SEMANA XXX
NO PASES DE LARGO SEÑOR
Temo quedarme en la osScuridad sabiendo que Tu eres la luz perpetua y temo alejarme de Ti. Necesito que te detengas y me hables.
Si no pasas gritaré e insistiré porque yo solo quiero ver con los ojos del Evangelio, amar como Tu amas y porque sin Ti soy un barco a la deriva.
Por eso mi Señor como Bartimeo te digo.. Ten compasión de mi... ten un poco de pasión por mi vida. mi alma y que mi voz sea fuerte y firme al proclamar que solo Tu eres todo y contigo vamos mejor.
Señor ayúdame a ver las cosas como Tu las ves, ayúdame a mirar el mundo como Tu lo miras y cura mi ceguera espiritual en esos días negros, para que mi alma siempre a Ti te vea.
L
No soportas Señor a las personas creadas con tanto amor tiradas por el sueldo, te acercas e impones tus manos.
Jesús se inclina sobre la pobre mujer y le impone las manos. Esta es la misión de Jesús en medio de nosotros. Él no soporta ver "por los suelos" al hombre creado a imagen y semejanza de Dios.
M´
Señor, leyendo hoy el evangelio, me dan ganas de decirte: hazme pequeño, como ese granito de mostaza. No quiero presumir de saber mucho, de tener mucho, de valer mucho. Quiero presumir de mi pequeñez. Y eso es lo que te ofrezco: “eso poquito que hay en mí”. Tú, Dios Padre, sabrás que vas a edificar “con lo poco que soy”.
X
Jesús, hoy me dices, esforzamos yo soy la puerta estrecha. En el Reino no se entra con una teoría ni con un sistema.
Tu eres la puerta, hombre y amor, y contigo se puede entrar en Tu Reino.
Si pasas la puerta te unes a mi comunidad donde el amor es lo más.
J
Tu Señor nos invitas a seguirte y yo como tu discípulo tengo que seguir tus pasos.
Orar antes de decidir, orar para discernir el plan de Dios, orar en vistas a las grandes decisiones de la vida tanto en el ámbito personal como en el comunitario.
La oración no es un momento separado de la vida, es una actitud previa que nos introduce en la experiencia personal y eclesial. Así debería ser el modo de proceder de toda la Iglesia, primero y siempre la oración.
Solo después de recogerse en silencio y orar largamente, se confía la misión.
Señor, que bonita lección me das en este fragmento del evangelio. Antes de llamar a tus discípulos, te has pasado una noche rezando en la montaña.
En el silencio de la noche, escuchabas mejor la palabra del Padre. A todos llamabas por su nombre. A todos los querías con un amor particular y a todos los presentabas ante el Padre para que quedaran envueltos en su ternura. Haz, Señor, que yo no haga absolutamente nada sin antes contar contigo.
V
Les dijiste una y otra vez que el amor es lo primero, que todo lo que se hace sin amor no sirve; que el obrar con amor nos llena de gozo y que el mero cumplimiento de la ley nos lleva a la tristeza. Se lo dijiste mil veces a ellos y también nos lo dices a nosotros. Y, sin embargo, todavía seguimos amarrados a las normas porque éstas nos dan seguridad.
S
Señor quieres que sea el último, humilde y sin destacar, seguir tus pasos.
Jesús nos invita a seguirle y hemos aceptado la invitación. El verdadero discípulo sigue al maestro, pero sobre todo imita al maestro. Jesús nos sienta la pauta. La pregunta obligada es: ¿Estás dispuesto a seguirle?
SEMANA XXIX
Sí, Señor, desde el día de tu llegada a nuestro mundo alegraste nuestra noche oscura. Lo hiciste en silencio, sin ruido pero, en Belén, fuiste luz en medio de un impresionante firmamento estrellado.
Eres, Señor, luz de la humanidad, al escucharte encuentro alivio, siguiéndote me siente protegido feliz.
Gracias Señor por por poner esperanza e ilusiones en mi caminar diario y Tu que eres, Señor, luz de la humanidad que yo sea una pequeña luz y pequeños destellos de tu inmensa luz en mi entrega incondicional y humilde al prójimo.
L
Señor, esta nueva semana me pongo en camino como tu discípulo dispuesta a servir de palabras y de obras y servir con generosidad, donde esté, porque Tu me has entregado unas responsabilidades y con ellas puedo servir.
M
Tener las lamparas encendidas , así defines la fe Señor. Una fe activa y en traje de faena siempre dispuesto a servir.
Tu Señor que viniste a servir y que lavaste los pies a los discípulos me pides que este atenta y que luche por esa manera monotona de vivir la fe.
La fe que tu me pides. y..estar atenta con los oidos atentos para servirte en mis hermanos y se Señor que la recompensa es grande.
X
Soy Señor tu administrador de lo que tu por mi fe me has comunicado y que lo guardo en vasija de barro y cominicarlo a los demás
Quiero ser avispado....vigilad y orad... Y así la noche no minara mi esperanza y si que mi vida será luz y sal.
J
El mismo fuego que hacía arder a los de Emaus hace arder en mi corazón que se ha abierto a Tu Palabra Señor....procuro ponerla en practica... es el fuego del Espíritu Santo que me da fuerza y valor para compartir la Buena Noticia pero al 100 por cien.
Tu Evangelio grabado a fuego me traerá mucha incompresión.
V
Si Tu presencia Señor en mi corazón no puedo ser tu discípulo. Con tu presencia puedo estar vigilante para detectar la presencia de Dios y su acción y mirar y ver con la luz de la fe porque el Reino de Dios está presente con bondad, amor, bien y paz.
Pero se Señor que no puedo acercarme a Ti con el corazón roto por nuestros hermanos.
S
Jesús quieres que sea una higuera fértil.
Una higuera que da el fruto generoso del amor entre todos los hermanos, haciendo visible a Dios en la tierra,
pero para ello tenemos que escuchar la constante llamada tuya con paciencia y misericordia. Quieres nuestro bien y lo buscas de mil manera.
SEMANA XXVIII
QUÉ ME FALTA, SEÑOR?
Dime, Jesús, qué me falta y qué me sobra para ser merecedor de la Vida Eterna. Dame Señor un poco de fe, para ver con claridad Un poco de caridad, para dar lo que pueda Un poco de esperanza, para no apartarme de Ti Y entonces, Jesús. Tal vez, Señor, me daré cuenta de “esa cosa” que me hace falta o que me sobra para alcanzar la Vida Eterna Amén
Quiero crecer hacia dentro y sobre todo estar unida a ti Dios mio en este tiempo de tanta supercialidad y que mis valores humanos den preferencia a lo que soy y no a lo que tengo. Ayudame a colocar en el centro de mi vida lo que realmente merece la pena.
L
Señor, hoy vengo a la oración a no pedirte nada. Demasiadas oraciones he hecho en mi vida de súplica, de petición. Hoy vengo a escucharte, a estar contigo, a sentir tu cercanía y tu amistad, a disfrutar al caer en la cuenta de que aquí mismo, junto a mí hay Alguien que es más que Jonás y más que Salomón. Aquí estás Tú, mi Señor. Te entrego las riendas de mi vida.
M
La grandeza personal de María está en haber escuchado a Dios y haber dado un "si". Maria escuchó y puso en práctica la Palabra de Dios al responder en la anunciación:"He aquí la esclava del Señor".
Es una actitud humilde, valiente, libre y auténtica. María, que meditó en su corazón las palabras y los gestos de Jesús, hace pensar en aquellos que "escuchan la Palabra con un corazón noble y generoso".
Madre eres fortaleza y pilar de mi vida.
X
No soy nadie Señor para juzgar a mis hermanos, igual que yo son hijos tuyos y tu misericordia será quien juzgue.
Sin amor no se entiende nada y con amor se entiende todo.
Gracias por haberte manifestado con amor.
J
Mi alma espera en el Señor, mi alma espera en tu Palabra mi alma espera
Por que quiero ser antes de tener, el ser me hace grande, me hace levantarme y superarme y sobre todo vivír en cada movimiento como Tu Señor nos da.
¿Qué pasa cuando en vez de facilitar el camino a los demás somos obstáculos? ¿Qué ocurre cuando los que tienen que mostrar el camino no sólo no lo muestran con su vidas sino que además impiden que otros lo hagan?
V Que Nada me turbe, nada me espante, quien a Dios tiene nada me falta,
S
Hoy me hablas del Espíritu Santo. Yo Señor y Dios mío confío, tengo fe, creo con la seguridad que me amas, me acompañas pero necesito al Espíritu Santo para ser tu testigo.
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