Desde el claustro se puede admirar la torre y el cimborrio.
Una de las construcciones más brillantes del monasterio es
el Cimborrio.
Construido sobre la intersección de la nave Mayor con el crucero de la Iglesia presenta ocho ventanales de arco ojival, uno sobre cada una de las caras del prisma de base octogonal.
El inicio de su construcción se remonta al abad Pons de Copons, sobre 1330, siendo concebida inicialmente como campanario y utilizándose con esta función hasta 1668 cuando las campanas fueron trasladadas a la torre situada a mediodía del Cimborrio.
Alrededor del claustro podemos ver:
Cocina
Obra del siglo XIII, es de sillería, espaciosa, cubierta con crucería en su parte central.
En la parte superior de la bóveda una abertura permitía la salida de humos y ventilación de la sala. Enormes fogones de piedra fueron construidos al servicio de las calderas.
Unas pequeñas aberturas abiertas en los muros permitían el paso de alimentos a los dos refectorios contiguos, el de monjes y el de conversos.
Este espacio fue remodelado en el siglo XIX por lo que su distribución actual no es la original.
Refectorio o comedor de los monjes
Es una gran sala, terminada en el siglo XIII, de bóveda ligeramente apuntada que apoya en tres arcos fajones que apoyan en ménsulas sencillas
La sala es de planta rectangular, mide 33,50 metros x 8,25 metros. En el muro de la derecha, cerca del testero frontal, está el púlpito para el monje lector; en el centro de la sala destaca una fuente octogonal
y al fondo la mesa del abad.
La luz penetra a través de doce grandes ventanales de arcos apuntados situados sobre los bancos corridos de madera en los que se sientan los monjes ante las mesas.
El refectorio lo tienen los monjes en uso mientras que la cocina (restaurada y amueblada) es un lugar que se visita y que sirve como ejemplo para conocer y aprender cómo eran estas piezas cistercienses. En el patio y frente al refectorio puede verse el templete del lavabo, cuya arquitectura es ya del siglo XIV, utilizando unos arcos bellos y proporcionados.
Tras los avatares y desdichas sufridas por el monasterio durante el siglo XIX y primeros años del XX, el claustro, debidamente restaurado, pone de manifiesto sus arquerías sencillas y bien proporcionadas de finales del siglo XII y principios del XIII.
Calefactorio
Se encuentra en la sala contigua al refectorio, y como su nombre indica, en él se calentaban los monjes en los crudos días de invierno.
Es una construcción del siglo XIII, cubierta con bóveda de cañón apuntada. Es austera en todo su conjunto y detalles. Esta sala hacía también las veces de barbería de los monjes.
Era la única sala del monasterio que contaba con chimenea.
Locutorio de los monjes
Sala rectangular y estrecha construida en el siglo XIII con bóveda de cañón apuntada que apea en una imposta corrida en el muro.
En este lugar el abad repartía el trabajo diario de los monjes y los monjes podían hablar de los temas relacionados con los trabajos diarios.
Biblioteca
Se trata de una gran sala rectangular formada en realidad por dos salas anexas. El acceso a la biblioteca se realiza a través del locutorio.
La biblioteca en el siglo XIII estaba destinada a "scriptorium", siendo transformada por el abad Pere Virgili (abad entre 1688 y1692) en biblioteca.
El estilo es ojival, con gruesos nervios de sección rectangular que descansan en ménsulas en los muros y en columnas centrales exentas.
Se trata de un gran espacio rectangular que se divide en dos amplias naves separadas por columnas centrales que culminan en forma de palmeras, gracias a sus nervios de ojiva hacia las austeras bóvedas.
Los sencillos capiteles de esta sala tienen forma poliédrica.
Esta sala era conocida como Biblioteca de don Pedro Antonio de Aragón, duque de Segorbe y Cardona († 1690), y guardaba en magníficos armarios, la colección de 4.322 volúmenes, regalo del duque, cuyos ejemplares solo se conservan unos pocos, los demás han desaparecido o se encuentran diseminados entre varias bibliotecas.
Se distinguían por su encuadernación uniforme, de cordobán rojo, con el escudo y el nombre del magnate grabados en oro y cantos igualmente dorados. Fue en este momento cuando el abad Virgili trasladó la biblioteca a este lugar.
Cabe destacar que en este monasterio, el abad Copons mandó hacer en 1343 una copia de la "Crónìca de Jaume I o Llibre dels feits", la más antigua redactada en romance.
El amanuense encargado de la copia fue Celestí des Torrents y actualmente se encuentra en la Biblioteca de la Universidad de Barcelona.
También el rey Pedro el Ceremonioso, donó poco antes de morir su biblioteca histórica al monasterio.
A su muerte acaecida en 1387, a causa de la malaria, el monarca legó al monasterio su mayor tesoro, sus libros.
En carta enviada desde Valencia, el 20 de agosto de 1382, recuerda al abad que, se tiene que picar la piedra de la bóveda de la biblioteca para seguridad de los libros y que la parte que da al claustro tiene que esculpirse un escudo con sus armas reales, acompañado de un rótulo que diga con letra clara "Aquesta es la llibreria del rey En Pere III", para distinguirlo de otros monarcas de su mismo nombre.
Y actualmente el que fuera presidente de la Generalitat de Catalunya, Josep Tarradellas, también hizo donación de su biblioteca al monasterio.
Sala capitular siglo XIII.
De disposición parecida a otros monasterios cistercienses, se entra a ella por una puerta románica de arcos y columnas en gradación, con unos bellísimos capiteles en perfecto estado de conservación, en los que predominan elementos florales.
Desde las ventanas existentes a los lados de la puerta los hermanos conversos podían escuchar el sermón del abad y la lectura del capitulo de la Regla de San Benito.
Forma un cuadrado de 15 metros de lado, y fue construida entre 1243 y 1250, dividida en nueve compartimentos por cuatro esbeltas columnas octogonales rematadas por decorados capiteles con motivos vegetales, los cuales arrancan en palmera los nervios de las bóvedas de fina crucería.
Alrededor de la sala se dispone una gradería de asientos.
En la parte frontal, varias columnas se rematan en arquivoltas que rodean los tres grandes ventanales, cada uno dividido en dos por una columna que se abre en un rosetón calado.
Por estos ventanales penetra una luminosidad de suaves matices.
Adornan el pavimento de la misma, grandes laudas sepulcrales, con figuras talladas de los antiguos abades perpetuos.
Son los siguientes: don Juan Tarrós muerto en 1602, don Francisco Oliver de Botaller muerto en 1598, don Domingo Porta muerto en 1526, don Pedro Alferich muerto en 1311, don Fernando de Lerín muerto en 1545, don Ponce de Copons muerto en 1348, don Juan Payo Coello muerto en 1498, don Guillermo de Agulló muerto en 1393, don Bartolomé Conill muerto en 1458, don Pedro Boqués muerto en 1564, don Simón Trilla fallecido en 1623 y que fue el último abad perpetuo.
Ante la puerta del capitulo y en el pavimento, una losa sin adorno alguno cubre los restos del abad Vicente Ferrer muerto en 1411, tío de San Vicente Ferrer.
En las cercanías una sala conocida como el "Armarium" era la habitación donde los monjes guardaban los libros utilizados en las lecturas del refectorio y también los usados en el capitulo.
PISO SUPERIOR
Dormitorio de los monjes
En el brazo de crucero de la nave del Evangelio, una escalera conduce al dormitorio situado en el piso superior.
Ocupa más o menos el espacio donde se encuentra la biblioteca y la sala capitular, se trata de una nave grandiosa que mide 87 metros de longitud y 10 de anchura.
Es obra que parece ser de finales del siglo XIII y declaradamente gótica.
Diecinueve grandes arcos de diafragma, partiendo de labradas ménsulas, sostienen la techumbre del tejado de madera.
Una doble hilera de ventanales iluminan la espaciosa estancia. En la parte de poniente existe una puerta que comunica con el claustro superior, edificado en tiempo de los Reyes Católicos,
hoy casi del todo desaparecido.
La sala está dividida en dos espacios, ya que esta se sigue utilizando como dormitorio por los monjes y solo una parte de ellas es visitable.
Palacio del rey Martín
Lo mandó edificar el rey de Aragón Martín I el Humano (1395-1410) en 1397.
La obra corrió a cargo del maestro Arnau Bargués († Barcelona 1413), arquitecto y constructor del Ayuntamiento de Barcelona, cuya estructura y trazado se asemejan a este palacio.
Sus grandes y afiligranados ventanales
(fachadas oriental y occidental), de arte incomparable, fueron traídos de Gerona, y los canteros de Montblanc, que labraban la iglesia de Santa María, realizaron las puertas y las cornisas.
En 1410 el rey Martín fallecía y las obras del palacio que se habían detenido en 1406 quedó inacabado.
Nunca lo pudo habitar.
Tras cruzar la Puerta Real, a nuestra derecha encontramos las dependencias palaciegas.
Sus Salas de Corte, de las Damas o el dormitorio, la Capilla Real, el recibidor etc., conservan las piezas más valiosas de lo que constituye el actual Museo del Real Monasterio de Poblet,
desde 1978: tallas románicas y góticas, cerámica medieval, tablas valiosísimas, lienzos de diversas épocas, mobiliario, orfebrería, un tríptico del siglo XV, escudos medievales en madera y pergamino, estelas funerarias, capiteles, gárgolas, banderas, el escudo matrimonial del rey Martín etc.
Al Museo se accede por una escalera que desemboca en una portada gótica.
Sala del abad Copons
Para pasar del sobreclaustro al dormitorio de los monjes jubilados, se atraviesa una dependencia gótica, edificada durante el abadiato de Ponce Copons (1316-1348).
Esta sala elegante y austera, fue restaurada en el año 1960.
Traspasada esta sala, una escalera exterior con pasamanos de hierro forjado en forma de dragón, obra de Ramón Martí (1982) nos lleva directamente al piso inferior.
Bodega
El primitivo refectorio de hermanos conversos, edificado en el siglo XIII, quedó desde los tiempos del abad Guimerá (siglo XVI) transformado en bodega para elaboración del vino.
Impresiona su grandiosidad y austera sencillez.
Queda dividida en dos crujías por cuatro pilares de los que parten robustos y elegantes, los nervios que constituyen la crucería de la bóveda.
Todavía se puede ver en distintos tramos, el canalón que servía para llevar el mosto de la uva hasta los toneles o cubas donde se elaboraba el vino.
Sala de lagares siglo XIV
Una sala a nuestra derecha abierta en el vestíbulo del abad Copons, nos lleva a la conocida como
Sala de Lagares
mientras que la sala situada en el flanco izquierdo se corresponde con la bodega. Se trata de una sala rectangular cubierta con bóveda de crucería con el escudo del abad Ponce de Copons (abad entre 1316 y 1348) que fue el promotor de la construcción.