Madre, Señora de Siruela, tus queridos hijos no irán a esperarte en tu caminar hacia Siruela.
Madre, en la entrada no te esperara la banda de música, ni Don Rodrigo, ni te darán la bienvenida con incienso.
Madre querida, las calles silenciosas y sin luces, puertas cerradas pero seguro que estás en nuestros corazones.
Y que decirte Señora de Siruela de la plaza, solitaria, sin fuegos artificiales, sin tu parada ante el convento.
Pero seguro Madre amada que cuando se abran las puertas de la parroquia....... allí estarás Tú sibida en tu trono
Y con alguna lagrima que otra recodaremos.....
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