La Basílica de Santa Cecilia en Trastevere es una iglesia romana del siglo V, localizada en la rione de Trastevere, Italia, y dedicada a Santa Cecilia.
La primera iglesia de Santa Cecilia fue probablemente fundada en el siglo V, por el papa Urbano I, y dedicada a la mártir romana Cecilia.
Era una patricia romana cristiana de las primeras décadas del siglo III, en casa de su marido, Valeriano, al que convirtió, bautizado por el propio papa Urbano I, junto a su hermano, Tiburcio, aceptando un matrimonio en castidad. Pero cuando los dos hermanos junto a otro convertido, Máximo, empezaron a realizar buenas obras y a sepultar a los mártires cristianos, un acto prohibido en la época, fueron juzgados y martirizados, y cuando Cecilia también optó por sepultarlos, sufrió el mismo castigo, arrestada y condenada a morir asfixiada en los vapores del caldarium de su casa, martirio al que sobrevivió, por lo que finalmente intentaron decapitarla. Pero como ni tres golpes de espada lograron desprender su cabeza, la Passio afirma que la santa estuvo agonizando durante tres días, recibiendo finalmente sepultura en las catacumbas de san Calixto o de Pretextato, según las fuentes. Las alabanzas que, según una errónea traducción de su Passio, entonó durante su martirio, la convirtieron, a partir del siglo XV, en la patrona de los músicos.
La tradición sostiene que la iglesia fue construida sobre la casa de la santa. Durante unas excavaciones realizadas en la Capilla de las Reliquias se encontró el baptisterio de esta iglesia, así como los restos de una casa imperial romana.
En el sínodo del año 499 del papa Símaco, se nombra la iglesia con el Titulus Ceciliae.
El 22 de noviembre del 545, el papa Vigilio celebraba su santo en la iglesia, cuando un emisario de la emperatriz Teodora llamado Antemi Scribone llegó a apresarlo.
El papa Pascual I reconstruyó la iglesia en el año 822, y trajo las reliquias de Santa Cecilia desde las Catacumbas de San Calixto.
Mas restauraciones se realizaron durante el siglo XVIII.
El cardenal presbítero del Titulus S. C a. C.iliae es Carlo María Martini. Entre otros titulares previos están el papa Esteban III, Thomas Wolsey y Giuseppe Maria Doria Pamphili.
INTERIOR DE LA BASÍLICA
La iglesia tiene una fachada construida el año 1725 por Ferdinando Fuga, la cual incluye un patio decorado con antiguos mosaicos, columnas y un cántaro.
También incluye el escudo de armas y la dedicatoria del cardenal titular que financió la construcción de la fachada, Francesco Acquaviva d'Aragona.
Es de planta rectangular de tres naves separadas por arcadas con columnas, cuerpo de ventanas abiertas en la nave central y ábside semicircular bajo el que se ubicó la cripta con las reliquias de santa Cecilia, aunque las abundantes modificaciones en los siglos sucesivos terminaron por configurar su aspecto actual, muy distinto del original.
El antiguo baptisterio fue reformado y se mantuvo en uso hasta el siglo XIII a pesar de encontrarse a más de dos metros por debajo de la superficie del nuevo templo, algo que indica que éste desempeñó desde su fundación funciones de iglesia parroquial, estatus que mantuvo hasta comienzos del siglo XIX.
Algunos autores defienden que Pascual I también recuperó el baño en el que la tradición decía, sin evidencia histórica alguna, que fue martirizada la santa y que lo abrió a los peregrinos.
El campanario se construye en el siglo XII y en el XIII se incorpora al monasterio, adosado a la nave del Evangelio de la basílica, un claustro, parte del cual todavía se conserva aunque no es visitable.
Entre los vestigios que permanecen del edificio del siglo XIII está un mosaico ubicado en el coro de los monjes que representa el juicio final (1289-1293), basado en los diseños de Pietro Cavallini,
En el presbiterio se ubica el ciborio (1293) de Arnolfo di Cambio.
El ciborio gótico está rodeado por cuatro columnas de mármol blanco y negro, decorados con estatuas de ángeles, santos, profetas y evangelistas.
El ábside tiene restos de mosaicos del siglo IX que representan a varios santos.
El cielo de la Cappella dei Ponziani está decorado con Dios Padre con los evangelistas (1470) de Antonio del Massaro (Il Pastura).
La Cappella delle Reliquie fue pintada por Luigi Vanvitelli, quien también decoró el retablo. La nave central está pintada con la Apoteosis de Santa Cecilia (1721) de Sebastiano Conca.
La iglesia también aloja dos retablos más: Santas Valeria y Cecilia y la Decapitación de Santa Cecilia (1603).
Entre los trabajos más notables está el altar de Santa Cecilia (1600) del escultor post-renacentista Stefano Maderno. Según se cuenta, esta escultura fue modelada sobre el cuerpo de la santa, cuando se abrió su tumba en 1595. La estatua evidencia la decapitación, lo que ayuda a la identificación de la santa. Además demuestra la supuesta incorruptibilidad de su cuerpo (atributo de los santos), el cual, milagrosamente, aún conserva sangre después de siglos. La estatua podría ser concebida como proto-barroca, ya que representa un momento o una persona no idealizada, sino que muestra una escena teatralizada, una representación naturalista de una muerte, o de un santo moribundo. Esto es un acierto, ya que precede en varias décadas a las esculturas similares del alto-barroco de Gian Lorenzo Bernini (por ejemplo, su Beata Ludovica Albertoni) y de Melchiorre Cafà (Santa Rosa de Lima).
http://viajarconelarte.blogspot.com.es/2015/06/la-basilica-de-santa-cecilia-in.html
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