SAN MARTÍN DEL CAMINO
Antes de abandonar el pueblo, es obligatorio una visita a la iglesia, muy vinculada al caaamino.
La iglesia parroquial de esta pequeña localidad leonesa de 500 habitantes está dedicada, tal y como señala Millón Bravo, al Obispo de Tours,
patrón de los peregrinos, y en su altar coinciden las estatuas de otros protectores de la Ruta Jacobea: San Miguel, San Roque y San Antonio Abad.
Cultivos de maíz y pequeñas extensiones de vegetales inundan los campos a nuestra derecha, regados gracias a una buena red de canales y acequias.
A los tres kilómetros pasamos de largo el desvío a Santa Marina del Rey y Villavante (Km 3). Más adelante el Camino se encuentra con el canal de la presa Cerrajera,
un cauce de riego del Órbigo que parte de éste río en Villanueva de Carrizo para confluir de nuevo en Cebrones del río.
Un par de kilómetros después nos alejamos de la N-120 por la derecha y pasamos junto a un bonito depósito de agua en ladrillo.
Pronto cruzamos la carretera provincial en Puente de Órbigo (Km 6,9) junto a la iglesia de Santa María, cuya espadaña suele soportar más de un nido de cigüeña.
PUENTE DE ÓRBIGO
De inmediato se interpone ante nosotros el río Órbigo,, que fluye bajo el prolongado puente del Passo Honroso, donde Suero de Quiñones retó en 1434 a todo caballero que pretendiera cruzarlo.
Unos siglos después, en primavera de 2012, se inauguró su sistema de iluminación LED que se puede ver a última hora del día. Una tecnología que inunda de color la piedra y que no dejará indiferente a nadie.
Cruzamos el Passo, sin temor a caballos desbocados ni a lanzas perdidas, para acceder a Hospital de Órbigo, donde nos recibe la iglesia de San Juan Bautista, del siglo XVIII.
Recibe el nombre de uno de los más conocidos y recordados puentes empedrados del Camino de Santiago en España. De origen romano, ha sufrido numerosas restauraciones.
HOSPITAL DE ÓRBITO
Unida prácticamente a Puente de Órbigo, esta localidad leonesa recibe su nombre del establecimiento hospitalario para atender a peregrinos que en su día edificaron en este lugar los Caballeros Hospitalarios de San Juan.
Los restos del hospital en el pueblo y la iglesia de San Juan evocan este hecho.
Desde el centro de Hospital de Órbigo progresamos por la misma calle principal hasta la salida, donde una señal clavada en un poste muestra las dos posibilidades para acometer el resto de la etapa (Km 8).
De frente continúa la traza histórica por un andadero paralelo a la N-120; a la derecha, opción muy valorada por los peregrinos, el Camino se encamina hacia Villares de Órbigo y Santibáñez de Valdeiglesias por un paisaje agrario y de monte bajo.
Ambas opciones se juntan en el crucero de Santo Toribio.
Cuestión de gustos. Nosotros relatamos la segunda opción. Giramos a la derecha por una pista rodeada de un paisaje sumamente agrícola. Infinidad de acequias bañan los cultivos de hortalizas, que son degustadas en todo León e incluso en provincias limítrofes.
Así llegamos hasta Villares de Órbigo.
VILLARES DE ÓRBIGO
Como en tantas otras localidades del Camino, se venera la imagen de Santiago Apóstol,
a quien se rinde culto en la iglesia parroquial.
El retablo del templo local rinde culto a Santiago en su clásica versión de matamoros. La talla, realizada en madera de nogal en el año 1630, muestra al santo a caballo y con la concha de peregrino en el sombrero.
A la derecha del altar se halla la imagen de San Roque con las veneras y a su izquierda San José con el Niño.
A las afueras de Villares de Órbigo cruzamos una carretera local y tomamos un camino junto a una nave de ladrillo visto.
Pasamos junto a un merendero y subimos ligeramente por monte bajo.
Si miramos hacia la izquierda nos encontramos con un plano general de la fértil vega del río Órbigo, con sus choperas, canales y cultivos.
Recreados en esta vista llegamos hasta una carretera local (Km 11,5) que conduce hasta la cercana población de Santibáñez de Valdeiglesias.
SANTIBAÑEZ DE VALDEIGLESIAS
Entramos por la calle Camino de Villares, continuamos por la calle Real
y torcemos a la derecha por Carromonte Bajo, donde se encuentra el albergue parroquial.
En la iglesia de la Trinidad hay tallas de San Roque Peregrino y Santiago Matamoros.
Termina la calle y salimos de Santibáñez por una pista ancha, bastante pedregosa también, junto a unas naves ganaderas.
Por ella, entre pequeñas parcelas de vid que salpican el resto de cultivos, ganamos treinta metros de altura hasta llegar a una cruz labrada escoltada por una serie de figuras, entre ellas un espantapájaros (Km 13,8).
Bajamos durante unos setecientos metros, dejando a la izquierda un pequeño barranco creado por la erosión, y luego ascendemos por una zona más refugiada entre quejigos y chaparros. Después vienen varios toboganes por la incómoda pista pedregosa: a una rápida bajada le sucede una corta subida y otra bajada, algo más larga, es respondida por una subida de las mismas características que termina por dejarnos las piernas doloridas.
Llegamos así a un altiplano y dejamos a mano derecha una nave. Es la Casa de los Dioses, regentada por David Vidal situada en el lugar conocido como Majada de Ventura (Km 17,5).
Pronto cruzamos una carretera y una larga recta nos lleva hasta el crucero de Santo Toribio, donde unas mesas invitan a un tentempié en este excelente mirador sobre San Justo de la Vega,
la ciudad de Astorga y el monte Teleno, que con sus 2.188 metros es la cumbre más alta de los montes de León.
El crucero de Santo Toribio, obispo de Astorga, nos anuncia que estamos cerca de San Justo de la Vega.
En este mismo lugar, en el siglo V, el obispo de Astorga, tras ser expulsado de su sede, profirió: "De Astorga, ni el polvo" (Km 19,1).
Descendemos del crucero para entrar a San Justo de la Vega,
SAN JUSTO DE LA VEGA
Otras señas identificativas del Camino son la talla de San Roque que, según Millón Bravo, se conservó en la iglesia de los Santos Justos y Pastor hasta 1965, y un hospital de Peregrinos que, parece, existió en la localidad.
A las afueras salvamos el río Tuerto por una pasarela metálica paralela al puente de piedra.Unos metros más adelante dejamos el paseo y tomamos una pista que avanza junto a una nave.
La pista desemboca en el río Jerga, que lo sorteamos por un pequeño puente.
Giramos a la izquierda y nos acercamos hasta la pasarela metálica que salva las vías de la línea Palencia - La Coruña (Km 23).
El puente es un mareante laberinto de rectas y alturas.
Pasamos la desmantelada vía Plasencia - Astorga y tras la rotonda decorada con el nombre romano de Astorga: Asturica Augusta,
subimos hasta la calle Perpetua Socorro, donde giramos a la izquierda.
Y llegamos a la plaza de San Francisco, donde encontramos
Ruinas de Austurica Augusta
el conjunto formado por la capilla de la Vera Cruz y la iglesia de los Padres Redentoristas.
Pertenece al primitivo convento de San Francisco, que a finales del XIX se convirtió en el de los Redentoristas.
La iglesia franciscana se convirtió en lugar de enterramiento de las familias nobles astorganas del renacimiento, como los Osorio, Tineo, Reguera, Álvarez de Cepeda, Herrera, Junco o Bazán, éstos últimos, fundadores de la capilla de Santa María.
Pasamos la desmantelada vía Plasencia - Astorga y tras la rotonda decorada con el nombre romano de Astorga: Asturica Augusta,
subimos hasta la calle Perpetua Socorro, donde giramos a la izquierda.
Y llegamos a la plaza de San Francisco, donde encontramos
Ruinas de Austurica Augusta
el conjunto formado por la capilla de la Vera Cruz y la iglesia de los Padres Redentoristas.
Pertenece al primitivo convento de San Francisco, que a finales del XIX se convirtió en el de los Redentoristas.
La iglesia franciscana se convirtió en lugar de enterramiento de las familias nobles astorganas del renacimiento, como los Osorio, Tineo, Reguera, Álvarez de Cepeda, Herrera, Junco o Bazán, éstos últimos, fundadores de la capilla de Santa María.
Gracias a ello, fuertes donaciones propiciaron el crecimiento del monasterio, que fundó estudios de Artes y Teología, y amplió dependencias hacia la cercana iglesia de San Bartolomé.
Ya en el XIX fue prácticamente destruido por los franceses, reconstruído por los franciscanos y exclaustrado por la Desamortización.
El templo es de una sola nave con bóvedas de crucería sencilla, sin crucero y presbiterio separado del resto por un arco apuntado de piedra, en contraste con el enlucido del resto, apoyado en llamativos capiteles de piedra, probablemente rescatados de la antigua iglesia medieval.
A la derecha del presbiterio se da paso a la capilla de Santa María, la parte más antigua, resto de la vieja iglesia del XIII, con la piedra aún visible y bóveda de media naranja.
y elalbergue de peregrinos Siervas de María y descansar
Fotos de internet
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