CAMINO FRANCES POR GALICIA
El Camino en tierras del Apostol.
O Cebreiro, tan impresionante, como emblemático lugar, cuna de leyendas, misterios y milagros. O Cebreiro nos ofrece unas vistas espectaculares, debido a su privilegiada situación, fronteriza entre Castilla-León y Galicia, próximo a las Sierras de Os Ancares y O Courel.
Entramos, por fin, nos sumergimos en la tierra de Santiago, la de la niebla y el orballo; la de los castros celtas y de las minas ansiadas por los romanos; de infinidad de lomas, fragas de robles y soutos de castaños.
O Cebreiro es el primer pueblo gallego en el Camino de Santiago Francés, en la comarca de los Ancares Lucenses.
Cuentan los lugareños una leyenda sobre un habitante de Barxamaior, Juan Santín, que acudió un día de gran tormenta a misa, siendo el único que fue, y el monje del lugar, que se encontraba consagrando el pan y el vino, le dijo que por qué había acudido en un día así a misa, y de repente, el vino y el pan se convirtieron en sangre y carne de Jesucristo.
Busto en Honor a Don Elías Valiña Sampedro, párroco del Cebrero,(1929-1989), impulsor del actual Camino de Santiago, al se deben "las flechas amarillas" que señalan la Ruta Jacobea, que incluso podemos ver en tramos del resto de Europa.
Solo quedan 159 km, nueve días y la meta es alcanzada
La aldea con myor altitud del Camino en Galicia.
O CEDREIRO - TRIACASTELA
O CEBREIRO
Si la niebla no lo impide ocultando el valle, ver amanecer desde O Cebreiro, junto al templo de Santa María la Real, es un privilegio que nos brinda el Camino que no podemos rechazar.
La señalización oficial marca 151 kilómetros hasta Santiago, la nuestra 154,7.
Iniciamos la vigésimo quinta etapa por encima del albergue de peregrinos. Abrigados por la vegetación de la montaña, ascendemos desde los 1296 metros hasta los 1370 (el punto más elevado del Camino Francés en Galicia) en las inmediaciones del Teso da Cruz,un monte que hay detrás de la aldea con una inmensa cruz en su cima.
y el monte Area.
Desde ese punto bajamos al encuentro de una amplia pista forestal.
Conduce a la primera parroquia del día. En Galicia los municipios se denominan concellos, a los cuales pertenecen distintas parroquias que engloban a su vez a distintos lugares o aldeas.
Hacia el sur, a mano izquierda de la pista forestal, la vista se recrea en un sinfín de lomas tupidas de helechos, robles, castaños y pastizales que forman, entre otras, la sierra de O Courel.
La pista forestal desemboca al pie de la LU-633, donde se encuentra la parroquia de Santo Estevo de Liñares, con iglesia prerrománica de una sola nave
LIÑARES
forma parte del municipio de Piedrafita do Cebreiro y está situada al sur de O Cebreiro. Es una de las parroquias del municipio que agrupa a los cercanos pueblos de Brimbeira, Celeiró, Conterces y el propio Liñares.
Entre las casas de Liñares destaca la iglesia parroquial, prerrománica del siglo VIII, dedicada a San Esteban, que tiene una forma muy parecida a la de Santa María de O Cebreiro, en ella sobresale la torre de tres cuerpos con un enlosado tejado. La iglesia ha sufrido varias restauraciones y guarda en su interior un bonito retablo barroco.
El lugar fue dado por la Corona al antiguo monasterio de O Cebreiro para que los monjes cubrieran sus necesidades de paño. Aunque a día de hoy la parroquia forma parte del arciprestazgo de Triacastela.
Tras el templo cruzamos la LU-633, fiel acompañante durante la etapa de hoy, y tomamos una senda muy cercana a la carretera que nos arropa con sus hayas, acebos y demás catálogo de especies atlánticas.
El primer alto, el de San Roque, no tarda en llegar. Al otro lado de la LU-633, a 1270 metros y ante una amplia panorámica, se alza la plástica escultura de un peregrino medieval que avanza contra el viento.
Esa climatología dura la ha sabido plasmar perfectamente el autor del Monumento al Peregrino que se halla en las afueras del pueblo, en el alto de San Roque, casi a 1300 metros de altura sobre el nivel del mar. El peregrino avanza medio encorvado y con la cabeza inclinada, para protegerse de las inclemencias, mientras que en los pliegues de sus ropajes se advierte la fortaleza del viento.
La escultura del alto de San Roque es excelente y fue realizada por el escultor pontevedrés José María Acuña López (1903 1991)
La senda sigue el itinerario de la LU-633 y desciende ligeramente hasta los 1.205 metros. Posteriormente, un falso llano nos aproxima
hasta Hospital da Condesa el segundo núcleo habitado de la jornada. El mojón jacobeo marca los 145,5
HOSPITAL DE LA CONDESA
El nombre se refiere a una parte, que fue fundada en el hospital de peregrinos del siglo noveno, en la otra mano sobre el fundador, Doña Egilo, esposa del conde Gatón.
La iglesia parroquial de San Xoán es una construcción fornido aisled de fieldstone, como en Santo Estevo en las inmediaciones Liñares ser encontrado y otros pueblos de la zona.
En este pueblo tendremos, probablemente, uno de los primeros contactos con las "rubias gallegas", las vacas de color canela apreciadas por su carne.
Abandonamos este pueblo de vaqueros y continuamos por un surco arrimado al guardarrail de la LU-633.
Más adelante cogemos el desvío a Sabugos y Temple pero despedimos de inmediato el tramo asfaltado por un camino que nos acerca a Padornelo.
Es el reino de la piedra y las losas de pizarra.
PADORNELO
Padornelo hace gala de una fuerte tradición jacobea, aquí se instalaron caballeros de la Orden de San Juan de Jerusalén, cuya misión era atender y defender a los peregrinos.
Tiene poco más de una decena de construcciones de entre las que destaca su iglesia parroquial de San Juan
que reedificada en el siglo XV es lo que queda del priorato Sanjuanista.
Con una marcada arquitectura rural en su tejado enlosado descansa el campanario y en su interior alberga un sencillo retablo barroco de un solo cuerpo, que data del siglo XVII.
También se pueden ver lápidas sepulcrales.
A la salida de esta pequeña parroquia afrontamos una durísima aunque breve cuesta por la que alcanzamos el alto do Poio.
Un bar - albergue y un mesón reciben estratégicamente a los caminantes, ansiosos por estabilizar su ritmo cardiaco tras semejante acelerón.
ALTO DE POIO
Más de tres kilómetros de senda pegada a la LU-633 nos separan de la siguiente población. En todo este tramo prácticamente llaneamos porque tan sólo descendemos 45 metros de altitud.
Así llegamos a Fonfría, núcleo también de Pedrafita do Cebreiro, con bares y albergue. Si pasamos relativamente temprano y aún no han abierto los bares, es probable que alguna lugareña nos reciba con una suculenta torre de tortas de leche frita.
FONFRIA
Iglesia de San Joan
De una sola nave y con una sencilla espadaña en su frente, es la iglesia parroquial, situada sobre una suave colina en la parte alta del pueblo.
Atravesamos Fonfría y de nuevo, junto a la inseparable LU-633, regresamos a la senda que nos lleva por idéntico paisaje hasta O Biduedo, a 2,4 kilómetros de distancia
En todo este tramo descendemos exactamente cien metros
O BIDUEDO
Ermita de San Pedro
Tras O Biduedo, ya del Concello de Triacastela, el descenso comienza a hacerse patente.
Nos separan tan sólo 6,8 kilómetros del final de etapa y aún debemos bajar unos 530 metros de altitud.
En la bajada, el camino procura desprenderse de la LU-633 y atajar las vueltas y revueltas de la carretera.
Una curva pronunciada nos permite ver de frente el monte Oribio, de 1443 metros de altitud. A la derecha, en el fondo del valle, se encuentra Triacastela.
FILLOBAL
En esta aldea hay un albergue y un bar-restaurante, el Aira do Camiño, con un punto de acceso a internet y una pequeña tienda.
Tras Filloval cruzamos la carretera y seguimos descendiendo entre arbolado para volverla a cruzar un kilómetro más adelante, junto a un pequeño merendero.
Así entramos en Pasantes (Km 18,8), estirada aldea con capilla que atravesamos bajo el reclamo de la venta particular de frambuesas.
La jornada continúa hasta la aldea de Ramil (Km 20,1),
con castaño centenario al borde del camino, y casi pegada a Triacastela.
TRIASCASTELA
Triacastela es la primera villa del Camino Francés en Galicia.
Esta pequeña localidad, (no llega al millar de habitantes), se ve desbordada por la gran afluencia de peregrinos durante las épocas más potentes del año, en las que hay más romeros que vecinos.
El impacto de la Ruta Jacobea en Triacastela es enorme.
Un buen ejemplo reside en su iglesia. Este templo románico nació dedicado a Pedro y a Pablo, pero con el paso del tiempo, y visto el éxito de Santiago en la gente que transitaba por el pueblo, cambió de advocación para pasar a honrar al matamoros.
Los historiadores debaten si el nombre de Triacastela se debe a tres castillos (representados en la torre de la iglesia) o a tres castros, de los que se conservan restos arqueológicos.
Sí parecen llegar a un acuerdo en que el monarca Alfonso IX de León jugó un papel capìtal en el desarrollo de esta población al otorgarle un importante impulso a finales del siglo XII y principios del XIII. Incluso algunos cronistas se refieren a él como fundador.
El albergue público se encuentra en la misma entrada, en un descampado a mano izquierda.
Y termiado el recorrido toca descansar
Fots internet