi vida, fácil, consumista y sin brújula cristiana Mis caminos, tortuosos y estériles, placenteros y a la carta

 QUISIERA CONVERTIRME, SEÑOR Desde mi corazón, para que Tú, lo hagas tuyo Desde mi alma, para que en ella, tu tengas la mejor parte Desde mis entrañas, para que por ellas, salga a la luz que sólo Tú, y solo Tú, eres quien reina en mi vida 

QUISIERA CONVERTIRME, SEÑOR Ayúdame, Señor, a buscarte en el silencio Ayúdame, Señor, a descubrirte en el necesitado Ayúdame, Señor, a contemplarte en las maravillas del mundo Ayúdame, Señor, a no perderme en las excusas de cada día en los senderos fáciles y de bajo precio. Sólo Tú, Señor, tienes palabras de Vida Eterna Sólo Tú, Señor, eres capaz de darme fuerzas para vencer y salir victorioso de la tentación de cada jornada Amén

L

Al atardecer de la vida te examinarán del amor.

El Señor quiere que si le amamos a El amemos también a nuestros hermanos. Hoy su Evangelio nos enseña que si nuestra fe es verdadera entonces se transforma en caridad y El reinará en nuestros corazones si de verdad amamos a nuestros hermanos. 

M

Mirarte frente a frente. abrir los brazos para quien los necesite. Abrir los labios proclamar la grandeza de Dios.

Tus Palabra Señor son esperanza  y vida.

X

Hoy también Cristo es una señal para nosotros: tenemos su palabra en la Escritura, una palabra que tiene tanto poder ahora como hace dos mil años, ya que está vivificada por el eterno Espíritu de Dios: “Porque la Palabra de Dios tiene vida y poder. Es más aguda que cualquier espada de dos filos, y penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu;

J

En esta fiesta de hoy, agradezcamos la fe recibida y sintámonos Iglesia, unidos a tantos hombres y mujeres que han vivido y siguen viviendo la aventura de la fe.

V

S

Señor, hoy te necesito más que nunca. Lo que me dices en el evangelio de hoy es para mí “un duro hueso de roer”. Me pides no sólo que perdone a mis enemigos, sino que los ame y rece por ellos. Yo sé que, por mis propias fuerzas, no puedo cumplirlo. Te pido que me ayudes, que me des tu gracia, que me eches no una mano sino las dos. Sé que sin Ti no puedo hacer nada.


MIERCOLES DE CENIZA



PORQUE TE NECESITO 

Me convocas a este tiempo de gracia y de búsqueda de prueba y de discernimiento, de austeridad y de conversión ¡Gracias, oh Cristo! Porque, ante tu Pasión, me convidas a no ser indiferente a vivir, tus grandes horas, desde mi pequeñez humana 

Me llamas, oh Señor, porque quieres librarme de tantos eslabones que, en apariencia parecen ser hilos, y no me dejan vivir mirándote frente a frente Hilos que son cadenas que me esclavizan y endurecen mis entrañas y me hacen sentirme poderoso y casi dios cuando, bien sé, que soy tierra, polvo….nada PORQUE TE NECESITO 

No dejes que, la barca de mi existencia, vaya perdida que seas Tú, Cristo sufriente, quien me levante en mis caídas que seas Tú, Cristo con la cruz, quien me ayude a llevar la mía que seas Tú, Cristo Redentor, quien me abra los ojos ante tanto misterio que aguarda. 

PORQUE TE NECESITO, SEÑOR Inclino mi cabeza y digo que…sólo Tú eres grande Abro mi corazón y confieso que…necesito cambiar Pienso en mi interior y pido….que vengas a redimirme Escucho tu Palabra y creo que sólo ellas son únicas y verdaderas Quiero subir contigo, Jesús, al Monte Santo Y si faltan cirineos, intentar con tu cruz ayudarte Y si una cruz queda vacía, desde ella, poder yo gritarte: ¡Acuérdate de mí, cuando estés en tu Reino!

X

Esroy hecho para buscar la gloria de Dios. Señor quiero acompañarte en esta Cuaresma en tu caminar hacia Jerusalen para celebrar contigo tu Pascua demostrandote mi amor hacia Ti, mii amor a los  demás y el amor a mi  misma.

J

Entre las condiciones de seguimiento, hoy, nos pone delante la necesidad de negarse a sí mismo y mi corazón libre de las cosas del mundo. Quiero caminar por tu mismo camino.... Lcruz mi baston, el amor mi meta y la abnegacion el signo de mi entrega total a ti y a los demás. 

 Para imitar a Jesucristo el corazón debe estar desprendido de todas las cosas, pero sobre todo de uno mismo.

V

Concederme Señor, comprender la visión de las cosas que estoy viviendo.

No soy más que nadie y todo lo que hago es pura gracia tuya. 

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