Evangelio según san Juan (20,1.11-18)
El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
“ Mujer, ¿a quién buscas? ”
María de Magdala, cuya fiesta celebramos hoy, es una de las mujeres de las que atestigua el Evangelio que sirvieron y siguieron a Jesús durante su vida pública.
De ella sabemos que liberada de las fuerzas maligna del mal, fue fiel al Señor hasta los pies de la cruz y más allá...
Mientras lloraba ante el sepulcro vacío del Señor, oyó que el Resucitado la llamaba por su nombre y se convirtió en su primer testigo; y fue enviada por Él a anunciar a los hermanos la victoria Pascual de Cristo.
Con razón el papa Francisco ha elevado a categoría de fiesta la memoria de María Magdalena reconociéndola apóstol de los apóstoles. Así lo recoge el prefacio creado para la misa de su festividad: "ella lo había amado en vida, lo había visto morir en la cruz, lo buscaba yacente en el sepulcro, y fue la primera en adorarlo resucitado de entre los muertos; y Él la honró ante los apóstoles con el oficio del apostolado para que la Buena Noticia de la vida nueva llegase hasta los confines del mundo".
María Magdalena es, por lo tanto, prototipo para los que caminamos a la luz de la fe, de alma que busca a Cristo y no tiene otra cosa para ofrecer que las lágrimas del amor.
Qué buena razón la de aquel sacerdote, cuando predicaba así: "Jesús me ha perdonado toda la muchedumbre de mis pecados —¡cuánta generosidad!—, a pesar de mi ingratitud. Y, si a María Magdalena le fueron perdonados muchos pecados, porque amó mucho, a mí, que todavía me ha perdonado más, ¡qué gran deuda de amor me queda!"
UN DESEO
Que Jesus salga a mi encuentro y me pregunte ......¿a quien buscas? Maestro
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