Se cubre con bóveda de crucería simple, octopartita; se ilumina con dos alargadas ventanas ojivales, sin mainel ni tracería; está influenciada en su arquitectura por el tardorrománico cisterciense, recordando a la de las capillas absidales del templo del monasterio de Santa María la Real de Las Huelgas, y contiene el sepulcro gótico del fundador y un pequeño retablo románico, del siglo xiii, que fue traído, en la década de los veinte del siglo xx, del expriorato benedictino de Santa María de Mave (Palencia).
Este retablo, tallado en madera y policromado, está formado por dos piezas; la inferior, que se cree realizada entre los años 1235 y 1260, es rectangular y que pudo servir de frontal, presentando un recuadro central que contiene un mandorla a la que estuvo adosado un Pantocrátor, hoy desaparecido, y que está rodeada del Tetramorfos, del que falta el león de San Marcos, y dos recuadros laterales en los que, bajo dos series superpuestas de seis arquerías, tres a cada lado, hay un Apostolado, del que faltan cuatro de los Apóstoles y en el que solamente son identificables San Pedro y San Juan; sobre cada serie de arcos hay decoración de castilletes y, en el marco, decoración de rosetas y una bordura de cordón que, teniendo en cuenta además otras diferencias observables entre las dos piezas del retablo, hace suponer que ambas eran independientes.
La pieza superior, que se supone realizada entre los años 1280 y 1300, tiene forma pentagonal y está organizada en tres cuerpos, divididos en dos calles los dos inferiores por un arco trilobulado que sirvió de marco a la imagen románica de la Virgen que aún se conserva en el templo de Santa María de Mave; en las dos calles del cuerpo inferior, cobijadas en arcos trilobulados, tres en cada calle, se hallaban, a la izquierda, las figuras de los tres Reyes Magos, de las que solamente se conserva una arrodillada y, a la derecha, las de San José, el ángel de la Anunciación y la Virgen, de las que solamente se conserva la del ángel; en el cuerpo intermedio, también bajo arcos trilobulados pero en espacios apaisados, aparecían las escenas de la Visitación, el Nacimiento, la Huida a Egipto y otra no identificable, de las que solamente se conserva la escena del Nacimiento, con la Virgen en la cama y el Niño sobre ella, tal como aparece tallada en algunos capiteles tardorrománicos, como en el conocido capitel de San Juan de Ortega; el cuerpo superior lo constituyen tres enmarcaciones vacías, triangulares las dos laterales y pentagonal la central. Ambas piezas solamente conservan algún resto de su policromía.
Escalera Dorada 13
Al fondo de la nave del crucero se puede ver la singular escalera dorada que pone en comunicación a la catedral con la actual calle de Fernán González a través de la puerta de Coronería.
Al realizar la nueva catedral gótica, que visitas, fue necesaria una gran explanación del terreno para ganar espacio, cortando la falda del castillo donde se edifica la catedral, lo que produjo un desnivel de ocho metros que son salvados con una escalera.
La anterior debía hallarse en mal estado, por lo que el Obispo D. Juan Rodríguez de Fonseca decide construir una nueva.
Encargó en 1519 la obra al genial arquitecto burgalés, recién venido de Italia, Diego de Siloe, quien la terminó en 1523.
Hizo la barandilla de hierro forjado el rejero francés Maestro Hilario.
Está inspirada en modelos del renacimiento italiano de Bramante y de Miguel Angel, tanto en la arquitectura, como en la decoración: grutescos, bichas, temas vegetales y zoomorfos.
Sus diecinueve escalones comienzan con cuatro peldaños curvos que conducen a una pequeña meseta de la que arranca el primer tramo recto de escalera de otros nueve, cuyos pasamanos se adornan con grifos y jarrones.
Tras un rellano, al que se abre un arco central, se bifurca en dos brazos divergentes que llegan a sus respectivos rellanos, apoyado todo en dos arcos bajos laterales.
Desde aquí otros dos tramos ascienden para unirse en una plataforma común, frente a la puerta, que hoy se halla cerrada, y que se agranda con una ménsula volada con su antepecho adornado con los medallones de San Pedro y San Pablo, simulando un grandioso púlpito.
Obra de 1524 del maestro francés Hilario.
La barandilla se dorna en los tramos divergentes con fantásticas flores, y cabezas de ángeles y por medio de bichas erguidas que sostienen medallones con cabezas humanas en los convergentes.
En los antepechos de los rellanos se embellece con los escudos del Cabildo a la izquierda y del Obispo Rodríguez de Fonseca a la derecha.
Justamente enfrente tenemos la entrada del Sarmental con su bello rosetón
y mirando hacia el techo