DE MARÍA NUNCA DIREMOS LO SUFICIEMTE
Quererla estar junto ella, contemplarla, ver como Ella desarrolla su trabajo y su seguimiento del Señor en el Evangelio, como acompaña a la Iglesia como reza con la Iglesía, como sirve y como ayuda.
La Virgen es para nosotros consuelo, esperanza, aurora de salvación, es la paz, la ternura, es la cercanía del amor de Dios.
Por todo esto no dejemos de querer a la Virgen, acercarnos a Ella y sin miedo caminar cogida de su mano.
Ella nos lleva al verdadero encuentro con Cristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario