Primer itinerario jacobeo, de ahí su nombre
Los primeros devotos procedentes de Oviedo, la capital del reino astur, siguieron para su desplazamiento la antigua ruta que, según la tradición, condujo al rey Alfonso II el Casto hasta la tumba del Apóstol, en el primer tercio del siglo IX.
Esta ruta de Oviedo a Santiago fue itinerario seguro y frecuentado hasta bien entrado el siglo X, cuando se consolida el actual Camino Francés desde León, la nueva capital del Reino.
Pero, aún después, siguió siendo una importante alternativa, especialmente por el valor espiritual que se otorgaba a la visita de la Cámara Santa de San Salvador de Oviedo, así como a la catedral de Lugo, con su exposición permanente del Santísimo.
Trece étapas y Km
Etapa 1: Oviedo - San Juan de Villapañada
Etapa 2: San Juan de Villapañada - Salas
Etapa 3: Salas - Tineo
Etapa 4: Tineo - Pola de Allende
Etapa 5: Pola de Allende- La Mesa
Etapa 6 : La Mesa- Grandas de Salime
Etapa 7 : Grandas de Salime - Fonsagrada
Etapa 8: Fonsagrada - Cadavo Baleira
Etapa 9 : Cadavo Baleira- Lugo
Etapa 10 : Lugo - San Romao de Retosa
Etapa 11: San Roman de Retosa- Melide
Etapa 12 : Melide- O Pedrouzo
Etapa 13: O Pedrouzo- Santiago
El Primitivo atraviesa zonas de montaña muy despobladas, sin apenas servicios (alojamiento, restauración, medicinas, etcétera), del interior menos conocido de Galicia y Asturias.
A cambio los peregrinos disfrutan de parajes y paisajes de gran belleza, sin aglomeraciones ni carreras; visitan tres ciudades monumentales que merecen una visita prolongada :Oviedo, Lugo y la propia Compostela.
Pisan relativamente poco asfalto en esta ruta recomendada sobre todo para caminantes, algo inhóspita por el clima cuando nieva -afecta a buena parte del recorrido- o cuando llueve, pero habitada por gente hospitalaria y que, tras años con problemas en ciertas etapas, ahora cuenta con una red suficiente de albergues públicos y privados en Galicia.
Tal vez sea la más atractiva de todas las rutas jacobeas.
Por esplendor paisajístico. Por riqueza etnográfica. Por Historia (y sus vestigios). Y porque el peregrino puede caminar con tranquilidad.
El recorrido por el Primitivo es bonito, pero duro. El obstáculo más formidable es una subida durísima antes de Grandas de Salime, el temible puerto del Palo, y de muchos kilómetros de subidas y bajadas continúas a uno y otro lado del puerto del Acebo.
Es lo que en argot ciclista se llama un terreno rompepiernas.
La tarea de peregrinar por esta ruta se complica si llueve. Y suele llover. Hay tramos que pueden convertirse en auténticos barrizales. Y si nieva… Nieva. Al menos en invierno. Y de forma extraordinaria en otras estaciones
Son los únicos momentos en el que queda oculta la exuberante naturaleza que envuelve a un Primitivo al que no le falta color verde.
Y que tampoco es el mejor Camino para hacer en bici: por trazado, desniveles, tipo de firme predominante y falta de servicios especializados.
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